29 junio 2011

PLAZA DE TOROS DE SAN PEDRO XALOSTOC


RINCON TAURINO (30/VI/2011)


Otro Aniversario de Fermín Rivera
  • Por: Antonio Casanueva

En virtud que ayer, 29 de junio, se cumplieron 20 años de la muerte del gran torero potosino Fermín Rivera y quien fuera además el padre y mentor de “Curro”, la gran figura de los últimos años  en nuestro país,  pareciera oportuno  dedicarle en este número, un sencillo homenaje tanto a su personalidad como a su paso por nuestra Fiesta.

Fermín Rivera a quien se le recordará por muchos años por sus grandes faenas  a los toros  “Clavelito”, “Clavelito II” y  “Clavelillo”, lo tres procedentes de la ganadería   zacatecana de Don Julián Llaguno de quien fuera un particular y  muy estimado amigo .

con el toro Juan Pirulero
Fermín Rivera, como mi padre, fue oriundo de San Luís Potosí, y tal vez por esa misma razón y por largos años, mantuvieron una larga amistad.   Nació en esa bella tierra, el 20 de marzo de 1918. se presentó como novillero en su tierra natal, cuando solo contaba con 13 años de vida, debutando en  “El Toreo” capitalino  dos años después en un festival taurino, debutando formalmente en esa misma plaza, el 3 de junio de 1934, fecha en la que inició formalmente una sensacional y exitosa campaña novilleril, actuando consecutivamente durante 9 o 10 novilladas , con éxitos relevantes que lo llevarían a tomar la alternativa en esa misma plaza durante la siguiente  temporada formal .

La ceremonia se realizó como ha quedado dicho en el mismo coso “El Toreo” capitalino que se encontraba ubicada en la colonia condesa, el 8 de diciembre del mismo año, siendo su padrino nada menos que El llamado “Maestro de Saltillo”  Fermín Espinosa  Armillita Chico” , quien en aquella ceremonia, le cedió al toro  “Parlero”  de la ganadería tlaxcalteca de Rancho Seco.

Luego de la alternativa, Fermín  tuvo constantes triunfos en todas las plazas de la república, aplaudido y exigido por todos los públicos del  país, hasta que por un desafortunado incidente con el cacique Maximino Avila Camacho, quien por esos tiempos  fuera el hombre fuerte del país todavía en etapa post-revolucionaria y ante la amenaza de muerte,  que blandía sobre su cabeza, debió huir de México, refugiándose en Portugal, ya que por desgracia, estaba imposibilitado de torear en España con quien  México había roto el convenio taurino por el llamado “Boicot del miedo”,  que se mantuvo vigente de 1936 a  1944 .

...grandes faenas a los toros “Clavelitos”...
A la muerte de tan peligroso y cruel enemigo de quien se llegó a decir que lo odiaba y  al simple conjuro de su nombre, solía repetir  una y otra vez sus terribles amenazas, no pudiendo regresar Fermín, a nuestro país, sino hasta 1945, en donde y por la poca actividad durante ese lapso, sufrió varias cornadas que dificultaron  retomar el liderazgo  que llegara a ostentar previo a su abandono de nuestro país.

Una vez reanudado el convenio Hispano-Mexicano, Fermín se decidió a regresar a las plazas españolas, en donde llegó a torear hasta 25 corridas consecutivas durante en esa primera temporada, permaneciendo durante el invierno en España para llegar a suma hasta 44 actuaciones al año siguiente, siendo sin duda, su mayor triunfo la tarde de su confirmación de alternativa en Madrid  el 8 de julio de 1945  en que recibió la bola de la confirmación de manos de “El  Andaluz”, quien le cedió al toro llamado “Algarrobo” procedente de la ganadería  de Sánchez  Fabrés   sido el testigo, Manolo Escudero.

