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Gran Tarde de Pablo Hermoso de Mendoza que corto un rabo aunque este fue protestado
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Alfredo FLOREZ | 22/02/2009 | ||
Una corrida de gran éxito para el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza fue la que tuvo en el coso capitalino, donde cortó un rabo, mismo que fue protestado y que dejo en manos de su cuadrilla, pero esto no óbice para que fuera la mejor tarde que se le ha visto en este ruedo capitalino, donde tuvo dos magníficas actuaciones, la primera de ellas con el toro que abrió plaza de nombre “Pame” de la ganadería de “Los Encinos” que fue un toro con embestidas de clase y buen son, aprovechadas por el rejoneador navarro quien se lucio en grande con sus jacas toreras “Estella”, Chenel”, “Ícaro” y “Pirata”.
Toriles.com
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Rechaza Pablo un rabo precipitado
Hermoso de Mendoza dejó el rabo con los subalternos.
Foto: José Luis Ramírez
Ricardo Balderas concedió un precipitado rabo que Hermoso regresó a los subalternos
Guillermo Leal
Ciudad de México (22 febrero 2009).- Pablo Hermoso logró que treinta y cinco mil personas hicieran ayer la mejor entrada de la temporada en la Plaza México... Y el rejoneador navarro, quien reapareció después de tres años, no les falló.
Estuvo a la altura, maduro, torerismo y sobre todo pundonoroso al rechazar el rabo que indebidamente el veterano juez Ricardo Balderas obsequió en el cuarto de la tarde.
El público le tributó una ovación de gala cuando lo hizo y comenzó a dar la vuelta al ruedo con dos merecidísimas orejas.
Para la estadística: Pablo tuvo momentáneamente en sus manos el rabo 123 en la historia de la monumental.
Lo de menos fueron los trofeos, lo verdaderamente importante resultó observar a un jinete elegante, valiente, dominador y sobre todo, muy maduro.
Una soberbia figura del rejoneo, para acabar pronto.
Un hombre que cabalgó con seguridad aprovechando la bravura y emotividad de "Pame", su primer astado de Los Encinos con el que estuvo certero al clavar rejones, banderillas largas y cortas, a una y dos manos.
Un rejoneador que toreó templado y majestuoso con sus cabalgaduras sobre todo con "Chenel", al que metió al terreno de las tablas en lances increíbles.
La faena estaba en la cúspide y Pablo falló cuatro veces con el rejón de muerte y entonces sí, se le fue el rabo.
La expectación por verle en el cuarto era aún mayor que en su primero. El toro "Conín", también bueno, aunque menos emotivo, le ayudó a realizar otra gran obra en la que lució a "Fusilero", con el que dio seis piruetas a milímetros de los pitones.
El público, casi los 35 mil estaban de pie coreando cada paso de sus caballos, cada movimiento de Hermoso que ahora sí dejó entero el rejón de muerte.
Cuando Pablo corría como niño emocionado al centro del ruedo porque estaba consciente de sus dos faenas con el público extasiado, vino el yerro del octagenario juez Ricardo Balderas quien sin mediar levantó el pañuelo verde, lo que el público rechazó abucheando la decisión.
Pablo, honesto, dio la vuelta con dos orejas y en compañía del ganadero Eduardo Martínez Urquidi, quien trajo a la México un buen encierro, muy bien presentado, bravo y con el que volvió a darle a su ganadería el buen sitio que había perdido.
Después de ésta, se despidió de la profesión tras 28 años de actividad como subalterno.
Octavio García "El Payo" mostró sus buenas maneras con su primero en una faena de altibajos, y también su indiscutible valor con el sexto, aunque es evidente que aún está muy verde, pero tiene todo para ser un buen torero. Mató al cierraplaza en medio de los cojines que el público irresponsablemente lanzó a la arena.
Para Jerónimo, la corrida pasó de noche, le rebasó la presión y no estuvo en la plaza.
El teléfono. (Foto: Alejandro Guzmán)
Fecha: 2009-02-22
GUSTAVO MARES
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza dictó cátedra de lo que es torear a caballo, ayer en la Plaza México que registró una extraordinaria entrada.
El jinete navarro aprovechó cabalmente los dos extraordinarios toros de Los Encinos que le tocaron en suerte.
