Notas de Bernarda Muñóz | 20/01/2011 | |
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20 enero 2011
Resultados de Juchipila y Mizantla
GRAN TRIUNFO DE JUAN PABLO SÁNCHEz EN LEÓN GTO.
EN LA TRADICIONAL CORRIDA DE SAN SEBASTIÁN EN LA FERIA DE LEÓN GTO.
Con un gran lleno en los tendidos, se llevo a cabo esta tarde la tradicional corrida donde se disputan el Trofeo "SAN SEBASTIÁN", que fue a para a las manos del joven torero hidrocálido JUAN PABLO SÁNCHEZ, al conseguir cortarle las orejas a un precioso toro berrendo, al que le hizo una faena llena de temple y valentía. Triunfo muy importante al inicio de esta feria y de su carrera.
En su segundo, que fue sosillo, le plantó cara, y le valió una cerrada ovación, después de despacharlo de un pinchazo y estocada.
ZOTOLUCO, Abrió plaza con un toro que tuvo calidad, al que le hizo la faena, pero lo pinchó y sólo fue ovacionado. En su segundo, se pegó un arrimón, consiguiendo que el toro se entregara, lo pinchó y luego le metió la espada, pero el toro tardó en doblar y perdió las orejas, escuchando un aviso.
SEBASTIÁN CASTELLA, no tuvo suerte con su lote, con el que fue silenciada su labor en ambos. Regaló un séptimo de la misma ganadería, al que le hizo una faena muy completa con ambas manos. Hubo una leve petición de indulto, que no fue concedida, desgraciadamente le pinchó y luego le metió una estocada completa, por lo que sólo dio una vuelta al ruedo.
Los toros de BEGOÑA, muy bien presentados y se dejaron meter mano de muy buena manera, desafortunadamente los toreos han fallado a espadas, por lo que no les han cortado las orejas.
Al final el joven Juan Pablo Sánchez salió en hombros
SUERTE SIEMPRE!!!!
ALEJANDRO J. SILVETI B.
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ZOTOLUCO
EPIGRAMA DE HÉCTOR BUDAR
Domingo 16 de enero 2011
PLAZA MEXICO
Expectación y gran reto
En el debut de Ventura,
Con toros de Rancho Seco
Que cumplieron en bravura
El centauro sevillano
Con un poder sin igual,
Tuvo el triunfo en la mano
Pero le falló al final.
Es grato ver al Zapata,
Torero de exposición,
Variedad de oro y plata,
Un diestro todo afición.
Agua fuerte de su raza,
Convenció a la monumental,
Salió a hombros de la plaza,
Con dos orejas de aval
Mauricio quiso, no pudo,
Con protestas a granel,
Le pesó el gran embudo,
Los pitos fueron para el.
Héctor Budar
las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA
Amigos se les invita a visitar tambien www.charlasdeltupinamba.blogspot.com en donde el tiempo del ayer es presente.
Como perro sarnoso
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me declaro taurino, loco, excepcional… |
La intolerancia y la estupidez han ganado espacio en nuestro medio.
- Esteban Ortiz Mena
Rafael Lugo, en un artículo publicado en la revista Soho edición 66, escribe que “a la postre, para la mayoría la idea obligada es amar a Dios sobre todas las cosas y odiar a quien piense diferente, porque se nota que el hombre ha entendido que prójimo solo es aquel que piensa igual, y el que no cree lo mismo es infiel, impío, hereje, perro sarnoso, humanoide descartable, cualquier cosa, pero prójimo jamás”.
Es un hecho: asesinos, retrógrados, violentos, masoquistas, perversos, putrefactos, arcaicos. Así es como califican los antitaurinos, entre los epítetos más decentes, a todo aquel que guste de la fiesta brava.
Si ser taurino es así de grave, con el perdón de los perros y los antitaurinos (que me parece tienen alguna similitud), este rato me declaro perro sarnoso.
¡Qué orgullo sentirme taurino! No hay nada más profundo que las sensaciones que alguien puede sentir toreando. La pasión no es un sentimiento exclusivo del taurino, pero los toros son una razón más para vivir intensamente.
La intolerancia es el recurso más fácil del débil de espíritu y el limitado de razón. La riqueza de la humanidad radica en su diversidad, en la capacidad de contradicción que tenemos y que ejercemos a diario, en saber crecer; y no en oponerse ni en intentar cambiar de hábitos a quien piensa distinto. También se llama vivir en democracia.
Por supuesto que este tipo de gustos son muy personales, pero no por pensar distinto o tener un gusto legítimo este carece de sentido. Hay que entender que no queremos convencer a nadie de que le gusten las corridas de toros, pero a desaparecerlas hay un abismo. No es que las corridas de toros no sean crueles y es legítimo que haya gente que a más de no gustarle prefiera su desaparición. Eso depende de cada quien. Pero el problema de la oposición a una práctica tradicional es que esta puede trasladarse a otras que forman la esencia de identidad y afirmación cultural de diversas colectividades, como dice Pancho Aguirre. No existe diferencia conceptual, como práctica cultural, entre oponerse a la ópera que a una corrida de toros. Por eso es tan absurda una oposición al tema, sobre todo cuando es producto de la intolerancia y la ignorancia.
Es posible que con el tiempo desaparezcan las corridas de toros, la cultura siempre cambia, es posible que en un futuro próximo nuestra alimentación principal sea a base de insectos. Pero esas serán prácticas culturales y sociológicas que se irán desarrollando, en el caso de ocurrir.
No se puede criticar (sobre todo frente al grave argumento de la desaparición de una tradición cultural apasionante) sin conocer. Pensemos en lo que sucede entre dos grupos de personas que se encuentran dentro y fuera de una catedral, y que intentan comunicarse lo que ven. Al mirar las vidrieras, los de adentro contemplan los colores brillantes, flores, animales, personajes. Los del exterior sólo ven la superficie opaca y gris de los cristales. Cuando unos describen su experiencia, los otros piensan que son enfermos o malintencionados. Sin embargo, los dos grupos tienen razón: están contando lo que realmente perciben, parafraseando a José Antonio Marina. “El equívoco sólo puede desaparecer si se consuma un cambio de perspectivas. Si los de adentro salen, y los de fuera entran.”
Pero cuando no hay voluntad, no hay voluntad…
Por eso, hasta tanto, yo coincido con Andrés Sánchez Magro: “reivindicamos la locura, la bendita locura de los raros, de los otros, de los toreros, de los que buscamos un sueño que nadie nos puede acabar de contar. Los que nos apegamos a la excepción cultural, que es, y nunca podrá dejar de ser, el toreo... Si hay que ser excepcionales, seámoslo” (6toros6 No. 571, junio de 2005).
Por eso, hoy me declaro taurino, loco, excepcional… y sarnoso, a mucha honra.
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