Volviendo a  los grandes triunfos obtenidos en nuestro país, de los que como    mencionamos  al principio de este escrito, entre muchas otras,  aún se recuerdan las grandes faenas realizadas a los toros “Clavelitos”  de Torrecillas, cerrando su actividad profesional  durante una inolvidable tarde en la Monumental Plaza México, el 17 de diciembre de 1957 durante la décima corrida de aquella temporada en la que alternando con el llamado “Mejor Muletero del Mundo” Manuel Capetillo  y el español Antonio Borrero “Chamaco”  en una tarde  en que estando lleno a reventar el coso de Insurgentes, fue obligado de dar una apoteósica vuelta al ruedo al inicio de la corrida, para inmortalizar  a “Juan Pirulero”, lidiado en el primer sitio del transcurso de tan inolvidable corrida, superándose con el quinto de la tarde, de nombre:  “Clavelito III”, ambos de Torrecilla, al que le cortó las orejas y el rabo, entre aclamaciones del público que lo aclamaba con respeto, apareciendo  sorpresivamente en el ruedo del monumental coso, “Armillita Chico” ahora, para desprenderle -entre aclamaciones- el añadido.

Años después, por aquello del llamado gusanillo de la afición, volvió a la actividad taurina, retirándose definitivamente en la ciudad de Tijuana, B.C. durante  una corrida especialmente montada párale efecto, durante el año de 1960. Torero de fuerte carácter  y acusada personalidad, Fermín Rivera, como ha quedado explicada arriba, solía tener fuertes enfrentamientos personales con los humanos  tanto dentro como fuera del ruedo y  no siempre con la capacidad necesaria para superarlos, siendo –por otro lado- ejemplarmente cariñoso y atento con sus amigos, como lo demostraba la magnífica relación de respecto y cariño mantenida con mi padre. Finalmente, retirado de la profesión, se convirtió  en ganadero, adquiriendo unos terrenos en Ojuelos, Jalisco, sitio en donde   murió como queda dicho,  en 1991.

Antonio Casanueva

Los poblanos tientan en La Soledad


Miércoles, 29 de Junio del 2011 | México, D.F.


Por: Redacción | Foto: Ángel Sainos  (fotos)

De cara a la corrida del sábado

José Rubén Arroyo, Jesús Luján y Alfonso Mateos, los tres toreros poblanos que compartirán cartel el sábado en "El Relicario", realizaron labores de campo en la ganadería de La Soledad, con miras a este compromiso en el que también se lidiarán toros de esta casa ganadera....sigue leyendo en altoromexico.com

Zacatecas Tierra de Toros

28 de Junio de 2011.



Martes 28 de junio 2011
La empresa” Zacatecas Tierra de Toros” luego  de haber sido  designada para organizar  el serial taurino  del mes  de septiembre  en ocasión de la celebración de nuestra Feria Nacional de  Zacatecas  expresa  su mas profundo agradecimiento a cada una y uno de ustedes  por  su decidido compromiso  y colaboración para dar cuenta a sus amables lectores, radioescuchas  y televidentes de las  actividades   llevadas  a cabo por esta empresa cien por ciento zacatecana y pone  a su consideración  el siguiente

C O M U N I C A D O   D E   P R E N S A

Luego de  su designación para organizar  la Feria taurina  del mes  de  septiembre , la empresa “Zacatecas, Tierra  de  Toros” se encuentra  trabajando   en lo que se pudiera denominar  actividad de  escritorio  trazando   el plan de trabajo   para  las próximas semanas.

El Ing. Felipe Pescador informó que luego de las reuniones  internas de trabajo al lado  de Manuel F. Sescosse  y Juan Enríquez  se han establecido  ya  las fechas  para  los festejos feriales.

Se trata de los domingos 4,11 y 18 del mes patrio  a las que  se unen el jueves  8  en ocasión del Aniversario de la Fundación de Zacatecas  y el viernes  16 llamada Corrida de la Independencia  y que  en el caso  de Zacatecas  se trata de  una fecha emblemática   y tradicional.

Son cinco fechas  que podemos llamar como base  de la feria  pero no se descarta  la celebración de un par de festejos más, uno de  ellos  tipo Festival  y otro que pudiera ser  una novillada   u otra  corrida  de  toros “—informó Pescador.