El primero de su lote llevó por nombre “Pane”. Fue un toro codicioso de buen estilo y que arrancó la ovación popular en cuanto saltó al ruedo.
Montando a “Estella” comenzó rodando al toro para fijarlo en la cabalgadura. Todo lo que hace Pablo tiene una razón de ser.
Después sacó a “Chenel” con el que realizó recortes en un palmo de terreno. Cabalgando de costado y con el toro bien prendido al estribo, cambiaba el recorrido de caballo y toro para pasar muy cerca de las tablas en momentos inverosímiles que pusieron al público de pie.
No conforme con eso puso banderillas a dos manos.
El tercer caballo que utilizó fue “Icaro” y como si se tratara de un torero, la cabalgadura daba el pecho a la hora del embroque. Cuando Hermoso de Mendoza clavó las banderillas, la emoción estaba ya a flor de piel.
La cereza en el pastel llegó con uno de los caballos estrellas, el ahora famoso “Pirata” con el que hizo espectaculares quiebros, además del desplante del teléfono.
Con los aficionados en un puño por la intensidad de su faena se tiró a matar, pero el gozo se fue al pozo porque pinchó cinco ocasiones antes de acertar con el rejón de muerte.
Los aficionados le aplaudieron fuerte a Pablo pero también a los restos del gran “Pane” que merecieron los honores de la vuelta al ruedo.
OTRA JOYA
Pero Hermoso de Mendoza es un torero que siempre va a más, por eso es primera figura del toreo a caballo.
El cuarto de la tarde llevó por nombre “”Conin”, marcado con el número 440 y 525 kilos. A ese burel lo recibió montando a “Dali”. Fue muy importante lo que logró en esa primera parte de la lidia pues aumentó las cualidades del burel y lo fijó plenamente en las cabalgaduras para lucirse más adelante.
El turno del caballo “Silveti” llegó y con él puso certeramente las banderillas.
Después sacó a “Fusilero” y los aficionados le aplaudieron de pie porque llevaba al toro bien prendido a la grupa para posteriormente hacer varios giros en la cara del astado, con temple y mando.
Pero si con “Fusilero” esos giros causaron impacto, cuando volvió a salir el caballo estrella, “Pirata”, esos mismos giros alcanzaron niveles de paroxismo y es que pareciera que esa cabalgadura se sintiera torero.
Al primer viaje acertó con el rejón de muerte, que no hoja de peral pues fue proscrita hace mucho tiempo.
El juez, ni tardo ni perezoso le otorgó las dos orejas y el rabo, el 123 que se otorga en la Plaza México, y el cuarto de esta temporada.
Muchos aficionados protestaron los máximos trofeos. Pablo, en una actitud honesta, tiró el rabo y sólo se quedó con las orejas. La ovación fue ensordecedora.
Los restos de ese toro merecieron con toda justicia el arrastre lento.
Así, el maestro español dio una emotiva y triunfal vuelta al ruedo con las dos orejas y mejor aún, con el cariño del público capitalino.
GRAN ENCIERRO
Muy contento debe estar el criador Eduardo Martínez Urquidi, propietario de Los Encinos, por el gran juego de sus toros.
El encierro que envió estuvo bien presentado y con bonitas hechuras. Si destacaron los de Pablo fue porque supo darles la lidia adecuada. Los toros para los diestros de a pie hubieran lucido más en otras manos.
No cabe duda que Los Encinos es, actualmente, una de las mejores ganaderías que hay en nuestro país.
LO DEMÁS
Los diestros de a pie no tuvieron una actuación afortunada.
Jerónimo no se acomodó con sus dos enemigos. Silencio y pitos tras un aviso fue el balance de su actuación.
Octavio García “El Payo”, quien lució en sus quites por gaoneras, tuvo silencio en su lote.
OVACIONES
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Pablo Hermoso de Mendoza. Tarde triunfal en la México.Foto: Alejandro Gallardo/ESTO
23 de febrero de 2009
Pablo Hermoso de Mendoza, extraordinario
Y como siempre, el juez de plaza opacó la tarde
Miguel Ángel García
Simple y sencillamente es un rejoneador fuera de serie.
