Triunfa Ochoa con Xajay
El michoacano está decidido a volver a los primeros planos de la torería mexicana.
Foto: Marcos Ruiz
Difícil resultó la tarde para Federico Pizarro quien oyó un aviso y pitos después de que a su primero nunca le encontró la distancia
Guillermo Leal
Ciudad de México (1 febrero 2009).- El vínculo entre la ganadería queretana de Xajay y el torero michoacano Fernando Ochoa se ha estrechado más después de que éste cortara dos orejas en su reaparición tras haber indultado al toro "Pa' Enero" en diciembre pasado criado también por Xavier Sordo Bringas.
Las dos faenas del michoacano tuvieron variedad, hubo emoción y por momentos mucho y buen gusto. La mejor fue la de su primero, un toro bravo, emotivo y con mucho recorrido al que Fernando entendió muy bien y después de haberle matado, le cortó la oreja y el juez Ricardo Balderas concedió el arrastre lento para el astado.
En su segundo Ochoa inició muy bien su faena con un toro que embestía con gusto cuando iba hacia tablas, no así cuando lo hacía a los medios y ese fue el punto medular por el que quizá la faena, que le brindó a Carlos Loret de Mola, no terminó por romper, aunque hubo buenos muletazos. La estocada terminó siendo entera, ligeramente caída y la petición de la mayoría de los ocho mil espectadores, lo suficientemente mayoritaria para que se le concediera su segunda oreja.
El michoacano está decidido a volver a los primeros planos de la torería mexicana y con esa actitud seguramente lo va a lograr.
Difícil resultó la tarde para Federico Pizarro quien oyó un aviso y pitos después de que a su primero, justo de presencia, pero que fue muy bueno, nunca le encontró la distancia, y aunque en su segundo salió con más entrega para revertir el mal ambiente lo consiguió a medias.
Imposible que el español José María Manzanares triunfara con los dos únicos toros malos del buen encierro de Xajay. El alicantino luchó contra el viento, contra lo malo de sus toros y cumplió decorosamente. Oyó un aviso tras matar a su segundo que fue un toro chico.
REFORMA
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Fernando Ochoa cortó dos orejas; anuncian cartel de aniversario
Plaza México: Arte mata todo
Fernando Ochoa tuvo una triunfal tarde este domingo en la México, por cierto, ya hay cartel del 5 de febrero.
21:14:00
GUSTAVO MARES
El diestro Fernando Ochoa ratificó este domingo en la Plaza México, la más grande del mundo, que atraviesa por un gran momento anímico y técnico. El michoacano aprovechó cabalmente sus dos toros de Xajay a los que les cortó sendas orejas ante el contento público.
Tuvieron que pasar varios años para que Ochoa pudiera consolidarse y finalmente, ayer, demostró que es ya una realidad. Su toreó de mano muy baja, lleno de sentimiento y arte, caló hondo en el ánimo de los aficionados. El segundo trasteo se lo brindó al periodista Carlos Loret de Mola, aficionado “de hueso colorado” al Arte de Cúchares.
Fernando no deberá aflojar el paso pues flores de un día hay muchas. Lo que marca la diferencia entre una figura y un torero más es que los primeros triufan en cualquier escenario.
Federico Pizarro no escatimó esfuerzos con tal de agradar y aunque echó “toda la carne al asador” su balance final fue un aviso y palmas.
El español José María Manzanares pasó inadvertido y sus constantes fallas con la toledana le llevaron a escuchar un bocinazo de la autoridad en cada ejemplar.
LA COMBINACION DE ANIVERSARIO
La empresa de la México dio a conocer el cartel para el festejo de este jueves a las siete de la noche, con el que se celebrarán los 63 años de la inauguración del coso, la combinación es la siguiente: Manolo Mejía, Uriel Moreno “El Zapata”, Jerónimo, Fermín Spínola, José María Manzanares y Miguel Angel Perera, con toros de Garfias, Barralva, Los Encinos, San José, Teófilo Gómez y Xajay.
