Aarón Hinojosa
Por Guillermo Leal
Ciudad de México (15 junio 2008).- A los tres debutantes en la Plaza México les costó mucho trabajo torear. De hecho, solamente uno de ellos, Aarón Hinojosa, fue el único que demostró actitud y técnica.
La empresa, enfrentándose al Día del Padre y al juego de la Selección Mexicana frente a Belice, decidió salir de compromisos con tres jóvenes que, físicamente no parecen novilleros, y técnicamente menos.
Hinojosa fue el que más voluntad le puso a su actuación con su primero que fue malo y en el que escuchó un aviso; y con su segundo, el sexto, que lo revolcó de fea manera cuando intentó iniciar con el péndulo en los medios.
El valor y la disposición que tuvo es lo que vale, aunque la esbeltez es fundamental en el toreo. Pidieron para él la oreja del que cerró plaza después de que lo toreó bien y ejecutó una buena estocada de efectos retardados. No se la dieron.
El capitalino Paco Vivanco no se despeinó con ninguno de sus dos enemigos que enfrentó, mientras que el tlaxcalteca Rogelio Sánchez no tiene personalidad propia. Quiso ser toreando una burda copia de "El Pana" quien lo apoyó desde el tendido, con sus aplausos, y colocando banderillas de los españoles Antonio Ferrera y "El Fandi".
La ganadería de La Muralla puso empeño en la calidad y bravura de los astados, no así en la presencia que fue muy poca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios a esta entrada