PAR DE
GALLOS
Bardo de la Taurina:
Independientemente
de cómo se haya guisado el bacalao este domingo en la sarteneta de arena de la
capital mexicana algo falló,pues al menú le faltó condimentarlo y por
ello fue que los comensales taurómacos prefirieron llegarle al ‘shopping’ que
anclarse en el frío que permeó en la Plaza México, y no me refiero a lo
climático sino al hecho que significó no montar un cartel lo suficientemente
atractivo como pa’ que los locales y los visitantes hubiesen ido a la
Fiesta de Toros.
Ese atractivo
se pudo haber logrado recurriendo a la mercadotecnia y la publicidad,
materias que cualquier estudiante de primer semestre hubiera montado en torno a
la corrida pre-navideña y para ello sin quebrarse mucho las neuronas se debió
de haber echado mano de un rejoneador que es único en el globo terráqueo y que
lo es Joaquín Gallo, caballero de juventud a flor de piel que sale a los
alberos enfundado en traje de charro y dando monta a sus corceles sobre
la clásica silla charra como lo hacía Ponciano Díaz, lo cual, repito, ‘naiden’
lo hace más que este jinete de elegantes modales en trato y en monta.
Pienso en la
inclusión de Joaquín Gallo más allá de su calidad ecuestre y su vistosa manera
de interpretar el arte del rejoneo que, dicho sea de paso, lo hace con singular
sello, colorido, sabor y audacia, amén de subrayar que se trata de un
rejoneador que gusta de darles lidia a toros con plenas facultades, por ello
sus rejones y arponcillos son, más que instrumentos de castigo, hierros de
pirotecnia taurina, lo que nos dice que la gente gozaría intensamente el
toreo a la jineta de este esteta tricolor, y si aparte se hubiese hecho
acompañar por los temerarios Forcados Hidalguenses el pastel habría venido con
cereza.
Ni
hablar, a la empresa, para variar, le faltó otra vez imaginación. ‘Par de
Gallos en el palenque monumental: Joaquín Gallo y Eduardo Gallo’ ¿Ypor qué se
requería reforzar con un gallo mexicano? Pues porque el gallo
español no era atractivo en el papel, ¿o será que de gallo sólo
tiene el apellido y no las patas?
Leonardo Páez:
En el caso de
las empresas de servicio, y la fiesta de los toros pertenece a este rubro
aunque los taurinos crean que es propiedad de su escasa imaginación y menguado espíritu
de servicio, a principios del tercer milenio el ineludible desafío que se le presenta
a la fiesta es cómo promover, imbuir,
comprometer y aplicar la calidad total en un entorno de baja calidad
generalizada y pensamiento uniforme que, sin embargo, demandasin demora programas y estrategias que
mejoren esa calidad, bastante más allá del sobado lugar
común de “jugarse la vida”.
En los países
más desarrollados, donde se cuentan por miles las empresas florecientes y por
millones los consumidores satisfechos, apareció, hará unos 20 años, dentro de
la filosofía empresarial de calidad total, algo que se denominóeconomía de servicio, donde la
calidad del servicio brindado es tan importante como la calidad del producto o
servicio ofrecido. Pero como los inefables taurinos del mundo seguían creyendo
que “la fiesta es inmortal”, otro descolorido lugar común, independientemente
de la calidad de los productos y servicios ofrecidos –toros, toreros, plazas,
rivalidades, mercadotecnia, publicidad e involucramiento de la sociedad en
general en el fenómeno tauromáquico--, la tradición taurina fue perdiendo
terreno e interés.
Razón le
sobra al Bardo al señalar la enésima reincidencia del Cecetla o Centro de
Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje, antes Plaza
México, en su desalmado cartel, alarmante falta de imaginación y carencia de
sensibilidad empresarial. Si no es tomado en cuenta, al público le basta con
ausentarse de los cosos, pero a la contumaz industria taurina le costará la
vida volver a meter a la gente a las plazas. Con Pentauros y pentontos, más lo
que se acumule esta semana.
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