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Así embetian los De Haro con la cabeza abajo |
La novillada anunciada con toros y toreros tlaxcaltecas en el ruedo de la plaza México para la décima primera novillada y penúltima de la temporada chica, se inclinó la balanza hacia los toros tlaxcaltecas de la dehesa de De Haro, los que finalmente se impusieron a los tres novilleros de la tierra, quienes no pudieron con ellos y finalmente fueron proclamados dos de los hijos de doña Marta González viuda de Haro, como triunfadores al dar vuelta al ruedo al finalizar la novillada, aunque desde nuestro particular punto de vista, fue exagerado premiárseles con la vuelta al ruedo a los representantes de la ganadera, más si aplaudirles a por lo menos tres de los seis novillos lidiados por su bravura, calidad y rendimiento, imponiéndose a los imberbes novilleros que no pudieron con ellos. Del encierro, dos fueron listos cuarto y sexto y no admitían errores buscando a los toreros, excepto el primero que no tenía un pase poniéndose por delante, el resto se dejaba siempre y cuando los supieran torear, de ahí que el público se inclinara a premiar con la vuelta al ruedo a los representantes de la ganadera, en fin. De los tres novilleros poco hay que decir, tal vez del muy bajito novillero Claudio Montiel, que tuvo merito el simple hecho de salirle a esto novillos más altos que su pequeña humanidad y que logro salir avante aún y cuando se llevara algunos sustos saliendo trompicado o atropellado al ponerse en el viaje de sus toros. El mérito de este chaparrito torero, fue haberles sacado algunos buenos pases, sobre todo a su segundo y colocar banderillas brincando para encontrarles el morrillo a sus enemigos, obviamente batallo para despacharlos y se llevo dos avisos en su segundo y en su primero lo pasaporto de metisaca y pinchazo, salvándose de milagro de algún percance. Salir caminando de la plaza ya fue ganancia para el pequeño Claudio.
Y tanto Asael Piedras como Rafael de Alva “El Pipo”, no tienen disculpa alguna, excepto que se ve que torean poco, pero les falto valor y aguante para poder sacarles partido a sus respectivos lotes. A Asael solo se le vieron afectaciones y poses que no fueron muy del agrado del público a pesar de que había una buena cantidad de aficionados tlaxcaltecas dispuestos a apoyarle, pero no se dejaron los novilleros a modo para ello y fueron más los abucheos que las leves palmas que arrancaron en esta su presentación en el ruedo capitalino. El segundo de Asael, brinco al callejón sin haber consecuencias. A Rafael de Alva “El Pipo” habría que agregarle su desmedido miedo con el que cerró plaza, al que materialmente lo lidiaron como si fuera un toro chungo (malo), que no lo fue, más si listo y que pedía un torero con mayor rodaje para someterlo y meterlo a la muleta. Este se le fue vivo al sonarle los tres avisos y con ello, escribió un feo final “El Pipo” que demostró que como “espontaneo” y con su saco, solo un pase pudo sacarle a un buen novillo, pero ya vestido de luces, dejo mucho que desear y desperdicio un puesto que le hubiera venido mejor a otro torero con más valor, lástima.
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