Así estuvo la ONCEAVA EN LA MÉXICO

Tarde desconcertante con Toros de 3 ganaderias y Toreros

incomprendidos

Alfredo FLOREZ

14/12/2008

Una tarde desconcertante fue la décimo primera de la temporada Grande en el coso capitalino. Primero porque en ella se lidiaron toros de tres ganaderías, la principal anunciada de La Punta que antaño fuera ganadería que con solo anunciarle ya el público sabia que habría espectáculo con solo verlos salir de toriles, con esa presencia y bravura que daban respeto a cualquier torero por principiante o figura que hubiera sido, hoy no fue así, aunque estuvieron bien presentados TODOS, incluido uno que fue ruidosamente pitado y que no tenia porque, pues cumplía sobradamente con los requisitos de edad, trapío y mejor aún con la bravura demostrada ante los caballos y en sus embestidas, aunque esto nunca se le tomo en cuenta por un público que no supo aquilatar lo que traía este y con los otros toros lo que hicieron los tres toreros, es más, podríamos asegurar que no fueron a verlos torear, pues hubo muchas distracciones y no les dieron la importancia que tuvieron los tres matadores ante ejemplares, incluido uno de Garfias con muchos kilos (550) y otro de Xajay que fue de regalo.

Y para mayores problemas, el joven matador Christian Ortega anuncio un toro de regalo, aceptado por el juez y finalmente no salió el toro que anuncio, simplemente, no se lo concedieron y si uno a Angelino que fue el de Xajay. (¿?)

José Luis Angelino se puede decir que protagonizo lo mejor de la tarde en sus tres toros, de capa, banderillas y muleta, donde se vio el esfuerzo del torero de Tlaxcala, pero poco comprendido por el público que estuvo distraído. Mejor fue en su segundo con el capote y un tercio de banderillas protagonizado por la familia Angelino, invitando José Luis a su padre el subalterno Joaquín Angelino “El Pulques” y a su hermano menor Gerardo, que arrancaron los aplausos más fuertes, “El Pulques” con un sensacional par al cambio saliendo con la taleguilla rota por un fuerte puntazo en la pierna, luego el matador José Luis con un sensacional par al cuarteo y cerro Gerardo con otro buen par para ser ovacionados en el tercio y luego en forma individual a “El Pulques” al terminar la faena de su hijo José Luis, que salió al tercio también. Regalo el de Xajay jugándose el físico en faroles de hinojos a portagaiola y en quite vistosos por cordobesinas y calecerina, banderilleo muy bien y de muleta el toro se le vino a menos despachándole de casi entera fulminante para ser ovacionado.

Christian Ortega tuvo una buena actuación con su primer enemigo al que le saco buenos lances, le banderilleo con soltura y de muleta le saco pases largos y templado sin faltar los adornos y los del desdén que le salen que ni pintados, mato de casi entera y salió al tercio con leves pañuelos que surcaron los aires de la plaza. Y su segundo fue el toro protestado sin razón de parte de un sector del público y no se le tomo en cuenta su labor. Quiso regalar uno y no lo dejaron porque no cumplió el protocolo de avisar a la empresa, al juez y al ganadero, aunque el juez si lo acepto públicamente, pero sin que estuviera de acuerdo este con las otras partes involucradas.

Y Fermín Rivera se vio también bien, sobre todo con su segundo toro al que le piso terrenos comprometidos y le saco pases de calidad, siempre con buen temple y mando, además de torearle con sabor y concluirle con estocada entera contraria pero solo para salir al tercio habiendo estado bien ante un público distraído que no le vio. En su primero estando aseado y esforzándose, no le tomaron en cuenta su labor y todo quedo en leves palmitas, aunque estuvo muy fallo con la espada y le tocaron un aviso.

Para el próximo domingo última corrida de la Temporada Grande donde se anuncia ganado de El Junco que viene por segunda ocasión en esta temporada esta dehesa. Nombres no dieron aunque suenan varios que no los han anunciado aún y estaban en el elenco.

TORILES.COM

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Cortan los triunfos en la México

Angelino compartío el segundo tercio en familia.

Foto: José Luis Ramírez

Desaprovechan matadores astados

Guillermo Leal

Ciudad de México (14 diciembre 2008).- Los triunfos que se habían venido suscitando a lo largo de la temporada en la Plaza México se interrumpieron, en una tarde en que los toreros no aprovecharon las bondades de los toros de La Punta, Garfias y Xajay.

El momento más importante fue cuando José Luis Angelino invitó a banderillear a su padre y a su hermano, quienes militaron en su cuadrilla.

Angelino lidió tres toros de diversas ganaderías. Su primero, de La Punta, que fue noble pero con poca transmisión; su segundo, de Garfias, que resultó soso, y uno de regalo, de Xajay, muy bravo aunque se apagó pronto.

