01 octubre 2008

toriles.com EDITORIAL


Por Alfredo FLORES


Pues ya está. La temporada Grande inicia este próximo domingo contra viento y marea, contra buenos y malos pronósticos, a favor y en contra, por haberse anunciado solo a toreros mexicanos en esta serie de 12 corridas, obligadas por un reglamento y autoridades capitalinas, para que la empresa pudiera vender el derecho de aparatado de boletos, tradición única en donde los aficionados que acostumbran a ir al gran coso, tengan el privilegio de que se les conserve sus lugares durante la Temporada Grande y sucesivas corridas que se den fuera de las doce de compromiso.

Algunos incrédulos (los menos) de que en el elenco no estaban anunciados sus toreros favoritos o las figuras del toreo que pensaban habían de estar, dejaron perder esos lugares que ahora los venderán a otros que saben que esos derechos de apartado sirven no solo para esta temporada, sino para las siguientes corridas y también las temporadas que vengan, algo así como tener un patrimonio familiar, que no hay que dejar de lado por posibles acontecimientos que por el momento no les satisfacen, pero que aún y cuando no llegaran a asistir a todas las corridas, habrá algunas corridas que les “laten” habrá faenas por determinado torero o por la garantía de la ganadería que le tengan fe.

Es tan sui generis esta fiesta brava, que no se puede predecir cual o cuantas corridas habrán de ser las de triunfo o las buenas con acontecimientos históricos, ya que donde menos se la piensa, surge esa faena, ese torero o ese toro, que venga a dejar huella dentro de la temporada.

Ciertamente que cuando las autoridades les dieran a las empresas de toros, las facilidades de hacer y deshacer sus carteles como lo hacen en otros espectáculos y deportes, con autonomía de la libre empresa, otro gallo nos cantaría y se podrían “armar” carteles, donde se anunciaran a toreros que en otros países se hace, sin importar la nacionalidad, aunque respetando en su total de puestos los que se requieren para los toreros nacionales. Que les parecería si a la empresa de la Plaza México y otras empresa de provincia, le dejaran formar sus carteles como cualquier empresario que vela por sus intereses económicos y por los de los aficionados a quienes quieren complacerles con lo que solicitan ver.

Un mano mano de Ponce y José Tomás, (casi increíble que ni en España se atreven a dar) o un Juli y Miguel Ángel Perera que se están peleando las palmas tarde a tarde esta temporada en España y no vamos lejos, en estos supuestos mano a mano, incluir a un joven matador mexicano por ejemplo, a un Fermín Spínola que trae “pique” desde novillero con El Juli, o carteles donde se pudieran incluir un francés, un español y un mexicano y, ya luego formar carteles de tres mexicanos o dos y un extranjero, como gusten y porque no, meter espectáculos diferentes incluyendo corridas de toros con intermedios e incluso hacer temporadas fuera de las fechas “Obligadas” por un reglamento que a todas vistas está obsoleto y fuera de la realidad moderna que exige a un espectáculo como las corridas de toros, se le dé un giro diferente, con todo respeto a las tradiciones, pero actualizándole.

En fin, soñar no cuesta nada, pero sí que habría de “renacer y renovar” a la fiesta brava que mucho lo necesita hoy más que nunca. Mientras tanto, dejemos de soñar con cambios de autoridades que eso si que tiene un fondo mayor.


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