La espera de dos años para volver a ver en la capital al caballista Pablo Hermoso de Mendoza en la plaza capitalina, valió la pena.
Lejos de perder seguidores en el magno escenario por su ausencia, al parecer los "istas" del rejoneador se incrementaron al triple, como quedó constatado ayer con la entrada que logró el caballista y que sin duda ha sido la mejor de toda la temporada. Lleno en el numerado, lumbreras, palcos y prácticamente la mitad en el tendido general. Y todos, absolutamente todos, quedaron enteramente satisfechos con las soberbias actuaciones del rejoneador navarro, que verdaderamente ha estado espectacular y luciendo como nunca junto con su cuadra de caballos estrellas.
Lástima que el juez de plaza, Ricardo Balderas, haya opacado la comparecencia de Pablo Hermoso, que aunque todo quedó en un mal momento, es incomprensible lo que sigue sucediendo en el biombo de la autoridad, lo cual muestra una terrible falta de criterio y dirección. Al final, Pablo salió a hombros ante el contento general de la afición.
Por su parte, Jerónimo salió con la suerte de cabeza y en sus dos toros el público se metió fuerte con él, ya que no le perdonaron ningún error y le exigieron a tope. En ambos toros fue abucheado y para malas, a los dos los pinchó, lo cual avivó más el fuego y todo terminó yéndose al traste.
Y Octavio García "El Payo" no terminó de redondear ni estructurar faena alguna, a pesar de haber contado con dos ejemplares que permitieron triunfos mayores. Da la impresión que Octavio está olvidando su calidad de torero y en el ruedo parece que quiere hacer todo al mismo tiempo. Eso sí, continúa en su línea de valor, entrega y decisión y aunque no ligó series largas, dejó bonitos detalles. En su primero salió al tercio y en su segundo, tras varios pinchazos, se retiró en silencio.
BIOMBO, SIN CRITERIO NI DIRECCIÓN
Ahora el papelazo estuvo a cargo del juez Ricardo Balderas.
Y es que Pablo, tras haber rubricado de un rejonazo su segunda faena, la cual había estado de maravilla, el público sacó los pañuelos para pedir los trofeos, sin embargo, nunca se imaginaron que el juez sacara rápidamente el pañuelo verde para concederle el rabo. El público se enardeció y lo protestó airadamente, a lo que el juez se levantó de su lugar y nuevamente sacó el pañuelo verde, como diciendo, según sus ademanes, "pues le concedí un rabo, ¿qué no querían eso? Lo que nunca entendió es que la afición únicamente pidió las dos orejas, lo cual le demostraron a Pablo cuando éste recibió el rabo de parte del alguacilillo, ya que tremenda bronca le han pegado. Acertadamente el rejoneador se deshizo del rabo y solamente dio la vuelta al ruedo con las dos orejas, lo cual, ahora sí, le aplaudieron con fuerza.
GANADO DE PRIMERA
El ganadero Eduardo Martínez Urquidi mandó cinco toros muy bien presentados, que llegaron al castigo con fuerza y que se dejaron meter mano sin problema alguno. Los dos toros para rejones fueron muy buenos, tuvieron recorrido y transmisión; de hecho han sido los mejores del encierro. El primero recibió vuelta al ruedo y el segundo tuvo arrastre lento; el resto fue aplaudido en el arrastre. Nos faltó mencionar un toro, para así completar los seis, fue el lidiado en quinto lugar, el negro en el arroz. Fue un toro alto, parecía caballo y se quedó parado por, quizás, exceso de castigo. El ganadero dio vuelta al ruedo con Pablo, en su segundo toro.
DETALLES
El ruedo de la Plaza México dio la bienvenida a los presentes con el clásico arreglo floral, que lució esplendoroso para recibir a público y toreros. Luego del paseíllo la gente llamó al tercio al matador Jerónimo para ovacionarlo, posteriormente hizo lo mismo "El Payo" y por la puerta de caballos salió Pablo, al que más fuerte le aplaudieron.
Mientras los monosabios recogían el arreglo de flores, el juez pidió por el altavoz un minuto de aplausos en memoria de Conchita Cintrón, recién fallecida. Como decíamos, la entrada superó a todas las anteriores y aunque la fiesta se vio amenazada por un cielo gris, al final ni una gota cayó.
