Pedro Julio Jiménez Villaseñor | 30/11/2008 | ||
NO DEBEMOS DE CONFUNDIR AMARGURA CON DOLOR… Definitivamente “el saco no me queda” y con gusto les comparto lo que de maneras honestas y en solitario he reflexionando al respecto… Intuyo que el sistema llevado en esta época no es el correcto para “producir” toreros que sean importantes y que metan gente a los cosos, personas que dejen el imperioso dinero al que todo comerciante espera para continuar con sus proyectos, pues es entendible que es imposible que la soledad vista en las plazas sea el correcto en todo “bisne” bien habido… Cierto que hay otro tipo de entradas monetarias, publicidad, esquilmos, derechos de apartado y todos sabemos y conocemos que hay toreros, o sus acomodados seguidores, que les invierten y pagan para que sean anunciados y estas no son las mejores maneras o fin perseguido… Creo y aseguro que si las temporadas de novilladas fueran mas continuas y largas, daría margen a tener mas toreros y por ahí debe de estar la solución ya que en la actualidad esa importante parte de la fiesta esta casi en el abandono y si es que se dan, estas son simple y sencillamente para llenar un vano expediente que a final de cuentas no lleva a nada positivo y nos da la mediocridad que todos vemos en las carteleras reinantes. Importantísimo es que las tan de moda escuelas y/o academias taurinas, sepan ver a sus alumnos y que se hicieran pruebas de admisión muy estrictas, pasadas experiencias vistas nos indican que hay por ahí quienes cumplen ciertos caprichitos a jóvenes sin carácter, o de plano sus maestros no saben ver sus aptitudes. Casos hay por montones, el desperdicio de reses es abundante y no vamos a negar que así fue con Oliver Godoy, solo por tener un referente, al cual fácilmente le dieron mas de medio centenar de festejos y ahora ni en Locatel se encuentra, y cincuenta novilladas nos dan cien novillos perdidos en un espacio que no volverá ni ha dejado algo positivo. Cierto que los maestros son solo eso, no adivinos, pero como profesionales que son, o fueron, están obligados a tener cierta intuición y no perder el tiempo, ni exponer a esos soñadores a un percance mayor… Aficionados que pasen de los sesenta años de edad, estarán de acuerdo conmigo y recordaran esas temporadas en la plaza México que sobrepasaban las treinta tardes con novilleros, en tercia, de selección y verdaderos manos a manos ganados a ley y con entradas cercanas al lleno y como yo viví las mismas, es que por ahí por donde se gesta mi dolor, no amargura, que es muy diferente… Las empresas también tiene que hacer correctamente su trabajo y apoyar, repitiendo de inmediato, a quien muestre arrestos y/o competitividad y sacudirse las recomendaciones de los influyentes que por lo general estorban mas de lo que puedan ayudar. No excluyo a los asesores de las autoridades gubernamentales puesto que bien pueden y deben de aconsejar a sus patrones el incremento de estos festejos dentro de sus ferias y aseguro que en un plazo corto, pueden verse mejores resultados que en la llamada “Oreja de Oro”, que por lo general se “monta” para llenar inútilmente un expediente que deja mas perdidas que ganancias. La primaria escolar es la base para brincar a secundaria y de ahí a la prepa y universidad y en la fiesta se hace exactamente todo al contrario. Se dan mas facilidades a “los universitarios”, matadores de toros, que la básica preparación primaria, las novilladas… Es esta mi postura, mi sempiterno “pleito”, el cual se confunde y por lo que se dice que mi dolor es tan grande que prefiero “atacar”, que intentar “construir”, y eso no es así, es mi carácter, mi modo de pegar el grito, callado por muchos, que no tiene la enorme oportunidad de escribir y coinciden conmigo en estas observaciones y criterios y por lo mismo les recuerdo mi correo electrónico para que nos comparten sus pareceres, asegurándoles que se respetaran integras sus opiniones... pedrojuliojmzv@hotmail.com... Nos Vemos. |
30 noviembre 2008
De Toros y Toreros desde Aguascalientes
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