ejecutó la faena mas templada... |
RINCON TAURINO( 09 SEPT./10)
- Por:Antonio Casanueva
El pasado jueves dos de Septiembre, se cumplieron cinco años de la desaparición física del querido “Compadre”, Silverio Pérez, quien sin duda alguna fuera un torero no solo querido sino que se podría decir, idolatrado por la afición taurina mexicana, sus gobernados y cuantos tuvimos la oportunidad de una forma u otra de conocerle, sea en persona o simplemente desde los tendidos de una plaza de toros.
Silverio, había nacido en Pentecostés en Texcoco, Edo. de México el 20 de junio de 1915 por lo que al morir había cumplido la friolera de 95 años, fue hijo del matrimonio formado la El Sr. Alberto Pérez y la Sra. Concepción Gutiérrez “Chonita” y hermano de Carmelo Pérez, quien fuera novillero destacado y que falleciera en España, a consecuencias de una grave cornada que le había propinado el novillo “Michín” de San Diego de Los Padres, con lo que Silverio, siendo el hermano menor, se quedo convertido en el jefe de Familia, pues el padre también había fallecido, al tener que ir al puerto de Veracruz para recoger los restos de su hermano Carmelo, quien se llamaba Armando. En esos MOMENTOS de tan intensa tensión, decidió convertirse al igual que su hermano lo había intentado, en torero, debutando el 3 de marzo de 1932.
Ante las pocas oportunidades y con la ayuda del peón y empresario taurino Antonio Casillas, llamado “El Berrendo” se traslada a España en donde debuta en la plaza de Tetuán de las Victorias el 1º. De mayo de 1935, siendo los alternantes Liborio Ruiz y Silverio Pérez por México, en tanto que por España alterna con “Varelito Chico” y
Manuel Ángel Rodríguez “Manolete” y cuenta la leyenda que al no poderse entender con su primer novillo, por el estilo del toro de origen español y por haberla pasado bastante mal en la lidia de su primer enemigo, al iniciar su desempeño con el segundo, Fermín Espinosa “Armillita” quien se encontraba en la plaza le dijo “ Silverio: “El toro es muy bueno, solo quédate quieto y verás como puedes con él” Silverio entonces se quedó muy quieto, bordándole una exitosa faena.
Con tal éxito Silverio, logro sumar nueve actuaciones consecutivas en esa plaza y posteriormente toreo en Valencia obteniendo un gran triunfo con lo consigue su pasaporte para hacer su presentación en Madrid. En esa tarde, desafortunadamente no tuvo suerte y los novillos no le fueron propicios, por lo que se quedó parado hasta lograr reaparecer en Barcelona en una tarde en que sintiendo se le escapaba su última oportunidad, triunfó clamorosamente, poniendo de pie al público de esa plaza, al interpretar el toreo con un estilo propio, tan diferente del usado por aquellas tierras.
Silverio permaneció durante ese invierno en España y al año siguiente al reanudarse de nuevo las corridas Silverio, actúo en Palma de Mallorca, Valencia y Barcelona. Estando ya contratado para torear en Sevilla , lo que no le fue permitido por haber comenzar el “Boicot Taurino Hispano Mexicano promovido por los mismos diestros españoles quienes no soportaban el triunfo de las figuras mexicanas en tierras hispanas.
Poco tiempo después Silverio regreso a México en donde se estaba desarrollando la temporada de novilladas en “El Toreo”, siendo su primera novillada toreada alternando con Paco Gorráez y “El Calesero” para matar novillos de Jerónimo Marchant, en la que Silverio cortó las orejas y el rabo, lo que le permitió torear varias novilladas en dicha temporada en algunas de las cuales tuvo éxitos rotundos realizando faenas extraordinarias y en otras en cambio, veía algo en sus novillos que no le gustaba y fracasaba rotundamente. Así era Silverio y así siguió siéndolo hasta su muerte.
Un ejemplo de ello, fue la temporada siguiente en 1938, en que Silverio había tenido unas actuaciones fatales y regresando de torear en varias plazas del norte de la república y cuando solo le restaban pocas tardes para concluirla, se presento alternando con Eduardo Solórzano, Manuel Jiménez “Chicuelín” con novillos Tlaxcaltecas de Zacatepec, con los que Silverio se entendió de maravilla, supo como meterse con ellos y alcanzó un gran triunfo, cortando las orejas y el rabo, con los que al final de dicha temporada fue contratado para tomar la ansiada Alternativa.
Silverio Pérez tomó la alternativa en la ciudad de Puebla, el 6 de noviembre de 1938, de manos del llamado “Maestro”, amigo personal y frecuentemente protector; Fermín Espinosa “Armillita”, llevando como testigo al queretano Paco Gorráez con una corrida de La ganadería de La Punta. La que habría de confirmar en la plaza capitalina de “El Toreo” al inicio del mes siguiente; el 11 de diciembre de 1938 de manos del mismo “Armillita Chico”, siendo ahora testigo el potosino Fermín Rivera con toros de La Laguna.
El toro del doctorado se llamó “Vigía” al que saludó con magníficas verónicas y la faena de muleta sin ser de las de escándalo, tuvo muletazos soberbios, los que coreó con gran fuerza la multitud, saliendo del paso en su segundo. Según la crónica de esa tarde que aparece en el libro de Guillermo E. Padilla : “Historia de la plaza de toros “El Toreo”.
Silverio Pérez a quien en esta ocasión recordamos en estas páginas, por el aniversario
de su fallecimiento, fue además del torero mas querido de la historia, convirtiéndose en un verdadero fenómeno que en los momentos claves de sus campañas logrando las grandes faenas; de las que se conservan varias en la mente de los antiguos aficionados, inicialmente aquella al toro “Pispireto” procedente de la ganadería de La Punta realizada en El Toreo capitalino durante la primera corrida toreada por Silverio mano a mano con su padrino “Armillita Chico” en la temporada 1939-40 justo después de los problemas ocurridos entre la empresa y algunos ganaderos, especialmente con aquellos que sus encierros provenían del Estado de Tlaxcala; el día 7 de abril de 1940. En ella Silverio logró su primer gran triunfo, con suaves verónicas, seguidas por un bello quite por Chicuelinas y con la muleta ejecutó la faena mas templada de corte clásico que hasta esos momentos se le hubiera visto.
Iniciada con pases por alto majestuosamente rematados con pases de pecho y derechazos y naturales ligados entre si, con pases de la firma. Después de esa actuación tan destacada, se esperaba la repetición, por lo que su nombre fue incluido del 21 de abril con “Armillita Chico” Alberto Balderas y el propio Silverio con toros de Coaxamaluca, en la que Silverio resultó aparatosamente cogido en el primer tercio del tercer toro de nombre “Modelo”, recuperándose con la muleta pese a las malas condiciones de su enemigo, logrando cortar un merecida oreja. Para que al siguiente domingo con “Gitano” de Rancho Seco, al que realizó soberbias verónicas así como un buena faena de muleta, metiéndose materialmente en los terrenos de su enemigo por lo que nuevamente fuera premiado con una oreja.
(Continuará)
Saludos y felicitaciones por el articulo El Diamante del Redondel.
ResponderEliminarQuisiera saber si en el Rincon Taurino tendran algo de Emilio Rodríguez "El Puntillero Elegante"
ya que en alguna ocasión escuche algunas anécdotas de él y se me hace muy interesante
la forma en que pláticaron de como vestia y apuntillaba a los toros.
Gracias.
Juan Bustamante
México D.F.