OVACIONES
2 de febrero de 2009
Fernando Ochoa, el gran triunfador
Cortó dos orejas y salió a hombros
Horacio Soto Castro
Fernando Ochoa tuvo un feliz reencuentro con los toros de Xajay y después de las "cortesías" les tumbó una oreja a cada uno de su lote y fue paseado y sacado a hombros de la Plaza México, con lo que resultó el único triunfador de este festejo número 16 de la temporada, teniendo que luchar contra el viento que hizo su aparición al entrar febrero loco.
Por su parte, Federico Pizarro y los de Xajay no se reconocieron luego de diez años de no verse. En su primero se retiró entre fuerte silbatina y con el segundo su labor fue silenciada, pero hay que asentar que la gente estuvo exigente con el capitalino, quien tuvo momentos destacados y con gran disposición.
Y José Mari Manzanares pechó con el lote complicado, además de que tuvo que enfrentarse al viento, principalmente en el que cerró plaza en que la muleta parecía bandera. Además fue avisado en sus dos, pero también el diestro alicantino estuvo bien por momentos y con muchas ganas.
Quien tuvo una destacada actuación fue el subalterno de la cuadrilla de Ochoa, Armando Ramírez "El Bambam", quien saludó en el tercio en sus dos por sendos pares de banderillas y en el segundo acompañado de Alejandro Prado al llevarse a una mano al toro. En el primero tuvo un brillante desempeño también al llevarse a una mano a ese toro. Joven subalterno que no hace mucho alarde, pero es muy efectivo. También saludó en el tercio Alfredo Acosta por un gran par de garapullos.
Para este festejo había bastante ambiente y el público acudió y registró un poco más de un cuarto de entrada, digamos unos doce o trece mil espectadores, que alentaron a los diestros. Al inicio hubo sol y después se fue enfriando el clima y durante toda la tarde sopló el viento y afectó a los matadores en su labor.
XAJAY
La ganadería queretana de Xajay sigue acumulando lauros y ayer envió un encierro de buena presentación, muy pareja y sobre todo que estuvo integrado por toros bravos en general que se dejaron meter mano. Principalmente los corridos en primero y segundo lugares, que merecieron los honores de arrastre lento, y fueron aplaudidos los demás en el arrastre, menos el que cerró plaza al que pitaron fuerte. Todos acudieron a los caballos y recargaron de firme provocando un tumbo a Carlos Ibarra en el que cerró plaza.
PIZARRO
Dio la impresión Federico Pizarro que salió con la brújula perdida y no se encontró y se vio un tanto confundido porque el público se metió con él y dejó ir el triunfo básicamente en su primero, aunque en el otro también pudo salir airoso. Sin embargo Federico tuvo momentos muy buenos en sus dos, sobre todo al torear de capote que estuvo muy variado. Estuvo valiente y esforzado.
Por hacerle caso al público pagó las consecuencias. Su primero se le fue crudo por la rechifla del público y en el otro también le faltó castigo. Fue fuertemente aplaudido en su primero al torear de capa en el centro del ruedo por chicuelinas muy ajustadas y en quites por chicuelinas con tafalleras y revolera. Al inicio su faena cuajó estatuarios muy valientes y elegantes. En la faena dio muchos muletazos, pero sin temple ni mando que el público censuró. Señaló un pinchazo, un bajonazo y una estocada y escuchó un aviso. Lento al toro y aplausos. Y se le escapó el triunfo.
A su segundo lo recibió a portagayola en el centro del ruedo y ahí le recetó tres largas afaroladas, no a la trágala sino marcando bien la suerte. Y de pie chicuelinas escalofriantes en el centro del ruedo. Lo toreó por ambos lados con sabor. Se empecinó al torear por el izquierdo cuando el derecho era el bueno y brilló en los ayudados. Mató pronto y se retiró en silencio.
