31 octubre 2016

Muy buen encierro de Medina Ibarra en la Plaza México

 (30 octubre 2016) 
  • por Alejandro Escárcega

La octava novillada de la Temporada 2016 en la Monumental Plaza de Toros México, se dio ante un cuarto de entrada en una tarde lluviosa con viento gélido, con un bien presentado encierro de la ganadería aguascalentense de Medina Ibarra que resultó bravo y encastado y con los cuales los novilleros, el mexiquense Héctor de Ávila, escuchó división, división y sufrió la fractura de su clavícula derecha en el novillo que mató por el jalisciense Román Martínez que cortó una oreja y recibió una cornada en el tercio interno del muslo derecho y el Más Pablo Mora, palmas y palmas y una paliza de órdago en el que cerró plaza.
Bajo una fuerte lluvia abrió el festejo Héctor de Ávila (ostión y azabache) con "Nechin", número 116, cárdeno obscuro bragado meano y cornidelantero con 440 kilos, bregándolo de las tablas a los medios y ahí lo remató con una soberbia media. Le brindó a su Señora Madre, para realizar un trasteo sin conectar con el tendido, por lo cual cortó por lo sano, dejando una estocada para escuchar división y palmas al novillo en el arrastre.
El cuarto fue "Robespierre", número 5, cárdeno obscuro bragado meano caribello y delantero vuelto con 420 kilos, al cual capoteó sin dejar quietos los pies. Brindó a todos para muletear con muchas dudas y finiquitar de una estocada calando y dos pinchazos con un aviso entreverado para escuchar división.
Toreó en lugar del cornado Martínez a "Quino", número 86, entrepelado listón bragado meano y cornidelantero con 422 kilos, larga cambiada de hinojos en la boca de riego y de pie, verónicas. Excelente puyazo del varilarguero César Morales. Sin brindar, muleteó con mucha disposición hasta ser feamente cogido y sufriendo la fractura de la clavícula derecha. Lo estoqueó Pablo Mora para escuchar silencio.
El jalisciense Román Martínez (grana y oro) cayó de pie ante la afición capitalina, con "Enrique", número 94, entrepelado listón bragado meano y bien puesto con 432 kilos, al irse a recibirlo de hinojos en los medios, recetandole tres faroles y ya puesto de pie, chicuelinas; siguió en el mismo tenor, quitando por ajustadas y estatuarias gaoneras. Banderilló lucidamente, siendo trastabillado al dejar el tercer par. Al brindar, el novillo brincó la barrera, poniendo en apuros a la gente que estaba en el callejón y al regresar al ruedo, Martínez le ejecutó un péndulo en el centro, largos derechazos y trompicado al rematar con el forzado de pecho, sin verse la ropa, dos buenas series de naturales y se adornó con manoletinas, con la toledana fue cogido al entrar a matar, llevándose una cornada en el tercio interno del muslo derecho y cortando una merecida oreja, que le concedió el Juez de Plaza Don Jesús Morales y su Asesor Don  Vázquez y le entregó el Alguacilillo Arturo Ramos. Con un vendaje en la cornada dio la triunfal vuelta al ruedo en compañía del ganadero Don Jorge Arturo Medina y dos niños vestidos de luces. De ahí se fue a la Enfermería para ser operado por el Doctor Rafael Vázquez Bayod.
El madrileño Pablo Mora (purísima y oro) con "Ponchin", número 82, cárdeno obscuro bragado y cornidelantero con 438 kilos, bien se vio con el percal y con la pañosa, hizo un aseado trasteo, coronado con una estocada para ser aplaudido.
Cerró el accidentado festejo con "Quique", número 81, cárdeno obscuro bragado meano y delantero vuelto tocado del derecho con 430 kilos, al cual recibió de hinojos en tablas, dándole cuatro largas cambiadas hasta ser cogido, llevándose una golpiza y un puntazo, llevándoselo a la Enfermería por las asistencias, durante veinte largos minutos, en los cuales el astado se emplazó y trajo a mal traer a las cuadrillas, derribando en un par de ocasiones a Alfredo Ruiz. Regresó maltrecho de la Enfermería, para muletear a un novillo que sabía perfectamente lo que dejaba atrás y finiquitó de tres pinchazos, un descabello con un aviso para escuchar palmas.
Al finalizar el festejo, el público hizo dar la vuelta al ruedo a los ganaderos, como un merecido premio al buen encierro que enviaron a la Plaza México.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento

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