01 marzo 2008

Encuentro de Escuelas Taurinas


Este es el grupo de jovencitos que participaron. Foto: ESTO

1 de marzo de 2008

José Mari, Ramírez y Ochoa pasaron la prueba

Encuentro de Escuelas Taurinas

Kilométrica, pero interesante resultó la tienta que se realizó ayer en la plaza Arroyo, en el primer día del VII Encuentro de Escuelas Taurinas, para festejar el aniversario de la Escuela Silverio Pérez, en que los alternantes hicieron derroche de afición y valor, ante una considerable cantidad de asistentes. Se tentaron seis vacas de Huichapan, dos muy bravas y las demás presentaron algunos problemas, y tres de Marrón, una regular y las otras buenas, pero todas ellas pusieron a prueba la capacidad torera de los participantes. Se calificó la personalidad de cada uno, valor, técnica. Presencia, afición y recursos, y pasaron satisfactoriamente José Mari, de la escuela taurina de Huamantla; Juan Ramírez, de Aguascalientes y Rodrigo Ochoa, de la Silverio Pérez, de Apan. Los otros participantes fueron: Pedro de Jesús, de Morelia; Brandon Campos, de Querétaro; Torres Caballero, de San Luis; José Zúñiga, de Guadalajara; Luis de Madrid, de Puebla; y Javier Gallardo, de Tepeapulco. Auxiliaron a los jovencitos José Rubén Arroyo y Luis Conrado, y de jurado reconocidos matadores, ganaderos y empresarios. Antonio Urrutia como director de la Silverio Pérez y Óscar San Román, por los matadores. Quien dio una agradable sorpresa fue Carlos Domínguez, nieto del Gordo de Iztapalapa e hijo de Carlos Domínguez. Hoy será la segunda jornada con entrada libre a partir de las 12:00 horas.

publicado en el ESTO






El tlaxcalteca pegó pases intensos

Sábado, Marzo 1, 2008.
CRÓNICA / VISTALEGRE - Vuelve MoraRte

Por: Federica Piazza , España

burladerodos.com

Sábado, Marzo 01, 2008 02:15:00 Hora GMT


El diestro sevillano vuelve y convence cortando una oreja al sobrero lidiado séptimo y manteniendo un nivel importante durante toda la tarde. El Pana, que le acompañó en ese día tan importante, no logró profundizar su personal concepto del toreo y no tuvo el calado esperado.

FICHA DEL FESTEJO

Palacio Vistalegre – Madrid, viernes 29 de febrero. Con tres cuartos de entrada y un retraso de veinte minuto, se lidiaron ochos toros de Nuñez del Cuvillo, bien presentados y nobles.

Segundo, terceroy quinto resultaron los más manejables. Primero y cuarto flojos y el sexto el más complicado. Cerró plaza un sobrero manso pero noble.

El Pana: silencio, silencio y bronca

Morante de la Puebla: saludos tras aviso, silencio, ovación tras aviso y oreja con fuerte petición de la segunda.

Se echaba de menos. Y no fue todo o nada, lo que muchos le criticaban en temporadas pasadas. Fue entrega de principio a fin. Firmeza, arte y concentración. Figura se fue y figurón volvió: todo eso es Morante.

Y, marcando la diferencia por costumbre, nos trajo de México un compañero de cartel singular, llamativo desde su coche de caballos en el madrileño barrio de Carabanchel. El Pana es distinto, pero transparente. Echó ganas e ilusión; no quiso defraudar y nadie pretendía ver lo imposible. Su tauromaquia y su personal forma de entender la profesión no cruzan Puertas Grandes; entretienen, dividen opiniones y hacen sonreír.

El encierro bien presentado, noble y justito de fuerza de Nuñez del Cuvillo acompañó el diestro sevillano hasta la faena número siete de la tarde, un as que Morante sacó cuando los tres tercios de la plaza estaban a para abandonar los tendidos con un punto de amargura debido a la falta de rotunidad del acontecimiento.

Un gesto de la mano y a sacar el sobrero. El toro, con su punto de mansedumbre pero noble y colaborador, fue recibido por el prodigioso percal de Morante, que se abrió a la verónica como sólo él. Cada detalle fue estudiado y acertado: la puya ligera, un quite por delantales rematado con una revolera de perfecta composición, hasta el tercio de banderillas que Morante decidió cubrir con entrega pero, desafortunadamente, sin la trascendencia del día de la Beneficencia.

