- Pedro Julio Jimenez vVllaseñor
ANTES QUE taurino soy ciudadano, ciudadano común y corriente, sin sentirme omnipotente o menos que otros, nunca supongo lo que no soy, hoy inicio muy temprano esta columna para disponerme a encaminarme a emitir mi voto, hoy tenemos elecciones en busca de los nuevos gobernantes para los próximos tres y seis años, es mi obligación como lo que si soy, orgulloso ciudadano de la ciudad de Aguascalientes. La situación en el país no es nada agradable y por lo mismo acudo con la ilusión de que quienes ganen estas elecciones vean verdaderamente por el bienestar de todos los habitantes de la parte territorial nacional que les corresponde, no soy experto en la materia estadista pero deseamos que ya nos llegue el cambio positivo que esperamos desde hace muchos, pero muchos años, esperamos que así sea... Y ahora al toro.
MURIÓ HUGO Olvera, rejoneador más conocido como “Juan Cañedo”, dedicado toda su vida a las cuestiones ecuestres. Don Juan fue empresario del desaparecido Toreo de Cuatro Caminos, en la actualidad vivía en un rancho muy cercano a San Juan del Río, Querétaro, dedicado al entrenamiento de caballos de carreras que por lo general compiten en el hipódromo de Tijuana, Baja California. Desde luego que en el amplísimo lugar campirano de su residencia llegue a ver a varios rejoneadores que acudían a entrenar bajo su supervisión y consejos. La casa es enorme y muy bonita, edificada con enormes bloques de piedra y luciendo en sus altas paredes carteles alusivos a sus tantas actuaciones.
DON JUAN no hace muchos años fue intervenido quirúrgicamente de una vieja lesión en la columna vertebral, la ultima ocasión que le saludé en persona usaba un chaleco ortopédico, manejando su propia camioneta me llevó a las caballerizas y en el corto trayecto su amena plática se basó en preguntarme por los taurinos de esta ciudad de Aguascalientes donde tenia muchas amistades y estas eran de todos los niveles socio-taurinos.
SI ES que le llamo con su alias, Juan Cañedo, es porque únicamente toco la vida de torero, de un caballista que siempre vistió a la usanza campera española, que le gustaba sus toros a lidiar estuvieran en puntas, que hasta donde tengo entendido es el único rejoneador en el mundo en cortar una pata, esto fue en la ciudad de Durango. Por cierto que es él en la sociedad de los hijos de su entonces esposa, Dolores Olmedo, los señores Phillips, rentan la ya mencionada plaza de Cuatro Caminos y son quienes contratan a Manuel Benítez, “El Cordobés”, quien debuta con Alfredo Leal y Víctor Huerta, toros de Tequisquiapan el sábado 21 de diciembre de 1963 con un espantoso petardo. De antemano le tenían firmado dos tardes seguidas y al día siguiente actúa con Manuel Capetillo y Jorge Aguilar, “El Ranchero”, y astados de Reyes Huerta, entonces lo negro se hizo blanco al salir del coso con cuatro apéndices. No queda la menor duda, don Juan fue un hombre polémico por el lado que lo veamos que ya dejó el mundo terrenal... Que en paz esté.
LO DE la plaza México, oreja para Olivares y para Luís Conrado, es alentador pero no tanto para que las campanas repiquen. No lo digo por los muchachos, es por el lado de su administración, que ahora deberán de enfrentaran lo mas difícil, darles continuidad de actuaciones a sabiendas que hay pocas, escasísimas, plazas que estén montando novilladas, ya veremos si es que Herrerías & compañía les dan esa urgente e indispensable continuidad. Lo digo de frente, Luís Conrado de momento me ha callado la boca, no presumo, no creía en él y con sinceridad espero pronto vuelva a pisar ese enorme coso y confirme y reafirme su valor y decisión... Nos Vemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios a esta entrada