OCHOA
Fernando Ochoa, en cambio, en su primero realizó una faena de calidad y arte, muy variada y dejando ver su arte con la muleta. Ayudados muy templados y naturales impregnados de temple y hondura, haciendo que el público se le entregara sin reservas. No fue una faena muy limpia por los enganches que sufrió debido al viento. Logró hasta dos dosantinas al hilo para seguir con una labor variada. Estocada arriba para una oreja lento al toro que fue bravo y con clase, aunque con poca fuerza.
En su segundo que fue complicado se esforzó y le sacó los muletazos por ambos lados. Intercaló molinetes, vitaminas, de trinchera y rematados con el de pecho los ayudados y naturales. Mató de estocada apenas desprendida para otra oreja y aplausos al toro.
Fernando Ochoa ya entró en la lista de los toreros privilegiados y seguramente lo volveremos a ver esta temporada en otro cartel interesante.
MANZANARES
José Mari Manzanares salió con el santo de espaldas, pero no por él que también tuvo buenos momentos. Se le vio un tanto fuera de sitio, pero haciendo bien las cosas. A su primero no lo entendió del todo y en la primera parte de la faena dio muletazos sin nada relevante, pero lo fue metiendo y le cuajó ayudados y naturales de calidad. Mal con la espada y escuchó un aviso. En el otro tuvo que luchar contra los problemas de la res y el viento y lo trajo a mal traer. No muy certero a la hora de matar y escuchó otro aviso.
ESTO DIJERON
Salí a entregarme y logré hacer dos faenas distintas luego de superar los problemas del viento y salí triunfador".
Fernando Ochoa
Matador de toros
Estaba muy concentrado en lo que iba a hacer que se me fue la onda y se me olvidó pedir permiso al juez. La gente me lo censuró y más me sacó de onda".
Federico Pizarro
Matador de toros
ESTO
Ochoa triunfa sin convencer en La México
Domingo, 01 de Febrero del 2009
Por: Juan Antonio de Labra / Foto: Tadeo Alcina
Fernando Ochoa cortó dos orejas en la Plaza México, según refiere el resultado numérico del festejo. Sin embargo, a su actuación le faltó mayor consistencia, y lo que pudo ser un triunfo consagratorio ante dos bravos toros de Xajay, se redujo a una salida a hombros sin la trascendencia de las grandes tardes.
De tal forma que su regreso al coso de Insurgentes, tras indultar a un cuatreño de este mismo hierro, el pasado 7 de diciembre, no tuvo la importancia que la ocasión requería para situar su carrera en un plano superior. Y no se entiende cómo es que Ochoa no cuaja en figura del toreo teniendo tantas cualidades y un amplio rodaje.
Al primero de su lote, el toro más completo del encierro, lo toreó entre altibajos, y gracias a unas templadas dosantinas y la fulminante estocada, consiguió elevar el tono del trasteo para cortar la primera oreja, misma que fue protestada por un sector de la concurrencia.
El quinto manifestó un comportamiento muy enrazado desde que salió de los toriles, y Fernando lo toreó de capote con gran aguante. El inicio de la faena sí mantuvo un mismo nivel de entendimiento, pero más tarde no encontró el terreno idóneo para que el toro se entregara por completo.
Las series discurrieron en distintas zonas del ruedo, siendo las más destacables las que ejecutó delante del burladero de aviso que está a la derecha de la puerta de toriles. Y es que el toro tomaba el engaño con celo y humillado, aunque obligaba al torero a llevarle embebido y largo porque de lo contrario se revolvía en un palmo, rebañando con peligrosidad.
Algunos templados cambios de manos y ciertos muletazos con trazo, fueron los candentes destellos de lo que pudo ser, antes de colocar otra fulminante estocada, similar a la que tumbó a su primer toro, hecho que le valió el corte de otro apéndice que también fue protestado.
