EFEMÉRIDES: 17 DE NOVIEMBRE DE 1929

CARMELO PÉREZ

• por Héctor Budar

En esta fecha pero del año de 1929 el matador de toros Carmelo Pérez fue herido de gravedad por el toro “Michín” de San Diego de los Padres, cornada que dos años después le causaría la muerte, esta tarde alternaba en el Toreo de la colonia Condesa con el torero español Antonio Márquez y el mexicano Pepe Ortíz.

A Carmelo Pérez le ponian en los carteles el agregado de El Torero que Asusta de Valiente, aunque en cierta ocasión que la suerte no estaba a su favor un guazón de sol le gritó “asustas de feo”. En realidad su físico no era muy agraciado pero su tauromáquia enloquecía al público. Carmelo era capaz de dar ocho o diez pases sin enmendar los terrenos.

El escritor Enrique Guarner dice en su libro Historia del Toreo en México que el día de su alternativa dio 16 pases sin moverse del lugar donde inició el primero. Se comenta que era un torero intuitivo que percibía y ejecutaba los pases fuera de cualquier razonamiento.

Fue torero consentido de la afición de Puebla y en esta ciudad tomó una efímera alternativa que le concedió Joaquín Rodríguez “Cagancho”, misma que renunció para consolidar su cartél como novillero en el Toreo de México, donde nuevamente “Cagancho” le volvio a dar el doctorado. De novillero lo aparejaron con Esteban García quien murió en Morelia Michoacán a causa de una cornada.

Solo dos semanas después la fatalidad se ensañó con Carmelo en el Toreo el 17 de noviembre de 1929, cuando recibió las cornadas de “Michín”, una en el muslo izquierdo y la más grave en el emitorax derecho, ésta penetró por el noveno espacio intercostal alcanzando el lóbulo inferior del pulmón.

El 4 de enero de 1931 reapareció en el toreo en condiciones físicas muy mermadas, pues una fístula rebelde lo asfixiaba.

Después de varias corridas se fue a España para presentarse en Toledo con “Chicuelo” y Domingo Ortega. La cornada le seguía dando problemas al respirar y decidió ponerse en manos del cirujano Jacinto Segovia. Después de la operación le vino una bronconeumonía y falleció en Madrid el 18 de octubre de 1931.

El nombre verdadero de este mártir del toreo era Armando Pérez Gutiérrez y nació en la ciudad de Texcoco en el año de 1908. Fue hermano de los toreros Silverio y Nacho Pérez.