(18 noviembre 2012)
Puerta grande para Daniel Luque en la cuarta corrida en la Plaza México
- Alejandro Escárcega
- fotos de Rubén GALINDO
En la cuarta corrida de la Temporada Grande 2012-2013 en la Monumental Plaza de Toros México, ante un tercio de entrada y tarde ventosa, se lidiaron toros de La Estancia, bien presentados pero de desigual comportamiento, sobresaliendo el jugado en tercer lugar que mereció el homenaje del arrastre lento; el capitalino Ignacio Garibay, (azul rey y oro) al tercio con petición en sus dos toros, el tijuanenseAlejandro Amaya (azabache y azabache) aplausos y división, el sevillano Daniel Luque, (azul marino y oro) dos orejas con arrastre lento al burel guanajuatense y aplausos en el que cerró plaza; salida en hombros y puerta grande.

Con el cuarto, Luna Llena, número 14, cárdeno claro botinero caribello y bien puesto con 470 kilos, farol de hinojos en los medios con el percal y con la pañosa, largos y templados derechazos en tres series y con la siniestra, naturales bajando el brazo, adornándose con una dosantína, a un toro que vino de más a menos y culminó con una certera estocada para tener petición y ser fuertemente ovacionado en el tercio.

Con el quinrto de la tarde, Luna Rociera, número 28, entrepelado bragado y cornipaso con 478 kilos, poco con el percal y exacto puyazo de César Morales. Sin brindar, porqué el toro no traía nada, muletazos a regañadientes hasta ser prendido sin consecuencias que lamentar: cuatro pinchazos, estocada caida y dos descabellos para escuchar división.
Con el mejor toro de La Estancia, Luna Brava, número 45, cárdeno obscuro bragado meano lucero y cornidelantero vuelto tocado del izquierdo con 485 kilos,Daniel Luque armó la escandalera con el percal, al recibirlo con ajustados mandíles y rematarlo con una media para cartel; quitazo por ajustadas chicuelinas. Con los garapullos, se desmonteró Antonio Punta Mena. Le brindó su trasteo a todos para hacer una faena que caló hondo en los aficionados capitalinos: comenzó con una dosantína, un pase de pecho y un desdén que pusieron de pie al tendido; naturales y derechazos en el mismo tenor a un toro fijo y noble que se dejó meter mano; derechazos sin el ayudado que tiró a la arena, todo culminado con un estoconazo hasta los gavilanes para cortar dos orejas que le otorgó el juez de plaza don Jorge Ramos y le entregó el alguacilíllo Armando Ortega y conseguir la primera puerta grande la Temporada.
Cerro el festejo con Luna de Barro, número 31, sardo bragado meano y bien puesto con media tonelada de peso, poco de recibo con el percal y quitó por mandíles, Sin brindar, al ver que el toro de La Estancia no traía nada, un trasteo molestado por el fuerte viento y que finiquuitó de pinchazo, media y dos descabellos para escuchar las últimas palmas de la gélida tarde.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento
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