01 agosto 2009

LECTURAS « ¡Evoluciona o Muere, Gitano!

· | ¿Ya no te alegras de verme feliz? »

También D. Tomás Calvo Bueza, escribe a cerca de los gitanos:

También D. Tomás Calvo Bueza, escribe a cerca de los gitanos:

“Hace casi quinientos años, los han forzado a meterse independiente-mente de su voluntad individual o lectiva como étnia, en una sedentarización y proletariado. Estos procesos sociales, que están interrelacionados, han cambiado, y lo harán profundamente más en el futuro, las formas tradicionales y culturales del comportamiento del pueblo gitano, en áreas tan decisivas como las relaciones entre padres e hijos, jóvenes y ancianos, relaciones con la sociedad paya, etc. La carreta y la tienda han dejado de ser una realidad colectiva para pasar a ser decisivos símbolos-mitológicos de los gitanos del futuro.

De todas formas, lo más interesante es preguntarse por la futura evolución de la cultura gitana, una vez que ha comenzado decisivamente a entrar en el sistema pro­ductivo español, ¿cómo se está presentando y cómo se prevé el futuro de la integra­ción, la asimilación o culturización gitana? Partiendo del análisis comparativo con otras minorías étnicas, y de la misma experiencia de los gitanos en España, debe rechazarse la teoría de la asimilación o conversión progresiva del gitano en payo.

Trágica y desgraciadamente “promocionarse” es aceptar las reglas del juego y conducta de la sociedad paya, que es quien tiene el poder y el dinero, y quien marca una sola escalera de movilidad social, igual para payos y gitanos... y también para gitanas; a las mujeres de las minorías étnicas que quieran “promocionarse” (¡atención a las comillas!) la sociedad dominante les impondrá el romper muchos tabúes grupales, con lo cual hallará el desprecio y oposición de su propio grupo étnico.

Por ello hay dos baluartes que todas minorías étnicas defienden hasta el final: sus mujeres y sus ancianos; ellos representan el último tesoro étnico (el vientre grupal y el saber ancestral) que no hay que entregar a la sociedad dominante; aunque se proleticen, se asimilen, vistan igual, se eduquen, estén perdiendo sus valores y costumbres..., no quieren entregar sus mujeres y ancianos.

Por eso el día (¡ojalá sea tarde o nunca!) que nuestros asilos estén llenos de ancia­nos gitanos abandonados, o veamos en la calle abundantes jóvenes gitanas que en vez de rosas vendan sus Cuerpos, es el indicador sociológico más claro de que la desintegración del grupo social gitano ha entrado en fase final, y que el grado de “integración” de la comunidad gitana en la sociedad paya ha alcanzado su punto óptico.

Y D. Félix Gracia Lara, dice:

“Quizá el pueblo gitano sea un hecho emocionante: el orgullo de los humillados sobrevive a la soberbia de los poderosos”...

¡Quizá, señor, quizá!... Pero quizá también ese hecho emocionante, ese orgullo de los humillados, no pueda sobrevivir por más tiempo a la soberbia de los poderosos de siempre. Ya que sabe usted muy bien, que llevan casi seis siglos gritando tolerancia y comprensión para su cultura gitana. Es decir: GRITANDO LIBERTAD. Algunas veces, en silencio, por miedo; y en otras muchas más, ahogando su voz por la fuerza de la represión. Sin embargo, señor, a pesar de todo; nunca han logrado acallar el grito interior de libertad. Pero sabe, señor, que lo que más les duele hoy, es cómo les ignora esta sociedad actual. Sepa usted, señor, que esto, a veces, duele más que los castigos del pasado. Hoy aún existen muchos Carlos III que, sin ser reyes, todavía continúan escribiendo con tiza en un espejo, el nombre del gitano y “con el pañuelo de la Democracia”, todavía tratan de borrar la identidad gitana.

Quizá hoy, señor, su hermosa frase “el orgullo de los humillados sobrevive a la soberbia de los poderosos” no tenga mucho sentido para algunos..., o mejor dicho: quizá sus gargantas estén afónicas de tanto gritar, pedir tolerancia y comprensión para la cultura y libertad. O a lo peor ya no quede ni sonido ni ganas, para seguir gritando con orgullo a los soberbios, LA PALABRA LIBERTAD.

Usted debe saber mejor que yo, que quizá hoy en nuestros días, sea cuando más peligra la identidad gitana y no con Carlos III, sino quizá con una España democrática que continúa queriendo asimilar al gitano. Aunque a la verdad, hoy no les obligan con azotes y cortes de orejas; ni nos marcan con hierro ardiente, ni se les ahorcan en las plazas para escarmiento de los demás, como lo hicieron en el pasado dictando pragmáticas, leyes y edictos contra el pueblo gitano. Sin embargo, hoy, sí que se emplea el mismo señuelo de siem­pre, el más peligroso; ya que por necesidad económica, están obligados a la total integración y asimilación del sistema mayoritario, si no quieren morir de hambre. El sistema ahora es pero que antes, porque ahora ya no pueden practicar sus propios oficios ni sus horizontes son tan amplios como entonces con el nomadismo.