Sentado en el estribo el diestro de la Puebla comenzó una faena marcada por unas tandas de derechazos en redondo que enteraron al toro y le fundieron con la muleta, hasta recortarle con un trincherazo tremendo. Se bajó el tono al pasar la muleta a la zurda y subió otra vez al acompañar el toro en su búsqueda de las tablas, sacando uno y otro derechazos aprovechando el viaje hasta la querencia.

¡Maldita espada! Y firme presidencia. Pese a la petición unánime del público, el palco no pasó de la estocada defectuosa y se negó a conceder el segundo trofeo.

Con su primer toro, un importante y agradecido ejemplar, Morante paró el tiempo diseñando una verónicas y una media cerrada con un movimiento de brazo circular y de gran estética en el centro del ruedo. Brotaron los olés que se convirtieron en callada éxtasis al ejecutar el diestro dos larguísimos naturales rematados con un de pecho aguantando medio minuto de parón del toro.

Con el cuarto, de escasa fuerza, Morante impuso dulzura y mano a media altura que se fue bajando con tranquilidad poco a poco sin presionar al animal que acabó de todos modos parándose y llamando la espada que cayó baja.

El que debía ser el último toro de la tarde no produjo el triunfo hasta ese momento esperado. Con un punto de genio, resultó complicado en la faena. Morante se basó en la mano izquierda dando naturales uno a uno terminando cruzándose y a pie juntos. Más hueso y más pinchazos.

El Pana tuvo material importante y acabó escuchando pitos. No le faltaron ganas y la edad pesa, pero su repertorio, aparentemente vario, terminó en una y otra tanda de derechazos sin rematar, en una cantidad de estatuarios y algún pase suelto de mejor corte.

Cuanto menos ningún toro se le fue vivo a los corrales, por mucho que la gente apostase.

Visiblemente emocionado, brindó su primer toro ibérico al público que le acogió con cariño y curiosidad y terminó divido entre rechazo y comprensión.

publicado en burladerodos.com


Primero de marzo 08

“MORANTE DE LA PUEBLA” CORTÓ
UNA OREJA EN SU REAPARICIÓN

Sólo detalles de “El Pana”

El tlaxcalteca pegó pases intensos,
pero aislados

Publicado en OVACIONES

MADRID, España, 29 de febrero.- La presentación en España de Rodolfo Rodríguez “El Pana” y la reaparición de José Antonio “Morante de la Puebla” en aquel país, hicieron que el Palacio de Vistalegre, del barrio de Carabanchel registrara tres cuartos de entrada.
Se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados pero débiles en términos generales.
El triunfador de la tarde fue “Morante de la Puebla”, quien le cortó una oreja a un astado de regalo. La única oreja que se concedió en el festejo que, por cierto, comenzó media hora más tarde.
El balance del torero sevillano fue, palmas, al tercio, palmas tras un aviso y oreja en el de regalo.
El lote más potable correspondió a “El Pana”, cuyo primer ejemplar se rompió un pitón al chocar con el burladero.
El segundo de su lote tuvo poca clase pero un punto de mayor movilidad y Rodolfo pegó una tanda de antología, pero todo quedó en eso, una tanda.
El mejor astado del festejo fue el tercero con el que parecía que llegaría la faena de la tarde, pero eso no sucedió por lo que el tlaxcalteca fue duramente pitado.
De esta manera, con más ruido que nueces, concluyó un festejo que había levantado mucha expectación.