Sin redondear ninguna de las tres faenas, Angelino mostró voluntad y ganas de agradar.

Con el de Garfias se produjo esa situación poco común en la que comparten el segundo tercio matador y subalternos,

pues normalmente es uno o los otros, sólo que en este caso, por el hecho de ser familiares Joaquín Angelino, papá, y

Gerardo, hermano, fueron ovacionados tras haber ayudado a José Luis.

Christian Ortega volvió a mostrar ganas y voluntad, pero insiste en venir a torear a la Plaza México sin haberlo hecho antes en otras plazas, desperdiciando la nobleza y calidad de su primer astado y no pudiendo hacer nada con su segundo, que era un toro en toda la extensión de la palabra, sólo que, por cariavacado, lo protestaron inexplicablemente.

El público estaba molesto porque con los tres primeros, que fueron buenos, nada sucedió. Su manera de manifestarse fue protestando injustamente al astado de La Punta.

Fermín Rivera, con el bueno, anduvo mal, y con el malo anduvo bien, saliendo a saludar al tercio.

El banderillero Alfredo Acosta, quien esta semana cumplió 60 años, salió merecidamente al tercio en el tercero de la tarde, mientras que Rubén Ávila se fue a la enfermería cuando el protestado lo mandó al callejón, sin herirlo de gravedad, milagrosamente.

REFORMA

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Corrida número once de la Temporada Grande

Fue Angelino el mejor librado

José Luis Angelino, Christian Ortega y Fermín Rivera estuvieron empeñosos en la Plaza México.

19:53:00

GUSTAVO MARES

Aunque no se cortaron orejas, el festejo de ayer en la Plaza México resultó muy interesante pues los tres diestros, cada uno en su estilo, no escatimaron esfuerzos con tal de agradar.

El mejor librado fue José Luis Angelino, quien estuvo por encima de sus enemigos. El primero de su lote tuvo calidad pero le faltó fuerza. El diestro de Apizaco anduvo lucido y por ello el público le aplaudió; su segundo, de Garfias, fue complicado. Aquí invitó a su padre y hermano, ambos subalternos, a cubrir el segundo tercio en uno de los momentos más emotivos de la tarde. Regaló un séptimo, de Xajay, con el que se jugó la vida pese a lo complicado del burel. Los aficionados le aplaudieron fuerte.

Christian Ortega fue ovacionado en su primero, en tanto que en su segundo, ejemplar protestado por el público, abrevió.

Fermín Rivera, empeñoso, un aviso en su primero y al tercio en su segundo.

Se lidiaron seis toros de La Punta, uno de Garfias y otro de Xajay, de juego desigual.

La nota gris de la tarde la dio una vez más el juez de plaza Roberto Andrade, quien dejó de manifiesto su incapacidad para ocupar el palco de la autoridad al aceptar el segundo toro de Christian Ortega.

Los aficionados se cansaron de gritar ¡otro juez, otro juez! así como el ya tradicional ¡uno, dos, tres… el juez!

OVACIONES

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CHRISTIAN ORTEGA NO TERMINA DE APROVECHAR A UN TORO BRAVO Y NOBLE

José Luis Angelino y Fermín Rivera,

en toreros...

GASTÓN RAMÍREZ -

15/12/2008 10:33

Son tardes como las de hoy las que ahuyentan al público de la plaza más grande del mundo. La raquítica entrada (unos dos mil quinientos paganos) estaba compuesta casi en su mitad por un nutrido grupo de reventadores quienes no dejaron de insultar a los ganaderos Vaca y al juez de plaza. Todo esto era previsible desde que fue rechazado el encierro de Autrique. A juzgar por las fotos -en Internet y los periódicos- de los toros que "no tenían trapío", el ganadero don Luis Autrique debe estar saboreando una merecida venganza después de ver lo que nos echaron hoy por toriles.

Aclararemos que el hierro de la Punta, propiedad de los hermanos Vaca Elguero, no tiene nada que ver con la legendaria ganadería de los Madrazo, aquella que dio lustre y dignidad a la Fiesta en México en la primera mitad del siglo pasado. Sin embargo, la cosa no iba tan mal en los inicios de la corrida, de hecho, los tres primeros estaban aceptablemente presentados. Y honor a quien honor merece, el segundo de la tarde fue bravo, noble y alegre. Que Christian no lo aprovechó del todo ,eso ya es otra cosa. Luego al respetable le sacaron de la chistera a un bicho enorme y malo de Garfias; a un novillote cariavacado del hierro titular (?) y a un sexto que carecía de raza. Por no hablar del de regalo, un animal de Xajay, grande y flaco que nunca dejó estar a Angelino. eroP, como es costumbre, vayamos por partes.

