Desbordante tarde en La Chona

3 de febrero de 2009

Ocho orejas y dos rabos entre "Zotoluco", Juli y Mora

Miguel Ángel García

ENVIADO ESPECIAL

Encarnación de Díaz, Jalisco.- Un éxito rotundo ha resultado la tarde de ayer en la plaza de toros La Chona y quedará escrito para la historia de este coso el espectacular lleno que se registró, muy bien compensado con los dos rabos que se cortaron y la explayante actuación de los diestros actuantes. La gran afición de este lugar coreó con fuerza las faenas de Eulalio López "Zotoluco", Julián López El Juli y Víctor Mora, quienes han desquiciado de arte y entrega el ruedo de Encarnación.

Esta tarde hizo su presentación la empresa Promotoreando, reconocida por el espectáculo que llevó a esta región de Jalisco. Ahí estuvieron los responsables de la organización, José Manuel Espinosa, Alejandro Martínez Vértiz y Álvaro Borbolla, quienes dejaron gente afuera de la plaza por no tener más boletos impresos. Sin embargo, al final todo aficionado pudo disfrutar del gran espectáculo taurino. Estuvo presente gente de Aguascalientes, Michoacán y San Luis Potosí, lo cual manifestó que el cartel era obligado a presenciar.

Los matadores actuantes han dejado en la arena obras de suma calidad, valor y torerismo a tope, fue una corrida con furor taurino y éxtasis sin igual.

LE EXIGEN Y NO ES PARA MENOS

La gente de los tendidos no dejó de corear las maravillosas faenas de los alternantes; a "Zotoluco" le exigieron como nunca, no le permitieron error alguno y es normal, ya que es una figura del toreo. Eulalio logró dos faenas de maestro, vaya, que no ha tenido mucha suerte en el sorteo desde la tarde en Torreón, sin embargo, ha regado mucha maestría, comprendida por algunos aficionados y pitada por otros más que no se conforman con verlo solamente arrimarse, sino que desean mirarlo correr la mano con arte como lo ha estado haciendo en las últimas fechas. Pero cuando no existe tela de donde echar mano, simple y sencillamente no se puede hacer más. Eulalio exprimió a sus toros y sacó a relucir sus mejores cartas de gran maestro; en su primer toro escuchó una gran ovación y en su segundo cortó las dos orejas, tras un trasteo excelente con capa y muleta.

EL BIEN QUERIDO JULI

Julián López va a más en su campaña mexicana; esta tarde ha reventado de disposición y entrega, no se limitó absolutamente en nada y estuvo a la altura del gran ambiente que tuvo el festejo. El torero carismático de España, y bien querido en México, salió del ruedo cargado de trofeos, nada más se llevó cuatro orejas y un rabo, con lo cual dejó patentado su sitio de gran figura del toreo mundial.

El Juli es amado de pies a cabeza, la gente le aplaude hasta cuando se acaricia el cabello y faltan palabras para expresar la emoción que le profesan al torear con la capa y muleta, es una persona admirada y deseada, lo cual compensa con su torería de gran maestro y valentía a rayar. En el ruedo no es más que un espada deseoso de hacer su mejor papel, él mismo se olvida de ser el Juli y se convierte en un matador fenomenal, quien dedica su espacio a su expresión de maestro y figura del toreo. En su primer toro cortó dos orejas, superando lo hecho en su segundo astado, al cual le cortó las dos orejas y el rabo.

EN PRÍNCIPE DEL TOREO

Ahora sí vimos a un Víctor Mora vestido como un príncipe, muy elegante y fino de punta a punta. El torero hidrocálido lució un terno blanco y oro que ya hubiera querido algún Dios del toreo. El joven espada engrandeció la tarde con sus ganas desmedidas y se puso al tú por tú con las dos figuras que tuvo de alternantes. Mora consiguió dos faenas de suma sapiencia y cortó el rabo de uno de sus astados, aunque no fue meramente aprobado por toda la plaza. Víctor se anotó una tarde que otros toreros hubieran deseado, amén de su enorme entrega y ganas de agradar al público, claramente se ha visto un avance marcado en su quehacer taurino, en sus formas y estilo. El jovencito, que inició prácticamente en los brazos del empresario José Antonio González, ahora se ha desenvuelto con mayor calidad y sentimiento, no ha desentonado en lo más mínimo y se llevó dos orejas y un rabo, dignos de su entrega y muchas ganas que estuvieron a la altura de los dos maestros con los que alternó.

GRAN TARDE DE LOS "ARMILLA"

El ganado de Armilla Hermanos fue la gran cereza del pastel, se lidiaron siete astados -uno se despitorró y fue regresado a los corrales- que se lucieron con su encastada bravura y calidad. Hubo vueltas al ruedo para los despojos de uno de los toros y en el ruedo se lucieron en la vuelta al ruedo los maestros del torero y ganaderos, Fermín y Miguel Espinosa "Armillita", así como la cuarta generación, Fermincito. Los toros llegaron fuertes al caballo y ante el torero de a pie enseñaron calidad, nobleza y bravura.