Respecto  a las  novilladas  que  en los dos últimos  años  han sido todo un éxito,  el Gerente  operativo  de la Empresa manifestó que se trabaja  en la organización de una “mini-temporada”  con los mejores novilleros  del momento y no solo mexicanos  además  de la inclusión de los zacatecanos que merezcan estar  en esta breve temporada que pudiera  arrancar el último domingo  del  inminente  Julio.

Acerca  del ganado   y toreros  a  contratar, el Ing. Pescador informó que en los próximos días  se  iniciarán  las visitas  al campo bravo zacatecano  ya que es deseo  de la empresa contar  con “encierros” de ganaderías zacatecanas.

La cita será este miércoles 19 de agosto a las 9:30 horas en el Centro Banamex que se ubica en Av. Conscripto 311. Col. Lomas de Sotelo. Del. Miguel Hidalgo C.P.11200. México D.F.
En espera de su amable presencia le enviamos un saludo afectuoso.

ATENTAMENTE
Comité de Zacatecas Tierra de Toros
Patronato de la Feria Zacatecas 2011
Favor de confirmar su asistencia con quien esto suscribe, es decir, Lic. Marysol Fragoso S.
Cel: 0 44 55 32 23 19 14

LECTURAS: Los esnobs

28 de Junio de 2011.
25.06.2011


  • Domingo Delgado de la Cámara

Esnob (Del ingl. snob): Persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. U. t. c. adj.  (del Diccionario de la Real Academia Española).

La clásica diferencia entre aficionados y público en general ya no es válida. Hoy en día casi no quedan ya aficionados, ni tampoco público municipal y sencillo. Ahora todo lo ocupan los esnobs. Estamos asistiendo a la invasión de los esnobs. Antes, el aficionado era el espectador de calidad que conocía el intríngulis del espectáculo taurino. El público en general, por su parte, era una masa de personas ingenuas y apasionadas que aplaudían incansables al torero.

La salud de la fiesta se basaba en el equilibrio entre ambos bandos. La masa, con su virginidad mental, aupaba al torero y lo hacía triunfar. Los aficionados, con su sabiduría y exigencia, eran el freno para que las cosas no se desmadrasen. En la tensión entre ambos bandos, se basaba la salud del espectáculo. El aplauso de la masa garantizaba los triunfos; la crítica del aficionado salvaguardaba la esencia de la fiesta.

La masa siempre ha sido partidaria de los toreros valientes y arrojados. Los aficionados, más críticos, tomaban partido por los toreros poderosos y de buena técnica. La masa quedaba deslumbrada por los heterodoxos; los ortodoxos contaban con el apoyo de los aficionados. La masa hizo de Juan Belmonte, Manolete y El Cordobés auténticos dioses en vida. Por su parte, los aficionados del tiempo de Belmonte se decantaban por Joselito; los del tiempo de Manolete admiraban a Pepe Luis Vázquez. Y los del tiempo del Cordobés se inclinaban por Antonio Ordóñez.

Hubo excepciones, claro, y alguna de ellas muy señalada. Pero en general los aficionados siempre se decantaron por los toreros clásicos y ortodoxos.  Generalmente los aficionados se dieron cuenta de las aportaciones de los heterodoxos a toro pasado. Así fue siempre: una masa propiciando apoteosis y unos aficionados poniendo las cosas en su sitio… Y la fiesta estaba sana, con una salud basada en la interacción de ambos bandos.

Nada de esto existe ya. A partir de los años setenta y como consecuencia del muy profundo cambio de costumbres vivido por la sociedad española, la clásica distinción entre aficionados y público dejó de existir. Después de un intenso lavado de cerebro por parte de los medios de comunicación, de la televisión sobre todo, la masa abandonó las plazas de toros y se refugió en los campos de fútbol. El espectador sencillo, ingenuo y apasionado con los arrebatos de valor de los toreros, prácticamente desapareció. Y prácticamente, también, han desparecido los buenos aficionados. Se murieron y no tuvieron sustitutos. Los años setenta fueron años de plazas vacías y cuando volvieron a llenarse por los años ochenta, fueron unos espectadores nuevos quienes las llenaron: los esnobs.

