Buena noticia la apertura de la vigésima temporada de novilladas en el ruedo de la plaza de toros Antonio Velázquez de los señores Arroyo en Tlalpan, D. F., por otro lado mala noticia la suspensión de las novilladas en el lienzo Charro del Pedregal, donde nos dijeron que el empresario ha dado cambios de fechas por caprichos y problemas, algo que en una empresa como la de los señores Arroyo que también están en la delegación de Tlalpan, no sucede pues todos los festejos novilleriles que han dado durante 20 años, han sido y llevados con la seriedad que les caracteriza, es más personalmente diríamos que lo llevan tan en serio que siendo una plaza de tercera, lo hacen casi como si fuera de primera, pues echan el novillo fuerte y más grande de lo que el ruedo se presta para torear, por el tamaño que es así de chico y que para donde buscan toro los novilleros, lo encuentran casi a la salida entre lance y lance y de pase a pase, pero preferible la seriedad y no la improvisación y falta de seriedad de otras plazas. Queda como siempre dar la enhorabuena a Pepe Arroyo y su señor padre el famoso Chucho Arroyo por esta continuación de festejos que hacen mucha falta en la capital y en provincia donde falta una plaza como esta del D. F. Exceptuando a Puerto Vallarta que se cuece aparte.
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