De la labor de José Luis Angelino en el que abrió plaza recordamos dos grandiosas verónicas por el pitón izquierdo, un enorme cambiado en los medios para iniciar la faena de muleta y el oficio elegante. Juzgue usted, ahí la gente le aplaudió al cornúpeta y se olvidó de la excelente labor del torero tlaxcalteca ante un toro soso, rebrincado y de mal estilo.

En su segundo turno, el torero de Apizaco pegó una media larga afarolada de rodillas en la que tragó como pocos. En el segundo tercio invitó a banderillear a su padre, el popular Joaquín, alias "El Pulques", y a su hermano Gerardo. Los tres protagonizaron un gran tercio de banderillas. Don Joaquín quebró al toro -un casi cinqueño, playero y con malas ideas- en los medios y aunque el burel lo lastimó clavó con valor y fue largamente ovacionado. El matador colocó un bonito par de poder a poder y su hermano, que es un gran rehiletero, clavó en terrenos muy comprometidos para que su padre luciera haciéndole un gran quite a una mano. La familia fue sacada al tercio en, quizá, el momento más emocionante del festejo.

José Luis se arrimó, se cruzó, trató de desengañar al bicho y le echó poder y valentía al asunto, pero ahí no había mucho que hacer. La estocada hizo rodar al toro como debe ser y le sacaron al tercio. El torero de Apizaco regaló un séptimo astado con toda la intención de agradar. Hubo afarolados de rodillas, algunos de panza, otros espléndidos; mandiles; medias largas; chicuelinas; esplendorosas tapatías y hasta el manguerazo de Nicanor Villalta. Más variedad y entrega con el percal está difícil. Lástima que no pudo redondear una faena larga y sabrosa, pero aquí tenemos a un torero muy valioso.

De la actuación de Christian Ortega habría mucho o poco que decir. Optaremos, para no aburrirle, por lo segundo. Le tocó en primer lugar un gran toro, fijo y de clarísima embestida, que hacía el avión y transmitía emoción al tendido. Christian hizo lo mejor que pudo y fue poco. No le faltó voluntad, pero dejó ir por lo menos dos orejas. Si se hubiera arrimado más, si hubiera ligado y le hubiera puesto clase al trasteo estaríamos hablando de una faena inolvidable, mas el milagro es esquivo y cuando se torea poco, la suerte en el sorteo suele pasar inadvertida.

Para colmo de males, el segundo de su lote fue motivo de una bronca soez y tremebunda. No digo que los trogloditas de sol no tenían razón, pues la sabandijita era indigna del coso máximo. Sin embargo, Christian dudó mucho, llegando incluso a preguntar -a manera de referéndum- a sus partidarios si debía despachar al torito o intentar torearlo. Total, se lo quitó de enfrente con prontitud no sin antes anunciar que regalaría un sobrero. Para más INRI, al final de la corrida, cuando no salió el octavo de la tarde, se rumoraba que a la hora de la hora no hubo dinero para pagar por el burel. En fin , como de pueblo...

Fermín Rivera estuvo bien y muy torero. No podíamos esperar menos del bisnieto de Martín Agüero, del nieto de Fermín Rivera y del sobrino del añorado Curro. Vestido como un príncipe le puso sapiencia y arrojo a sus dos faenas, no obstante, sus toros carecieron de nobleza y fueron muy deslucidos. Podemos decir que en el tercero lo intentó todo y por todas partes, pero el toro no pasaba y le echaba la cabeza arriba a la menor provocación. En el que cerró plaza se pegó el arrimón con clase, algo digno de verse, pero que casi nadie valora hoy en día. En ese mismo toro y para contribuir al surrealismo o la ramplonería de La México, se fue la luz. Dígame usted si esto es serio.

Al finalizar esta penúltima corrida los cabales no sabían si echarle la culpa del triste balance al juez, a la empresa o a los ganaderos, pero en lo que el aficionado está de acuerdo es en que siempre y todavía tenemos buenos toreros, sólo falta que les den verdaderas oportunidades.

FICHA DE LA UNDÉCIMA CORRIDA DE LA TEMPORADA EN LA MÉXICO

La México (México). Domingo 14 de diciembre. Unas 2.500 personas.

Cinco toros de La Punta, desiguales de presentación y de juego. 3º bravo y 5º muy mal presentado. Un toro de Garfias (4º), complicado y uno de regalo de Xajay (7º), descastado.

José Luis Angelino, silencio, ovación con saludos y ovación.

Christian Ortega, ovación con saludos y silencio.

Fermín Rivera, silencio y ovación con saludos.

Burladero.com