Durante la lidia del quinto, el joven banderillero Armando Ramírez clavó dos soberbios pares de banderillas que cautivaron al público, pues salió de la suerte andando despacio, con garbo y torería, algo que ya casi nadie hace. Ya sólo le falta pulir su técnica capotera, pues lidió sin acierto, para convertirse en una figura de la peonería.
Federico Pizarro toreó muy bien con el capote al que abrió plaza. Se le notó asentado y elegante, y cuando el público se estaba frotando las manos, el torero capitalino no le cogió el ritmo a un toro que llegó muy andarín a la muleta, con una embestida pastueña y noble, que nunca fue sometida. Así que la presión subió de tono y el público terminó cayéndole encima a Pizarro cuando falló con la espada.
Al cuarto lo recibió con dos gallardas largas cambiadas de rodillas en los medios, un gesto que le honra, en un sano afán de revertir la mala vibra que había en su contra. Y otra vez no pudo redondear una faena entre altibajos, en la que sólo destacaron un par de series con la mano derecha, en las que toreó con temple y reciedumbre antes de estar errático con la espada.
José Mari Manzanares sorteó el lote más desigual de hechuras y juego, compuesto por un primer toro que era muy armónico y otro anovillado que se paró a las primeras de cambio.
El alicantino se esforzó con determinación para enfrentar al encastado tercero, y le plantó cara en series de buen acabado. Se trataba de un toro que tenía mucho que torear, que le hizo pensar y sudar. La gente fue entrando en la faena pero sin llegar a romper del todo, y como no mató rápido escuchó un aviso.
El otro ejemplar, corrido en sexto lugar, no valía y el hijo del maestro abrevió sin miramientos. No había nada qué hacer ahí. Además, para entonces ya soplaba un viento muy molesto, que fue un factor negativo y complicado de sobrellevar para los toreros durante la corrida.
Ficha
Domingo 1 de febrero de 2009. Unas 10 mil personas en tarde fresca, con intermitentes ráfagas de viento. 6 Toros de Xajay, parejos de hechuras y buenos en líneas generales, salvo el 6º. Destacó el 2º por su bravura. El 1º fue premiado con arrastre lento. Pesos: 490, 485, 498, 495, 482 y 470 kilos. Federico Pizarro (lila y oro): Pitos tras aviso y silencio. Fernando Ochoa (negro y oro): Oreja con protestas en su lote. José Mari Manzanares (azul turquesa y oro): Silencio y silencio tras aviso. Armando Ramírez y Alfredo Acosta saludaron en banderillas.
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Dos Orejas a Fernando Ochoa con un buen encierro de Xajay desperdiciado
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Alfredo FLOREZ | 01/02/2009 | ||
Corrida triunfal para la ganadería de Xajay de nueva cuenta en el coso más grande del Mundo, aunque solo les fueron cortadas dos orejas, a dos toros de la ganadería de Xajay, cuando debieron ser muchas más orejas de no haber pasado inadvertidos por lo menos tres toros a los cuales se les fueron los trofeos cortados y a los dos que les cortaron una oreja a cada uno, pudieron haber sido más y las protestas aunque leves por cada oreja no menguaron en nada lo realizado por el matador Fernando Ochoa que finalmente fue izado a hombros con una salida más por la puerta de cuadrillas sin salir de la plaza a hombros. Al toro corrido en segundo lugar le dieron arrastre lento. Y fueron aplaudidos cinco de los seis lidiados.
