12 diciembre 2016

Apoteósis de Morante de la Puebla en la Plaza México

Apoteosis de Morante de la Puebla en la Plaza México (11 diciembre 2016) 

  • por Alejandro Escárcega

El diestro cigarrero José Antonio "Morante de la Puebla", ha realizado la tarde de hoy en la segunda Corrida de la Feria Guadalupana de la Monumental Plaza de Toros México, una faena de ensueño que ha detenido el tiempo y que ha hecho que la afición saliera de la Plaza en un estado de éxtasis y felicidad.

Ante media plaza en una tarde fresca, se lidió un encierro queretano de los Sucesores de Teófilo Gómez, desigual en presentación y comportamiento, siendo buenos el primero, el cuarto y el quinto, para la confirmación de alternativa del tlaxcalteca Gerardo Rivera, a manos de Morante de la Puebla y como testigo el alicantino José María Manzanares

Abrió el festejo Gerardo Rivera (sangre de toro y oro) con "Agua Clara", número 359, cárdeno obscuro bragado meano y cornivuelto con 508 kilos, el cual fue fuertemente protestado por su falta de trapío. Lo recibió con un par de atropellados faroles de hinojos, y de pie, verónicas y una chicuelina; quitó por saltilleras en los medios. Banderilló lucidamente, dejando dos pares al cuarteo y un tercero al quiebro en tablas, escuchando una "Diana" desde las alturas. Le confirmó su alternativa Morante de la Puebla y como testigo Manzanares, brindando al cónclave capitalino que ha hecho la mejor entrada de la temporada. Inicio su trasteo con cuatro derechazos de hinojos en la boca de riego y de pie, tres series con la diestra y un pase de pecho deletreado de cabeza a rabo, con la siniestra ya no fue lo mismo y regresó a muletear con la diestra conectando fuertemente con el tendido y al rematar con una arrucina quedó atravesado y fue empitonado sin consecuencias que lamentar, se adornó con pases con ambas manos sin el ayudado, manoletinas y con la toledana perdió la oreja que ya tenía en la espuerta; dos pinchazos y una estocada para saludar en el tercio y palmas al toro.

Cerró el festejo con "Farolito", número 345, negro listón bragado y cornivuelto con 536 kilos, otra larga cambiada de hinojos en los medios y lo bregó con el percal. Banderilló aseadamente, dos pares al cuarteo y uno al relance. Con la pañosa, naufragó, escuchando ignominiosos gritos de "toro, toro" desde el tendido, trató de enderezar el panorama ajustándose con unas manoletinas, pero nuevamente fatal con el acero; dos pinchazos y estocada para escuchar tibias palmas.

José Antonio "Morante de la Puebla" (violeta y oro) con "Don Ricardo", número 355, negro bragado y cornivuelto con 491 kilos, exquisitas verónicas, rematadas con una media para cartel. Sin brindar, doblones del tercio a los medios y derechazos en cámara lenta, siendo trompicado, rematando su trasteo con trincherillas y mal con la toledana, dos pinchazos y media para saludar en el tercio y pitos al toro en el arrastre.

La apoteósis vino con "Peregrino", número 337, cárdeno claro bragado meano y cornidelantero con 520 kilos, al cual recibió con chicuelinas y quitó con el quite de oro. Los banderilleros mexicanos Gustavo Campos y Diego Martínez se desmonteraron en el tercio, después de lucirse con los garapullos. Brindo a todos para hacer una faena plena de entrega y torerismo, con muletazos con la marca de la casa, caminándole y toreándolo, poniendo de pie al tendido, un molinete y dos series con la diestra, naturales citando de frente y otra más citando de costado, derechazos en el mismo tenor y con el acero, dejó una certera estocada en los terrenos naturales para cortar dos merecidas orejas, que le otorgó el Juez Don Jesús Morales y su Asesor Don Juan y le entregó el Alguacilillo Arturo Ramos. Arrastre lento para el queretano y salida en hombros por la Puerta de El Encierro al final de la corrida.

José María Manzanares (marino y oro)  con "San Juanense", número 375, cárdeno claro bragado meano y bien puesto con 530 kilos, bien con el percal, veroniqueándolo. El toro le propinó un aparatoso tumbo a Pedro Jesús Morales "Chocolate", el cual después le dio un buen puyazo. Sin brindar Manzanares, muleteó a un burel que embestía calamocheando, por lo cual cortó por lo sano y finiquitó de metí saca y estocada para escuchar palmas y pitos al toro.

El quinto fue "Romancino", número 325, cárdeno obscuro bragado y cornivuelto con 540 kilos, verónicas templadas y sin brindar, lo muleteó con entrega hasta ser cogido sin consecuencias que lamentar y con el acero dejó una estocada caída para saludar en el tercio y palmas al queretano.

Vaya paquete que le ha quedado para mañana al aguascalentense Joselito Adame, en su encerrona con toros de diversas ganaderías en la tercera Corrida de la Feria Guadalupana a las 5 de la tarde.

La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento


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