28 de julio de 2008
Asael Piedras
Los ganaderos dieron la vuelta
Horacio Soto Castro
La penúltima novillada de la temporada terminó como capea de pueblo rascuache, en una verdadera pachanga, y poniendo en entredicho la seriedad de la Plaza México; con un barullo tremendo y un maletilla, que no otra cosa, al que se le fue vivo su novillo a los corrales, entre manifestaciones de desagrado para los torerillos y la empresa de los pocos asistentes que acudieron para presenciar el espectáculo.
De momento los muchos aficionados de Tlaxcala que acudieron se les voltearon a sus representantes taurinos y seguramente les cerrarán el paso para entrar al distinguido Estado, que se precia de ser una inagotable veta de toreros y tuvieron que apoyar a esos tres maletillas, que abandonaron el coso entre silbidos y abucheos...sigue leyendo en el ESTO, CLIC'
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