publicado en OVACIONES


Rodolfo Rodríguez el “Pana” tuvo pequeños destellos. 1 de marzo de 2008

Entretenida actuación del “Pana

Delirante reaparición de Morante

Miguel Ángel García

ENVIADO ESPECIAL ESTO

Vista Alegre, España.- El palacio de Vista Alegre ha quedado extasiado con la actuación del matador sevillano José Antonio “Morante de la Puebla” y la tarde de este viernes el coso de Carabanchel le ha rendido pleitesía, lo que evidenció el gran apoyo recibido por parte de sus paisanos. Morante tuvo una delirante reaparición, una apasionada actuación, mística y mágica. Repleta de arte y torerismo, ya que en todo momento dejó pinceladas de maestro inconmensurable y a pesar de haber esculpido grandes momentos en su lote, no se conformó y regaló un séptimo toro al que banderilleó con suma alegría y que terminó por cortarle una oreja; insuficiente para el ejemplar trasteo que dibujó, e injusta decisión por parte del presidente (juez de plaza) Morante enamoró a toda la concurrencia con su bohemia y gitanería sin igual, lo cual se vio reflejado en su exquisita manera de veroniquear, suave, lento, de manera hechizante y que embrujaron el espíritu del respetable. Con la tela roja la armonía del toreo y del torero continuaron, Morante tiró del toro con el hilo mágico de la divinidad, el encanto de su tauromaquia no cesaba, el éxtasis entraba al clímax. La embriaguez fue total. Al final, el diestro sevillano se retiró envuelto por el cariño y respeto de la afición.

Por su parte, el matador Rodolfo Rodríguez “El Pana”, nada hizo con el capote y casi se fue en blanco con la muleta; en su tercer toro fue fuertemente abucheado. Los detalles que en México le resultan de maravilla, acá no causaron mayor impresión; al principio la gente se entretuvo con sus desplantes y le toleraron lo desdibujado que estuvo con la capa, incluso, a pesar de no haber querido banderillear, poco les importó a los presentes. No obstante, en su tercer toro ya no cayó en gracia que se eternizara al pinchar y lo abuchearon fuerte. Hasta ahí el encanto del “Pana”. Al salir de la plaza fue aplaudido, agradecieron los detalles que tuvo con la tela roja. Digamos que no cayó mal, pero tampoco bien.

EL ARTISTA ESTÁ DE REGRESO

Apenas era anunciado el primer toro de su lote, la gente ya le estaba pegando una ovación cerrada, sonora. La espera había sido demasiada, todos querían ver a su torero sevillano. Y éste reapareció dando las buenas tardes con lances a la verónica ante su primer toro, de inmensa calidad y finura de la cara. La plaza coreó con fuerza, como nunca y acabaron por derretirse cuando el torero quitó por chicuelinas y remató su intervención con una media que le resultó de pintura. Brindó al público, aplausos otra vez y luego se hizo el silencio Las miradas esperaban la explosión artística del torero serio. Y así, Morante comenzó a esculpir su obra, lo mismo con la mano derecha que con la izquierda, los cincelazos formaron tandas largas, casi interminables, de alta manufactura. De aquí hasta allá, templadas y con sentimiento puro que provocaron música en las alturas. Su toro se vino a menos, por lo que no logró redondear su pintura y todo se malogró por las fallas con la espada y hasta escuchó un aviso. Sin embargo, las ovaciones en los tercios de la plaza fueron incesantes. Con su segundo toro tuvo detalles hermosísimos por el lado derecho, es lo único que le permitió hacer su toro, pues se paró pronto y otra vez mató mal. Con el sexto, un astado con la cabeza como rehilete, también tuvo detalles y ora vez mató mal.

Regaló un séptimo y nuevamente destapó el frasco de las esencias, una vez más ligó el toreo de capa y muleta, incluso banderilleó, pues la gente lo pidió. Morante le puso alegría al tercio de banderillas, garboso y certero se dejó ver. Para entonces, del “Pana” ya nadie se acordó. La locura que el sevillano continuaba formando en los tendidos no tenía límite y ahora sí, tras una estocada, cortó una oreja con fuerte petición de la otra. Qué importaba, la entrega del público estaba en su bolsa.

”EL PANA”

Llegó a la plaza a pie, puesto que la calesa se había atorado en el tráfico. Curiosos y aficionados aplaudían su llegada. Cámaras y micrófonos asediaban al tlaxcalteca. En ese momento era la sensación, lo nuevo, el atractivo. Todos querían la foto con el torero, la entrevista. Al final, nada fue igual. No es que le haya ido mal, pero tampoco bien. Como explicar... su actuación estuvo entretenida, cayó bien a la gente, pues sus desplantes causaron gracia. Incluso tuvo momentos en que jaló muy toreramente de sus socios, hasta ejecutó un péndulo que puso con los pelos de punta a toda la romería. Sin embargo, nada pudo redondear. Quedan para el recuerdo dos tandas que elaboró en su tercer astado, en plan grande y que le fueron coreadas con fuerza. Como siempre, mató mal.

GANADO

El ganado de Núñez del Cuvillo, bien presentado, se dejó meter mano, aunque un tanto débiles. El tercero fue regresado porque de plano resultó inválido de las patas delanteras.

Publicado por el ESTO