Fermín Spínola corta Oreja y se les va por delante a Ochoa y Perera
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Alfredo FLOREZ | 15/02/2009 | ||
La corrida que envió el ganadero de “Montecristo” tenía todas las características de que habría de ser una gran corrida de toros, pero como dicen los taurinos, “los toros no tienen palabra de honor” y así se fueron desdibujando cada uno de los toros que salieron por toriles, que teniendo buena presencia, que acudieron a los caballos, aún sin matarse en ellos, pero que parecían que habrían de dar buen resultado, finalmente dieron al traste con la corrida, al sosear, salir débiles e incluso algunos haciendo cosas raras y escupiéndose de las suertes. Con estos toros que el mismo ganadero don Germán Mercado Lamm salió desilusionado.
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Toriles.com
Fermín ´Spínola.
GUSTAVO MARES
El diestro mexiquense Fermín Spínola cortó la única oreja del maratónico festejo celebrado este dommingo en la Plaza México, donde la corrida estuvo a pocos minutos de alcanzar las cuatro horas de duración.
La tarde no había tenido mayor relevancia debido al descastado encierro de Montecristo, que envió toros bien presentados pero, dirían los colegas españoles, “poco contenido”.
Fue hasta que salió el quinto ejemplar de lidia ordinaria que cambió ligeramente el panorma y es que Fermín no escatimó esfuerzos y buscó el lucimiento en todo momento.
En la recta final del trasteo toreó por manoletinas y fue prendido de manera dramática por el vientre, por unos segundos se pensó lo peor.
Afortunadamente la Divina Providencia cuidó al diestro que se incorporó y volvió a la cara de su enemigo para cortarle una oreja que tuvo división de opiniones.
Lo más relevante de Fermín con el primero de su lote fue el brindis que le hizo a Tom Lasorda, exmánager de los Dodgers.
Por lo demás, cubrió los tres tercios con muchas ganas, pero su enemigo careció de buen juego y bravura.
ESPADA SIN FILO
Fernando Ochoa escuchó un aviso en cada uno de sus ejemplares y decidió regalar un séptimo de Xajay, con el que trazó una faena de altos vuelos.
De inicio el toro quería rajarse, pero después de picado fue a más y le permitió al michoacano pergeñar un trasteo templado, emotivo y artístico que pudo redituarle en el corte de las orejas de no haber fallado con el acero por lo que dio la vuelta al ruedo tras escuchar un bocinazo de la autoridad.
Hay que subrayar la gran actuación de su banderillero Armando Ramírez, quien salió dos veces al tercio luego de lucirse con los garapullos.
Ojalá que otros subalternos siguieran el ejemplo de Armando, que ayer hizo recordar lo interesante que puede llegar a ser el segundo tercio.
PERERA INÉDITO
La de este domingo no fue una tarde afortunada para Miguel Angel Perera. Es cierto que dejó constancia del sitio y oficio que atesora, pero no tuvo material a modo para encontrar el triunfo.
Saludó desde el tercio luego de pasaportar al tercero de la tarde; en el sexto oyó un aviso. Regaló un octavo ejemplar, de Xajay, con el que fue ovacionado.
OVACIONES
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LA única oreja de la t
arde fue para Spínola. Foto:
Juan Ramos / ESTO
16 de febrero de 2009
Fermín Spínola no cree en nadie
Horacio Soto
Fermín Spínola está que no cree en nadie y va que vuela rumbo a la cumbre y así lo demostró ayer en la Plaza México al cortar la única oreja de la tarde luego de una meritoria faena que coronó con un estoconazo, demostrando que quiere ser una figura del toreo sin mirar a los lados, siempre de frente hacia ese punto brillante, que cada día se acerca más.
Con el apéndice que cortó ayer ha sumado cinco auriculares y en las cuatro salidas que tiene en la plaza capitalina, no ha dejado de "tocar pelo" y se ha colocado como un gran triunfador.
Desde luego, Fernando Ochoa tampoco se queda atrás, pero por fallar con la espada se le escaparon ayer las orejas y manchó un tanto su desempeño, principalmente en el de regalo, en que realizó una faena de arte macizo.
Y Miguel Ángel Perera en esta ocasión salió con las manos vacías, no sin antes demostrar que es un profesional, un torero de entrega con afición y ambición, que no está dispuesto a dejar pasar a nadie.
Ahora quien se llevó las ovaciones más sonoras con dos salidas al tercio es el subalterno Armando Ramírez "Bambam", quien en los toros de Fernando Ochoa clavó sendos pares de banderillas con elegancia y sin buscar el aplauso, además, junto con Alejandro Prado, han puesto de moda llevar a una mano a los toros a los burladeros sin molestarlos con tanto capotazo.
Volviendo a los matadores hay que decir que las "espadas no tienen palabra de honor", pues en la previa de la corrida mencionamos que venían con las espadas afiladas y resulta que el único que trajo un estoque con filo fue Spínola, al cortar la única oreja.
EL FESTEJO
El entusiasmo para este festejo, a pesar de que en el cartel estaban anunciados tres de los triunfadores de la actual temporada, no alcanzó a desbordarse, pero sí ha interesado y la plaza registró algo así como un tercio de entrada, digamos unas 15 mil personas entre público y aficionados. En una tarde con sol brillante y sin viento, propia para una corrida de toros, en que no había pretexto para no triunfar.
Esta corrida resultó de larga duración, pues se lidiaron ocho toros terminando cuando la noche envolvía a la plaza.
