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Guillermo Leal
Ciudad de México (14 febrero 2009).- Triunfal noche tuvieron ayer en Boca del Río, Veracruz, los matadores Rafael Ortega, quien cortó cuatro orejas y un rabo, y Alfredo Gutiérrez, quien cortó dos orejas, saliendo en hombros en la corrida donde también actuó el caballista Pablo Hermoso de Mendoza, quien sumó un apéndice.
La plaza registró un lleno a reventar. Se lidiaron toros de diversas ganaderías. Dos de Rancho Seco, para rejones que cumplieron. Dos de García Méndez, uno que se dejó torear y otro malo y dos de Santa Fe del campo que resultaron extraordinarios.
Pablo Hermoso de Mendoza lució con sus cabalgaduras en sus dos enemigos, sólo que su primero fue el único que le permitió cortar la oreja. En su segundo oyó palmas.
Rafael Ortega con el de García Méndez estuvo muy variado y le cortó las dos orejas, mientras que con el quinto, de Santa Fe del Campo que tuvo mucha bravura, el tlaxcalteca le hizo una buena faena que le valió las orejas y el rabo.
Alfredo Gutiérrez estuvo muy voluntarioso con su primero de García Méndez, que desarrolló peligro, sin embargo ante la determinación del capitalino pudo cortar una oreja. Con su segundo de Santa Fe del Campo, Gutiérrez realizó una faena sobria, con buenos muletazos por ambas manos y debido a que pinchó solamente le concedieron un apéndice.
"Me sentí muy a gusto. Hacía tiempo que no toreaba un toro así y creo que fue una faena importante, lástima que lo pinché, si no, hubiese cortado el rabo", señaló Gutiérrez, vía telefónica desde Veracruz.
Al final los dos matadores de a pie salieron en hombros
REFORMA
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