La cornada de "Madrileño" es la cuarta en su carrera.
Foto: Angel Guevara
El novillero de 27 años sufrió un cornadón en la ingle derecha que penetró en el abdomen
Guillermo Leal
Ciudad de México (1 julio 2008).- Muchas cosas pasaron por la cabeza de Manuel González "Montoyita" al recibir la cornada y percatarse que era un "cate fuerte". Sin embargo, se puso en manos de Dios y afortunadamente su evolución ha sido satisfactoria.
"Pasan muchas cosas por tu mente. (...) Claro que llegué a pensar en la muerte, pues eso lo sabemos todos (que te puede pasar), sólo que te acostumbras, pues de otro modo nadie se pondría delante de un toro.
"Sabía yo que traía una cornadota y se lo dije al doctor, pero me puse de inmediato en manos de Dios y gracias a Él y a los médicos estoy aquí", dijo "Montoyita".
El novillero de 27 años sufrió un cornadón -con dos trayectorias de 30 y 40 centímetros- en la ingle derecha que penetró en el abdomen y estuvo a punto de interesar órganos vitales, lo que hubiera dado un vuelco mortal al asunto.
"Ya cuando el médico me dijo todo lo que traía me asusté más, pero esto es parte de la profesión y en la México debes asumir todas las consecuencias", expresó.
La cornada de "Madrileño", de la ganadería de Santa María de Xalpa, es la cuarta en su carrera, pues en su bautizo de sangre, el 12 de marzo de 2005 en Guadalajara, sufrió tres.
"Aunque la otra también fue muy fuerte, esta es la más grave y dolorosa", reconoció el novillero.
Por la noche, el doctor Rafael Vázquez Bayod, quien junto a Raymundo Martínez y Antonio Brito lo operaron, estaba optimista.
"Evoluciona bien, aunque su estado es delicado todavía", aseguró el médico.
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