EN LOS MEDIOS
Por óscar MEJÍA
Garibay levanta la mano
Amables lectores, empiezo aunque no quisiera, por mencionar que fue una lástima que este domingo en la plaza México, Ignacio Garbay edificara una faena tan bien hecha y bonita a un burel con tan poco trapio, al que pitaron.
Porque aparte de ese detalle culpa de otros, no suya, la actuación de don Ignacio, ya no Nacho, arribó con fuerza al olimpo de la temporada, con semblante de verónicas en cantos de trincherillas, a ritmo de martinetes.
Y sabor a tabaco del recio, del más oscuro.
Mejor no se puede torear con el capote. Fue más que un concierto lo ejecutado por el moruno torero capa en manos. Un Regalo para los sentidos ese primer tercio de su primero, de repertorio… si señor.
Y aprovechó cumplido las bondadosas embestidas del de Carranco justo de bravura y fuerza, en largo trasteo de templada muleta. Lo entendió e hizo con él lo que quiso, en muy lucida manifestación de sitio, repertorio, temperamento y clase. En maestro.
Como Maestro estuvo en su segundo turno, que diferentes condiciones tenía el cárdeno paliabierto.
El carácter, la paciencia y el pleno conocimiento de causa fueron las herramientas para que se pusiera Ignacio en terrenos comprometidos haciéndolos suyos, pudiendo con lo incierto y complicado del socio. Y lo mejor: con buen gusto, con sentimiento…con arte.
Cortó Ignacio Garibay una oreja en cada toro, mereciendo la salida en hombros por la puerta grande. Apuntándose con esto como uno de los candidatos naturales a ser programado en alguna de las tres corridas que se celebrarán con motivo del aniversario de la plaza México.
…por esta vez, remato EN LOS MEDIOS.
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