Toriles.com ______________________________________________________________ ■ Balderas repartió arrastres lentos a placer y le obsequió dos orejas a Fernando Ochoa
Con novillos de Xajay, Manzanares salió a cobrar;
Federico Pizarro hizo lo más torero ■ Los banderilleros Alfredo Acosta y Armando Ramírez se llevaron la tarde Con una novillada muy dispareja de Xajay, en la que fueron aplaudidos tres de los seis morlacos corridos en suerte, el juez Ricardo Balderas regaló dos orejas, una en cada toro, a Fernando Ochoa, que sin embargo no pudo con ninguno, mientras el público marcadamente villamelón –como que ya viene la tradicional pachanga del 5 de febrero– no entendió ni las complicaciones ni el valor ni el arte que Federico Pizarro sacó para resolverlas, en una tarde despeinada por el viento que, ante la falta de peligro del ganado, se volvió tediosísima. De muy mal humor, con un listón negro atado al brazo izquierdo de su elegante chaquetilla azul cielo y oro, el español José Mari Manzanares hijo derrochó hambre, pero no de triunfo sino de cobrar e irse con el dinero a otra parte, con lo cual, como suele sucederles a quienes no ocultan sus prisas, tuvo que repetir en múltiples viajes la suerte de matar, señalando pinchazo tras pinchazo y cosechando avisos y pitos. Una vez más, como ya se va haciendo costumbre, los banderilleros se llevaron las palmas más fervientes, tras las extraordinarias actuaciones de Alfredo Acosta, que clavó dos parazos de poder a poder en el morrillo del cuarto de la tarde, y Armando Ramírez, que adornó con sello, gracia y riesgo el lomo del quinto. A no pocos aficionados ha llamado la atención el caso de este joven subalterno, que conecta con los tendidos cuando cita de largo, posee una fuerte personalidad y desempeña su labor con la elegancia de un matador de toros pero, a saber por qué, decidió ser banderillero desde el principio de su carrera y está dándose a conocer en ese rango, sin haber cultivado nunca, según se dice, aspiraciones más altas. La falta de rigor o, en otras palabras, de honestidad y decencia de los jueces de la México volvió a quedar de manifiesto ayer durante la asombrosa reaparición de Ricardo Balderas, quien a su avanzada edad y en honor a su notable pérdida de la visión y del oído, el público creía jubilado hace rato. Pero no: el martes pasado, el eximio volvió a coger la simbólica toga para reseñar, y dar por bueno, sin reparo alguno, el sexteto de novillos enviado por Javier Sordo Madaleno, bichos todos muy cómodos de cabeza, hermosísimos de lámina (había dos zainos, un negro con bragas, dos cárdenos y un castaño, que parecían de peluche), pero sin la edad, ni el trapío, ni la casta que cabría esperar de una ganadería que se dice de primera. Todos tomaron una vara sin hacerle asco al caballo, pero ninguno confirmó su bravura porque sus respectivos matadores impidieron que recibieran la segunda; a Federico Pizarro, por ejemplo, que intentó llevar al peto por segunda vez al cuarto de la tarde, los villamelones le chillaron con histeria hasta obligarlo a pedir el cambio de tercio. Y luego, a la hora de la muleta, se vieron las consecuencias: la res embestía con nobleza, pero se iba de la suerte en cuanto el viento quebraba la secuencia de los pases por la derecha. Por segunda ocasión consecutiva, a Fernando Ochoa le salieron los dos novillos más potables, pero, como ya se dijo, no pudo con ninguno: su primero evidenció su falta de temple y de mando, ya que le enganchaba la franela invariablemente en el tercer tiempo del muletazo, y a su segundo le pegó trapazos componiendo la figura a toro pasado, cosa que los villamelones celebraron con el mismo frenesí con que pidieron la oreja tras sendas estocadas un tanto caídas pero espectaculares. Ah, don Ricardo Balderas, además, repartió arrastres lentos a placer, aunque el ganadero ni así fue sacado a dar la vuelta al ruedo. Qué vergüenza, pobre fiesta. Lo más grande es que anoche nadie sabía aún quien toreará la corrida del 5 de febrero, para la cual hoy salen a la venta los boletos. ¿No habrá algo de ilegal en ello? ______________________________________________________________
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Rubén González, México, 2/2/2009 |
Pulso, mucho pulso se requería para torear en la Plaza México este domingo; pulso para imponerse al molesto viento, pero sobre todo, para llevar las enrazadas embestidas de los bureles de Xajay. |
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