¡ Tómame... torito fiero,
cógeme... torito bravo!
Que aquí te espero en el coso
con mi capote colgado,
con el brillo del acero
que defiende mis costados,
de tus hermosos pitones
de hueso bien afilados...
¡ Tómame... torito fiero,
cógeme... torito bravo!
Aquí delante de ti,
con el jolgorio formado...
con el oro de la arena
y los mantones colgados
aquí me espera la muerte,
aquí me espera la suerte,
si me ataca el toro bravo...
¡ Cógeme... torito fiero
tómame... torito bravo!
Que tu casta es de valiente
y la mía es de soldado
que se enfrenta al enemigo,
con una espada en la mano
desafiando a la muerte
que nos está contemplando...
¡ Tómame... torito fiero
cógeme... torito bravo!
A ti te gusta la fiesta...
las luces y los capotes,
pero a mí me gustas tú,
por ser un toro machote...
a pesar de la incongruencia
de tu muerte en los tablones...
Las voces de los poetas...
son en alguna medida
el sentimiento más fuerte
que une la muerte y la vida,
llevamos el sentimiento
a lo más crudo y potente...
que es ver como muere el toro
ó el que se le pone enfrente...
Porque el toreo es un Arte
y como arte es ¡ diferente... ¡
por ser una raza bravía,
ante un diestro en valentía
que desafía a la muerte...
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