"El mejor muletero del mundo"
- Por : Antonio Casanueva
El pasado día 5 de este mes de mayo se cumplió el primer aniversario de la muerte de Manuel Capetillo y con tal motivo sus familiares entre los que destacaban sus hijos, organizaron una misa en la capilla de Santa María de Guadalupe, en que hace un año fueron depositadas sus cenizas.
Torero extraordinario, quien en conjunto con otras presentaciones novilleriles dio gran lucimiento a la Fiesta brava en nuestro país y particularmente el surgimiento de la fiesta en la Monumental plaza México, que había sido recién inaugurada en el rumbo casi despoblado en esos tiempos de la Ciudad de los Deportes de la capital mexicana.
Fue un torero de gran personalidad y carisma, cuya gran simpatía, le permitió triunfar en cuantas actividades se propuso realizar y no solo como pudiera pensarse, dentro de la Fiesta Brava sino también lo hizo como charro, cantante, actor cinematográfico, con algo mas de 50 películas filmadas en su haber y artista de televisión en la que intervino en diversos programas.
Nacido en Ixtlahuacán de los Membrillos en Jalisco, una población cercana a la capital del Estado, el 15 de abril de 1926, por lo que al morir tenía 82 años, debutó en la plaza "EL Progreso" de Guadalajara como sobresaliente, destacó por la realización de un gran quite y como resultado del mismo, se ganó su participación en tercia, el 16 de noviembre de 1947, alternando con Santiago Vega y Luís Solano con novillos de Corlomé.
Su presentación en la plaza "MEXICO, el 8 de agosto del año siguiente alternando con "El Chato " Mora y Fernando López matando una novillada también jalisciense de Matancillas, alcanzando un sonado éxito gracias al cual repitió el domingo siguiente, alternando ahora con Alfredo Leal y Curro Ortega, quien recibió una cornada de gravedad. En cambio Capetillo repitió color triunfando nuevamente al cortarle una oreja al novillo de nombre "Saltador" de la Punta.
Durante aquella temporada novilleril, la que pasó a la historia como de "LOS TRES MOSQUETEROS", Manuel partió plaza en 7 tardes, cortando el rabo por gran faena al novillo "Naviero" de Zotoluca, ganándose la alternativa, que recibió en Querétaro el 24 de diciembre de 1948 siendo su padrino Luís Procuna quien le cedió al toro "Juchiteco" de La Punta, siendo el testigo Rafael Rodríguez, para confirmarla en La Plaza México el 23 de enero de 1949 de manos de Luís Castro "El Soldado", testigo Antonio Velásquez con el toro "Muñeco" de San Mateo. Confirmándola en Madrid, el 15 de mayo de 1952 de manos de Antonio Ordóñez, quien le cedió al toro de nombre "Brillante" de don Antonio Pérez.
Sin entrar en mayores detalles para hablar de este gran ídolo recientemente desaparecido diremos solamente que Capetillo durante su carrera toreó en la capital 55 tardes, cortando 32 orejas y 4 rabos, los que seguramente estarán colgados en algún nicho de la casa de sus hijos o bien de alguno de sus múltiples admiradores. Es indudable que la mejor faena de su vida profesional se la realizó al toro "Tabachín" de Valparaiso , en la que realmente bordó el toreo, realizando sus inolvidables muletazos: "desde aquí hasta allá", como el mismo torero les había bautizado, dejando al público que se encontraba esa tarde en el coso, en un estado inverosímil de EXTASIS.
Durante la carrera de este inolvidable torero, se repitieron grandes faenas, la mayoría de las cuales nos darían pie para ubicarlo en un artículo completo en este mismo espacio, pero que para evitar se nos coloque como un partidarista fanático, lo dejaremos así; en la mención de aquellos momentos como las faenas de "Chulín" y "Sireno" de Torrecilla, "Parroquiano" de Zacatepec, "Heraldo" de Tequisquiapan, "Cordobes" y "Flor de Mayo" de don Reyes Huerta, etcétera. Las que junto con la inolvidable y antes mencionada de Tabachín, formaron la gran carrera de este profesional, de quien ahora recordamos el primer aniversario de su fallecimiento. Descanse en Paz.
Manuel Capetillo como torero, artista así como en su vida tanto profesional como personal, derrochó como queda dicho antes una gran personalidad, intensidad y vigor, dejando para la historia de la Fiesta Brava a sus hijos Guillermo y Manuel Capetillo ambos matadores de toros, plenos de arte y gran sensibilidad, quienes también han dejado para el recuerdo faenas imborrables como aquella realizada por Guillermo, a "Gallero" de Cerro Viejo, misma que podría ser considerada por el mas exigente crítico, como la mejor y mas bella faena realizada en la historia de La Fiesta Brava.
Se ha ido Manuel Capetillo, hace apenas un año, pero dejándonos para el recuerdo esas hazañas, sus grandes realizaciones y el gran carisma que para quienes le conocimos, lo vimos torear y actuar, conservaremos por siempre en la mente como un recuerdo imperecedero.
Antonio Casanueva
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