Gastón y el toro Nenito, los triunfadores
En la corrida de la México
Horacio Soto Castro
El rejoneador Gastón Santos y el toro número 398 de la ganadería de Los Encinos, Nenito, con 525 kilos, fueron los triunfadores de la corrida a beneficio de la Unión Mexicana de Matadores, realizada ayer en la Plaza México, y les fueron entregados los trofeos en disputa, en un festejo más que interesante que atrajo a unos seis mil espectadores, lo que se puede calificar como una magnífica entrada, a pesar de que no estuvieron todos los triunfadores de la temporada, que ayer se dio por terminada.
Gastón cortó la única oreja de la tarde y se perdieron cuando menos otras tres orejas, porque los toreros volvieron a sacar las espadas con la punta roma, pero en general hubo pasajes de mucho brillo, que fueron coreados por los asistentes y pronto se vino el desánimo por los pinchazos.
El centauro potosino ya se apoderó del ánimo de los aficionados, y desde que hubo el despeje de cuadrillas, le aplaudieron fuerte. Para Gastón esta fue su tercera corrida en el magno escenario y su segundo apéndice. Con ello corroboró que es una figura en ciernes en el toreo a la jineta. Ha mantenido la línea que exhibió desde su presentación y no se ha desdibujado ni tantito. Con su actuación de ayer se consolidó en esa especialidad taurina.
Nuevamente Gastón hizo gala de un consumado jinete y certero rejoneador. A pesar de que el toro 101 de Cuatro Caminos, Misionero, con 474 kilos, se aplomó y manseó, Gastón le hizo la faena sin tintes brillantes, sobre todo en el primer par de banderillas a dos manos, que lo clavó por dentro al estribo, muy comprometido, que prendió el entusiasmo general. Y para mantenerse, repitió la suerte, pero ahora al estilo portugués, citando de frente y clavando en todo lo alto.
Gastón batalló toda la tarde, pero lo hizo con conocimiento y redondeó su faena con los rejones de castigo; banderillas a una mano. Gastón templó debidamente la embestida de la res y se lo dejó llegar mucho. Con el caballo Ovidio finalizó su brillante labor, y por dentro clavó el rejón de muerte para la única oreja.
El centauro utilizó a su cuadra de caballos: Ovidio, Robespier, Tenorio y Urbano, que los tienen como maquinitas acabadas hacer el servicio, bien afinados, y le respondieron admirablemente.
Salió de sobresaliente Rafael de Alba quien se lució en saltilleras y en chicuelinas.
El toro premiado de Los Encinos fue el 398, Nenito, con 525 kilos, estuvo muy bien presentado, bien puesto, fino, bravo, que acudió y peleó con el caballo en la embestida, con mucha nobleza y clase, pero que le pesaron un tanto los kilos que le impedían desplazarse más.
Ese toro le correspondió a Leopoldo Casasola, que perdió trofeos por pinchar, pero al que toreó con temple y arte en verónicas y media superior.
Casasola lo entendió desde un principio y lo toreó con algodones, lo consintió y lo toreó sobre ambas manos, con temple y arte. Polo se confió, y en un natural fue prendido sin consecuencia. Se dio a pinchar y todo quedó en salida al tercio y aplausos al toro, al que también aplaudieron de salida, por la bella estampa que lució.
LOS ALTERNANTES
Humberto Flores salió en segundo lugar con el 39 de Xajay, Sapito, con 478 kilos, que manseó y terminaba con la cabeza arriba. Humberto lo toreó sabrosamente a la verónica, y en quite por chicuelinas antiguas. Faena variada sobre ambas manos, muletazos en redondel y con temple, luego de aguantarlo cuando se quedaba corto. Dos pinchazos antes de la estocada y saludó en el tercio.
Antonio Bricio, con el 122 de Barralva, Yeguizo, con 490, que colaboró. Salía suelto y se quedaba corto, por momento se terciaba. Un toro complicado. Le sacó naturales buenos, pero no muy limpios, pues hubo constantes enganchones. Los ayudados fueron buenos en redondo. Se alargó el trasteo y le tocaron un aviso. Pitos al toro.
Christian Ortega, con el 230 de Puente de Arco, Aviador, con 490 kilos, lo lanceó. Cubrió el tercio de banderillas, para ser aplaudido con fuerza en el tercio por la moviola y el de calafia, que le resultó pintado. Estuvo empeñoso y buscando las cosquillas. El toro se quedó corto y sólo lograba medios pases. Cuando embestía, lo hacía con claridad. Al intentar un muletazo, fue prendido por la entrepierna y le dio una vuelta campana, de la que salió bien librado. Dos pinchazos antes de la estocada y saludó en el tercio. Aplausos al toro.
Miguel Ortas "Miguelete". con el 607 de Los Ébanos, Incondicional, con 576 kilos, salió con ganas, pero no se le acabaron. El toro manseó, salía con la cabeza en alto y se escupía. Además, muy pocas veces se ajustó.
ESTO DIJERON
Estoy satisfecho, pues un triunfo en la plaza México es de mucha categoría. Mi toro me gustó, fino, bravo, con trapío, claridad y con bondad. Le faltó un poco de fuerza, pero terminó bien. Este es mi tercer reconocimiento en la Plaza México. Uno por el mejor encierro en la temporada 1999-2000 y otro por el mejor toro Romerito, que fue indultado por "Zotoluco" en la temporada 2000-2001".
Eduardo Martínez Urquidi
Ganadero de Los Encinos
Nunca soñé con ganarme el trofeo en esta tercera salida al ruedo de la Plaza México. Como dije, es un sueño que se está haciendo realidad. Batallé un poco con el toro de Cuatro Caminos, no hubo mucha colaboración. Se escupía y se iba a tablas. No fue el toro ideal, pero lo que me gusta es la entrega de la gente".
Rejoneador
Publicado en el ESTO
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