SE FUE GRAJALES; CRISTIAN, EN SUS MEROS MOLES
Antes de que saltara al ruedo el quinto toro, se cortó la coleta el subalterno Fernando Grajales, a quien sus hijos le retiraron el añadido. El torero de plata dio una vuelta al ruedo bajo el son de Las Golondrinas, mientras que se despedía de todos sus compañeros.
Y, mientras un subalterno se va, otro se encuentra en su mejor momento. Se trata de Cristián Sánchez, quien una vez más se llevó una sonora ovación tras haber tenido un excelso desempeño con las banderillas, en el primer toro de Jerónimo.
PABLO EL MAGNÍFICO
Pablo Hermoso de Mendoza ha hecho un compendio del bien torear a caballo, luciendo extraordinario con rejones y banderillas, tanto largas como cortas y a dos manos. En sus preciosos caballos, Pablo toreó a sus ejemplares templadamente y exponiendo al límite de la cornada; de costado, a la grupa, Pablo lleva embebidos a sus enemigos pegado a tablas por todo el ruedo. Parece que los pitones alcanzan a sus equinos, ya que las cornamentas rozan las ancas de los caballos, lo que hace que el público aplauda y grite de emoción. Con su caballo Fusilero, Pablo logró piruetas en la cara del toro de alto grado de dificultad y lo consiguió hasta tres veces seguidas, lo que alborotó a toda la parroquia hasta el clímax. Ejecuta las banderillas cortas con suma facilidad, lo mismo que banderillas largas a dos manos y remata con el "teléfono" sus faenas, alcanzando el éxtasis de los tendidos. Y con Chenel, cuando lleva al toro con el caballo de costado, éste hace un recorte con la cola que asemeja un desdén, de antología.
En su primer toro, Pablo dejó tres banderillas largas, tres cortas y un par a dos manos; este toro lo pinchó y sólo salió al tercio.
En su segundo astado, el rejoneador dejó tres banderillas largas, tres cortas y un par a dos manos; dejó un certero rejonazo y recibió las orejas y el rabo, siendo protestado este último, y que mejor lo tiró.
JERÓNIMO
En su primer toro, sólo detalles, poco entendimiento con el toro y un público que se le fue encima; pinchó y se retiró en silencio.
En su segundo, malo el toro y Jerónimo que no pudo enganchar pase alguno, amén de la bronca que no le paró por parte de los tendidos. Para malas se dio a pinchar, culminando su trasteo con el descabello y con un aviso, más el abucheo que al final le brindaron.
"EL PAYO"
Octavio García no desmaya en valor y entrega. En su primer toro sobresalió el quite por chicuelinas, bien plantado y ni parpadeó. Luego, tras brindar su toro a Javier Aguirre, el torero inició por péndulo, como si fuera un poste; le prosiguieron detalles por el lado derecho e intentó lograr dosantinas y manoletinas. Se tiró a matar y tras un pinchazo y estocada, salió al tercio.
Con su segundo estuvo por la misma tesitura, sólo que esta vez los quites fueron por chicuelinas y con la muleta se ausentó de su calidad que atesora y hasta en varias ovaciones fue desarmado. La gente ya comenzaba a retirarse y mejor se tiró a matar, dándose a pinchar y todo quedó en silencio.
A JAVIER AGUIRRE
El brindis de la tarde
EL brindis de la tarde fue el que Octavio García "El Payo" hizo al técnico de futbol Javier Aguirre, quien se llevó una cerrada ovación.
ESTO DIJERON
Estoy muy contento porque mis dos faenas fueron distintas. Me gustó la primera porque el toro fue muy emotivo. La segunda fue de más".
Pablo Hermoso de Mendoza
Rejoneador
Mi primero se dejó torear y me gustaron las chicuelinas y el segundo se paró pronto. Las gaoneras fueron muy ajustadas".
Octavo García "el Payo"
Matador de toros
Me gustaron los primeros cuatro toros, el quinto se dejó y el sexto se paró. Me gustaron los toros de Pablo. El segundo de Jerónimo también me gustó".
Eduardo Martínez Urquidi
Ganadero
ESTO
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