22 de mayo de 2010
En 1958, en el Toreo de Cuatro Caminos
- Miguel Ángel García
En México, el 9 de marzo de 1958, en El Toreo de Cuatro Caminos, el matador leonés, Antonio Velázquez, a los 38 años de edad sufrió una cornada similar a la que ayer sufrió en Las Ventas, de Madrid, el matador Julio Aparicio.
El diestro de León, Guanajuato, fue grande en su época y de esos toreros valientes sin reserva que en cada actuación salen dispuestos a perder la vida en serio. Aquella trágica tarde, Antonio alternó con Humberto Moro y José Luis Tirado, ante toros de Zacatepec. Apuntan las crónicas que, ante su segundo toro, de nombre Escultor, Antonio comenzaba su faena por el lado natural del astado, cuando fue prendido por su oponente, infiriéndole una cornada por el lado derecho del cuello, el cual le perforó la lengua y la bóveda palatina fracturándole el maxilar inferior y base del cráneo.
Años más tarde, el 18 de octubre de 1969, a la edad de 49 años, Antonio Velázquez murió de un accidente en su domicilio de la colonia Escandón, al caer de su azotea por un tropiezo.
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