16 mayo 2016

PUEBLA / EL RELICARIO: una triste historia.

...de depredadores y aventureros
  • Por Oscar MEJÍA
ANTECEDENTE.- Desde 1973, año en que fue derruido El Toreo de Puebla, hasta la existencia de El Relicario en 1988 la ciudad de Puebla no contó con plaza de toros. Por 12 años, con una breve interrupción José Ángel López Lima su creador operó con éxito el coso consolidándole como modelo mundial. Se otorgaron 14 alternativas, a poblanos, se llegó a presentar más de 20 festejos taurinos en un año, muchas novilladas. Las peñas y grupos de aficionados florecían. Había fiesta en Puebla. Cuando aparecieron los depredadores.  


De 2005 a 2011

DEPREDADORES POBLANOS.


Mario Marín político traicionero
quien arrebató la plaza a su
legítimo dueño Ángel López Lima
y se la entregó de gratis
a Pepe Huerta.




José María Arturo Huerta, Pepe Huerta, junior heredero de una de las mejores ganaderías. Sin méritos (salvo los ajenos a la fiesta) recibió de regalo la plaza y durante la gestión de Marín usufructuó, explotó abusivamente el coso convirtiéndolo en cantina y deformando a su favor la liturgia de la fiesta. Nunca montó una novillada. Ni le dio mantenimiento al inmueble.


2011

Rafael Moreno Valle, mostrando total falta de conocimiento del tema insensible a los muchos valores de la fiesta brava, durante su gestión ha propiciado con afán mercantilista que torpes aventureros acabaran con la dignidad de la fiesta en Puebla.


Juan Huerta pretendió ser el empresario de El Relicario aceptando condiciones absurdas que ahuyentaran a verdaderos empresarios taurinos. Terminando su torpe participación poniendo en grave peligro a los aficionados, celebrando festejos a sabiendas que el inmueble evidenciaba grave riesgo que al final se realizó derrumbándose el toldo a escasas 24 horas de un festejo que tenía programado 03 FEBRERO 2012


Aventureros, venidos de fuera 2012-2016



Alejandro Martínez Vértiz

Ante el manoseo y casi abandono en el que cayó la plaza, aparecieron los aventureros, que supusieron a El Relicario jugoso botín, cosa que los funcionarios aprovecharon para banderillearlos. Prometieron mucho y terminaron haciendo la graciosa. 



Roberto Viezcas Mireles






Dos ganaderos y dos matadores se tomaron en serio aquello del uca uca cada quien con sus motivos ajenos a la fiesta poblana. Ni una novillada, ni toreros poblanos, nada que beneficiase a Puebla dejaron. Y así  como llegaron se fueron.  




Ricardo Negro Montaño y Mario Zulaica














Y ahora Arturo Gilio, matador de toros coahuilense, se le ocurrió plantar aquí un centro de espectáculos, que no plaza de toros. Local que será copia de los montados en Torreón, donde ya no se dan corridas y en Mérida local que casi no da funciones taurinas y asegura que aquí habrá corridas de toros. 

Algunos se la tragan y ya entonan el réquiem por El Relicario de Puebla...ahí se verá.

remato EnLosMedios  

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