Estamos en la era de los esnobs y ya se han sucedido dos generaciones de espectadores esnob. La primera generación  apareció en los tendidos de las plazas en los primeros años ochenta con la reaparición de Antoñete y el triunfo arrollador del Partido Socialista. Se trataba de gentes que durante los setenta habían sido muy progres y antituarinos. Descubrieron la fiesta de los toros exactamente en el mismo momento en que descubrían los trajes de alpaca y los restaurantes de cinco tenedores. Y se puso de moda entre la gente guay presumir de que sabía de toros.

Pero como no tenían ni idea, se metieron con calzador las crónicas que escribía Joaquín Vidal en El País. Y de ahí viene toda la sarta de sandeces y desatinos que se han oído en las plazas de toros en los últimos años. La contradicción insuperable entre el torismo de salón y el aprecio por Curro Romero y Rafael de Paula, tiene su origen aquí. La contradicción consiste en clamar por el toro más duro a la vez que se menosprecia a los toreros que son capaces de someterlo y matarlo dignamente; y, al mismo tiempo, poner los ojos en blanco con Curro y Paula, toreros incapaces de enfrentarse al toro que el torismo pregona. El absurdo total porque, además, se hicieron partidarios de Curro y Paula precisamente en el momento en que ya no podían hacer sus faenas geniales.

Esta primera generación de esnobs fue también muy partidaria de José Miguel Arroyo. Ya saben: alguien dijo que era muy puro, y todos quisieron presumir de exquisitos catadores y degustadores de la pureza. Pero todo esto no fue nada en comparación con el paso arrollador de la segunda generación de esnobs: la de la histeria por José Tomás.

Con este comentario sobre los esnobs no pretendo hacer una crítica del torero de Galapagar, a quien valoro en su justa medida (ni tampoco, claro, de los citados antes, a los que he admirado y admiro profundamente). Sé muy bien que entre los partidarios de José Tomás hay grandes aficionados conmovidos por esa combinación de clase y arrojo, que han hecho del de Galapagar un torero de gran interés. Pero son una minoría. La mayoría de los seguidores de José Tomás son una pandilla de esnobs que hace cinco años no habían visto una corrida de toros, y que, desde luego, el toreo de José Tomás en el fondo les importa un comino.

José Tomás es una excusa para fardar de poderío económico en el tendido y para presumir de que saben de lo que no saben. Es el torero de moda, banderín de enganche de un montón de horteras que quieren presumir de entendidos y refinados, incluyendo en el grupo a un puñado de presuntos artistas e intelectuales, cuya obra es de una total mediocridad, comparada con la obra de los artistas e intelectuales que rodearon a Juan Belmonte o a Domingo Ortega.  Tengo la impresión de que a José Tomás se le ha venido encima una movida que ni esperaba ni deseaba.

El esnobismo en el toreo lo veo íntimamente ligado al concepto sociológico de clase media. En la actualidad nadie quiere admitir que se es modesto. Nadie siente que pertenece a lo que se llamó la clase popular o trabajadora. Todos se apuntan a la clase media en un momento histórico en el que, precisamente, dicha clase se está desmantelando, mientras surge un nuevo proletariado con estudios universitarios. Así que, al igual que nadie admite que es humilde o de clase obrera, todo el mundo pretende presumir de cultura y gustos refinados, aun cuando no los tenga.