Los toros que se regalaron fue debido a que en los toros de la lidia ordinaria no se había registrado un gran triunfo a excepción del de Spínola, ya que los toros de Montecristo que reaparecían en el embudo de Insurgentes, luego de tres temporadas, había expectación y no se cubrió ese clima y dieron al traste con el festejo.
Germán Mercado Lamm envió un encierro de aceptable presentación, bien comidos, y hasta cierto punto gordos, con kilos que no les permitió desplazarse normalmente y dieron la impresión de debilidad. Aunado a eso dieron un juego bastante irregular, toros desrazados, descastados y sin pizca de bravura. Fueron demasiado flojos para los caballos y algunos se fueron con un refilonazo. Todos fueron pitados en el arrastre, menos el primero que fue aplaudido.
Los dos de regalo fueron de Xajay con un toro extraordinario para el que ya hubo tentativa de indulto y todo quedó en arrastre lento y prácticamente fue el que salvó la corrida y otro que fue un garabato que no permitió florituras.
FERNANDO OCHOA
El diestro michoacano Fernando Ochoa vino por la consolidación y pensamos que aunque no cortó orejas, ya está de lleno en el ánimo del público, pero por sus fallas con la espada no la alcanzó. Hizo tres faenas diferentes y en las tres predominando la clase, la calidad, el arte y el temple y la faena que le hizo al de regaló (56, Carpintero, con 490 kilos) fue una pieza de arte que ahí queda primero al torear de capa en verónicas y en chicuelinas para llevar al toro al caballo, que hicieron estallara de entusiasmo al público y con la muleta, en el centro del ruedo, inició los primeros toques para burilar su obra. Cambiado por la espalda para seguir por ayudados y el de pecho para seguir con toda clase de pases por ambos lados, en ayudados y naturales en redondo con un temple que detenía el tiempo entre el contento general. Dos dosantinas a tiempo perdido y seguir con más muletazos por ambos lados. Y vino la desilusión cuando señaló un pinchazo; luego citó a recibir sin efecto y sonó un aviso y terminó al primer golpe de descabello. Petición de oreja que no se concede, arrastre lento al toro y vuelta del michoacano por esa faena fenomenal que ahí queda.
En su primero también cuajó una faena con arte, temple y variada y se hizo aclamar desde los doblones aterciopelados para seguir con muletazos con hondura, con profundidad, llevando al toro muy pegado a la franela. Una faena bien ensamblada sin que le tocara la muleta. Señaló tres pinchazos, aviso, otro pinchazo y estocada y aplausos al retirarse y salida al tercio. Aplausos al toro, que finalmente se entregó.
Su segundo se quedaba corto, no repetía, pero le dio muy buenos muletazos, buscando a toda costa el triunfo que no llegó. Alargó el trasteo y sonó un aviso sin entrar a herir, Estocada caída y pitos al toro y silencio para el torero.
FERMÍN SPÍNOLA
Fermín Spínola también venía por todas y no escatimó esfuerzos para dar lo mejor de él, pero su primero no le respondió. Cubrió el segundo tercio llevándose sonoros aplausos. El toro se quedaba corto, pero le fue extrayendo los muletazos y adornos por ambos lados. Al final el toro quiso pero ya no dio para más y Spínola aprovechó ese momento. Mal con la espada y hasta un aviso escuchó. Pitos al toro y silencio para el torero.
Con su segundo también estuvo tesonero y le cuajó una faena de mucho mérito por ambos lados y con temple. Pases sueltos de gran valía y arte. Terminó con manoletinas y fue prendido, pero sin consecuencia. Se fue por derecho para una estocada hasta la empuñadura. Una oreja y pitos al toro.
PERERA
El diestro español Miguel Ángel Perera no tuvo la suerte de otras tardes y salió con las manos vacías, pero por él no quedó. Una vez más hizo gala de torerismo, de valor, de sitio y con muchas ganas de triunfar y que se le reconozca en México como un torero importante. Tuvo momentos extraordinarios. Estuvo exponiendo le reconocieron su actitud. Sus toros tampoco se prestaron para mayor lucimiento, pero él estuvo machacón, voluntarioso y buscando salir con lauros. Perera sacó las espadas romas. En su primero pinchazo, estocada y pitos al toro y él al tercio. En su segundo estuvo valiente sin duda y con momentos brillantes, pero sin cuajar. Nuevamente se dio a pinchar. Pitos al torero. Muy torero estuvo en el de regalo, machacón, voluntarioso sin beneficio alguno. Media estocada sin efectos hasta que los peones le sepultaron el estoque antirreglamentariamente.
ESTO
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Guillermo Leal
Ciudad de México (15 febrero 2009).- El diestro capitalino Fermín Spínola fue el único que pudo cortar oreja en una de las corridas más largas en la historia de la Plaza México, como fue la de esta tarde, donde, desafortunadamente el encierro de Montecristo, pocas oportunidades de triunfo dio.
Spínola estuvo muy valiente con el quinto, jugándose la vida y consiguiendo a toda ley cortar la oreja.
Fernando Ochoa y el español Miguel Ángel Perera, quienes también batallaron con su lote, decidieron regalar un toro de Xajay, cada uno.
Ochoa realizó una gran faena ante la bravura del séptimo de la noche, pero que malogró con la espada y terminó por dar una merecida vuelta al ruedo.
Perera no se encontró con su segundo, salvo por algunos momentos.
Después de cuatro horas de festejo, concluyó al corrida número 19 de la temporada, en espera de que el próximo domingo Pablo Hermoso de Mendoza, Gerónimo y Octavio García "El Payo", con toros de Los Encinos y de Rancho Seco, para rejones, escriban otra historia.
REFORMA
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