Si uno reflexiona profundamente, no tienen otra cosa que la terminación de la obra empezada por los reyes ilustrados a través de sus pragmáticas, pero eso sí, hoy con un sistema mucho más democrático, más sutil... Quizá, señor, lo que no pudieron conseguir los reyes ilustrados con sus pragmáticas, leyes y edictos, lo pueda la Democracia ahogando la cultura y costum­bres de los gitanos si antes no se pone remedio a sus reivindicaciones. Pues no es posible, señor, aguantar por más tiempo ese orgullo de humillados frente a la soberbia de los poderosos que siguen gritándonos: “Evoluciona o muere, gitano” que es lo mismo que decir: “Conviértete en payo o muere, gitano”

Así es como el pueblo gitano ha sobrevivido, siempre tratando de identi­ficarse con su propia cultura y costumbres para poder seguir siendo gitano y vivir su propia vida en libertad; respetando toda forma de vida y costumbres de los demás; esperando la misma tolerancia y compresión de los otros; mendigando un poco de libertad, intentando ser un pueblo más dentro de los pueblos de España; como se reconoce al pueblo vasco, catalán o valenciano. Sin embargo, parece ser que hoy es más difícil que cuando eran nómadas y, por ello, causa de persecución.

Hoy, el rápido cambio de la vida del gitano, le está sumiendo, sobre todo a la nueva generación de gitanos, en un pozo de incertidumbre. Poco o nada sabe del pasado, y si se les pregunta por el presente, no ven con claridad el camino a seguir... ni cómo mantener su identidad gitana.

Una misma generación ha pasado de vivir errante por los caminos, aislados en pequeños grupos y esquivando en lo posible (por miedo) todo contacto con cualquier población paya, a tener que asentarse en las grandes ciudades o pueblos y convivir de “aquellas maneras” con los que antes tenían que huir de ellos. El mismo miedo ha hecho que estos asentamientos no fuesen por familias o intereses sino que el sentido de protección y arropamiento ante el payo forzase a unos asentamientos monstruosos, en los cuales tenían cabida todos.

Esto complicaría posteriormente la convivencia del propio asentamiento. Todo cambio de forma de vida, si ha sido impuesta, lleva consigo un cambio de mentalidad de valores, de forma de pensar y forma de sentir. Las de siem­pre difíciles relaciones entre payos y gitanos que están a veces motivadas por un total desconocimiento mutuo entre culturas y personas.

“EVOLUCIONA O MUERE, GITANO” es el título más significativo para este libro gitano. Con palabras sencillas se da a conocer una visión del mundo gitano totalmente desconocido para el payo en su profundidad.

En la primera parte fotografía un mundo y modo de vida, que aunque difícil y a veces desesperante, tenía el aliciente de sentirse necesario y competen­te el pueblo gitano en su “chalaneo” a la vez que la unidad familiar y las fiestas compensaban la “vida errante”.

En la segunda parte describe la desesperación de un pueblo arrinconado en los barrios marginales, sin trabajo preferido y sin preparación previa para emprender otras actividades que impone la nueva situación del gitano, que desconoce por completo y que le va a negar lo más necesario para sentirse realizado.

En esta época crítica comienza a darse tres fenómenos que marcará la dinámica del futuro del pueblo gitano. Una gran mayoría, desilusionada, se resigna a sobrevivir y se encierra en un pequeño mundo sin esperanza ni ilusiones. Otra, una minoría, no se resigna y comienza a organizarse para tratar de entender su situación y buscar soluciones. Por fin la nueva generación que no ve futuro en su vida asqueada, comienza a alejarse del entorno familiar introduciéndose, parte de ella, en las redes de delincuencia donde encuentra fácil diversión y dinero ligero de gastar sin el veto de la ley gitana.

En la tercera parte, vemos con crudeza realidad, cómo se narra la desesperación de un pueblo, que aunque intenta con sacrificio, no consigue salir de su aislamiento, en parte por la oposición de una sociedad que no entiende el ser gitano y a veces lo desprecia, y en parte por el lastre como pueblo margi­nado, se siente incapaz de evolucionar y enfrentarse con conciencia de clase a situaciones injustas. De aquí el grito desgarrador de “evoluciona o muere, gitano” que lanza a todos los gitanos.

Entiendo que no es fácil la tarea, que algunos han emprendido para conseguir todo esto, y que no es cuestión de un tiempo determinado. Incluso se prevé la muerte de una generación ya desilusionada, cansada y hasta hastiada en la desesperación para que las nuevas que vengan sean capaces de aceptar el reto y seguir en la lucha con nuevas fuerzas y preparación universitaria e ilusión por las cosas gitanas.

Este libro, ante todo, nos tiene que hacer reflexionar tanto a payos como a gitanos, en una reflexión serena que nos lleve a pensar que la convivencia es posible si somos capaces de cambiar posturas intransigentes, de aceptar y comprender otra cultura y de rectificar injusticias pasadas, y cómo no, injusticias presentes.

Aquí termina la introducción de mi libreo (Evoluciona o Muere, Gitano).



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios a esta entrada