11 abril 2009

Joselito Adame remontó la tarde y triunfo

Toros
Joselito Adame, a hombros con Fernando Pérez Salazar, ganadero. Foto: Juan Ramos / ESTO


11 de abril de 2009

Miguel Ámgel García

TEXCOCO, Estado de México.- Dos orejas ha cortado la tarde de ayer el matador hidrocálido Joselito Adame quien remontó la tarde y en su último astado, el que cerró plaza, y tras realizarle una estupenda faena completa con capote, banderillas y muleta, la cual rubricó de una senda estocada, recibió las dos orejas que el público exigió al juez Gilberto Ruíz, para también ser sacado del coso a hombros. Joselito no había tenido mucha suerte en su primer ejemplar, ante el cual se despidió en silencio.

El diestro español, Miguel Abellán salió con una oreja de su segundo toro y en su primero tuvo una ovacionada salida al tercio. El torero hispano logró dos actuaciones sumamente toreras, repletas de entrega y disposición en todo momento y exprimió los pases que tuvieron sus enemigos, lástima que pinchó en su primero, de lo contrario le corta la oreja.

Por su parte, Rafael Ortega esta tarde se fue en blanco, ya que no cortó orejas. No obstante, tuvo dos actuaciones que alegraron a los presentes y le aplaudieron fuerte, sobre todo en su intervención con la capa y en el tercio de banderillas. Ortega tuvo petición de oreja en su primer toro, la cual no se concedió y en su segundo se retiró entre palmas.

ARROYO ZARCO

Se lidió en encierro de Arroyo Zarco, propiedad de Fernando Pérez Salazar, muy bien presentado que llevaron por nombre, Amigo, Servidor, Milagro, Cirineo, Alegre y Mayito, respectivamente. El primero, tercero y quinto acudieron a las cabalgaduras con fuerza y dieron pelea ante el caballo; el resto, cumplió ante el castigo. En general los astados se dejaron meter mano, aunque tuvieron medias embestidas lo cual no facilitó a los alternantes a redondear sus faenas; a excepción del tercero, que fue peligroso, el resto no tuvo mayores complicaciones. Y, sin ser extraordinario, el sexto astado tuvo más movilidad, siendo el más potable del encierro. Al final del festejo, el ganadero Fernando Pérez Salazar salió a hombros junto con Joselito Adame.

DETALLES

Ante una escasa entrada en la plaza Silverio Pérez, nuevamente el viento estuvo presente, normal en esta temporada. Aunque poca gente, todos estuvieron entusiastas y dispuestos a aplaudir las actuaciones de los toreros. Ahí estuvo el matador Fernando Ochoa.

GRAN TARDE

Mucho mérito ha tenido lo que hizo el matador Joselito Adame en la arena de la plaza texcocana, ya que al no haber conseguido eco en los tendidos durante la actuación frente a su primer astado, el joven torero remontó en su último toro, el que cerraba plaza y en un gesto de gran valor y vergüenza torera, Joselito pudo cortar dos orejas tras una actuación de calidad y buen torear. Ante su primero, el hidrocálido poco pudo hacer ante un toro que tenía un peligro sordo y aunque el espada buscó hacer un trasteo a toda costa, terminó imponiéndose su socio; terminó con la vida del animal de un pinchazo, estocada y un descabello.

Ante su segundo, ya cuando el viento soplaba más fuerte y el sol comenzaba a esconderse, Joselito echó para delante y salió por todas. El torero brilló en los quites que hizo por zapopinas, las cuales remató con dos revoleras. Con la muleta se dio a torear el estupendo ejemplar, mejor del encierro, por ambos lados, yendo a más por naturales que fue cuando sonaron las notas musicales de Pelea de Gallos. Nuevamente el diestro se dio a torear por derecha, largo y templado, para culminar con molinetes de rodillas y algunos adornos bien ejecutados. Dejó una estocada fulminante que le valieron las dos orejas y la salida a hombros con el ganadero.

TORERAZO

Miguel Abellán ha dado una lección de mucha entrega y disposición absoluta ante su lote, exponiendo el físico sin medir consecuencias y dejando trazos de mucha torería en los que también brilló su sitio. Y es que ante sus dos toros, los cuales solamente le permitieron medios pases por la poca codicia que mostraron para embestir, el torero hispano no tuvo de otra que arrimarse y lo hizo con alegría y gusto. Ante su primero, Miguel aprovechó debidamente el poco juego que tenía el astado y pudo cuajar algunas tandas bien estructuradas en las cuales jaló perfectamente del toro, con maestría y seguridad. Lástima que pinchó, por lo que perdió trofeos y todo culminó con una salida al tercio.

En su segundo astado, prácticamente de las mismas condiciones que el anterior, Abellán estuvo por la misma tesitura, logrando un trasteo por ambos lados, aunque de medios muletazos por la poca codicia del animal. Ahora sí dejó una certera estocada y le fue concedida una oreja.

APLAUDIDO CON FUERZA

El diestro de Tlaxcala, Rafael Ortega, esta vez ha salido sin trofeos, no obstante con la entrega y reconocimiento del público asistente. El diestro se lució con la capa, dejando un abanico de suertes en ambos toros, incluso, a su segundo lo recibió de una larga cambiada que erizó la piel. Puso banderillas en ambos toros, mostrando porqué es un maestro y amo del segundo tercio y se lució gallando y dejando los palos al violín, lo cual le ovacionaron fuerte. Con la muleta, Ortega logró dos trasteos decorosos, con pases variados por ambos lados de los toros, astados que tuvieron poco gas para desplazarse a la muleta como el diestro hubiera querido. En su primero, petición de orejas que no se concede y dio vuelta; mientras que en su segundo se retiró en silencio.

ESTO

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