Y este es el caldo de cultivo de los esnobs. Aquél público ingenuo al que deslumbraban los desplantes valerosos, ya no existe.  Ha sido reemplazado por una panda de melindres embaucados por el timo de la nueva cocina, que siguen las tendencias de los Semanarios estúpidos de los grandes periódicos, y que poseen un Audi, la nueva marca talismán de los idólatras de la presunción. Presumen de cultura y dinero, pero la realidad es que son víctimas de la LOGSE, que en sus cuentas predomina el color rojo y que hay  facturas sin pagar… José Tomás pasaba por allí y lo hicieron su ídolo. ¡Vaya por Dios!  Al igual que José y Juan fueron los toreros por excelencia de la época de Alfonso XIII, Manolete y El Cordobés fueron los dos grandes mitos del franquismo, a José Tomás le ha caído encima el dudoso honor de ser el torero de la era de Zapatero. Ya es mala suerte.

Pero ¿cómo son estos esnobs de ahora? Hagamos su retrato robot: es un varón (las señoras van a los toros a disfrutar del ambiente festivo y aplaudir a los toreros, que son muy valientes, muy guapos y muy buenos mozos,  y hacen muy bien). Es, pues, un varón y de mediana edad. Los esnobs de la primera generación ya peinan canas, están jubilados, algo han aprendido en el trasiego de estos años y ahora se muestran prudentes y silenciosos. El esnob de la segunda generación, por el contrario, se muestra agresivo y contundente. Arrolla a quien discrepa de él. Su ignorancia es atrevida. Dice que José Tomás es el mejor torero de la historia y se queda tan fresco (por supuesto, esta opinión es perfectamente admisible, pero quien sabe algo de esto tiene claro que José Tomás no supera en importancia histórica a Joselito, Belmonte, Manolete, El Cordobés, Ordóñez…)

El esnob es maniqueo: solo existe su torero, y el resto no vale un duro. Es sectario y excluyente, desprecia cuanto ignora. Y aunque presume de aficionado antiguo y de haberlo visto todo, en realidad acaba de llegar…

Pues en este tinglado nos conocemos todos, aunque solo sea de vista. Son muchos años de cruzarse con las mismas caras. Yo llevo más de treinta años viendo los rostros de los habituales de Madrid, Sevilla, Bilbao. Por eso sé muy bien que todos estos individuos acaban de llegar. Y en principio no es nada negativo acabar de llegar, ser un recién llegado. Pero a ellos no les gusta. Les encanta presumir de haber ido a los toros desde niños, pero en cuanto se cruzan dos palabras con ellos, se da uno cuenta de que no es verdad. Quien ha ido a los toros de la mano de sus mayores luciendo pantalón corto, no osa decir ciertas gilipolleces…

Y también esta es una de las razones por las que últimamente es imposible que surjan toreros auténticamente revolucionarios y heterodoxos. No tienen público. Lo que abunda en el tendido son cursis que reclaman una pureza que desconocen. También son malos tiempos para los toreros de poderío, porque el esnob, al no conocer al toro, no valora lo meritorio que se hace delante de él. De ahí la soledad de El Juli.

Al esnob todo le entra por los ojos, por eso esta época es la edad de oro de los toreros manieristas. Y aquí está también la razón de que la plaza de Madrid se haya hecho insoportable, y no solo por el torismo desfasado del tendido Siete, sino además por esa masa de nuevos espectadores que no admiran el poderío ni la personalidad, sino solo el arte rococó.  Caldo de cultivo de la crisis de valores de la fiesta, reflejo de la crisis de valores de la sociedad. Se critica a los toros y a los toreros  ahora que hay toros y toreros excelentes, y no se dice nada del público actual, último responsable de la degradación de la fiesta. Y no hay perspectivas de arreglo, porque no existen mecanismos para formar una buena nueva afición.

Sé de uno que se “exilió” al tendido Cinco de Las Ventas porque, sentarse en sus tendidos clásicos, se había convertido en un auténtico suplicio. Siempre es mejor estar rodeado de guiris que de esnobs que te radian la corrida. 

TLAQUEPAQUE

II CONGRESO EFICIENCIA EN LECHERIA Y SEMINARIO AGRICULTURA SOSTENIBLE‏


Saludos cordiales,

Roberto Cordovez
DIRECTOR EXPOAGRO
www.expoagroecuador.ec
Telf.- 2520-825 / 2521-169 / 2504-572
Móvil.- 092752338