Todos sabemos que si se
quita El Relicario de Puebla, plaza de toros que ha sido titular de la entidad desde 1988
gracias a la iniciativa del contador José Ángel López Lima con el diseño del
arquitecto Gilberto de Ita, inaugurada el 19 de noviembre por David Silveti,
Jorge Gutiérrez y Vicente Ruiz El Soro, va a estar muy difícil, tal vez
imposible que se vuelva a tener otra en esta ciudad.
Será la puntilla a la
fiesta Poblana.
Para rematar la funesta
intervención en la plaza de los hermanitos José maría y Juan Huerta Ortega, par
de auténticos depredadores taurinos que
se atravesaron a la gacha desde el 2005 cuando el coso funcionaba perfectamente
y lo hundieron; ahora los cuates que están en el gobierno del estado ya han
anunciado que al terminar la feria quitarán la plaza pá poner ahí un hotel…haga
usted el favor, como si no hubiera otros lugares para situar hoteles.
Muchos dicen que los que ahora están en el gobierno del estado son muy tontos, puede que sí, han dado muchas
muestras, pero yo pienso que más bien son ignorantes y soberbios. Del
gobernador pá bajo un grupo de juniors yuppies de tercera generación que
simplemente viven aislados de la realidad, deambulan descafeinados en un mundo
en que sueñan que todo les pertenece y ni se enteran que se les puso ahí y se
les paga para atender a los ciudadanos, no para ponerle en la
madre a las fuentes de trabajo, a las tradiciones que evidentemente desconocen
y al derecho que tenemos los poblanos a disfrutar de las actividades que en
libertad escogemos. Nomás por sus cojones nos dejan sin plaza.
Ya arruinaron el espacio
histórico de los fuertes de Loreto y Guadalupe donde aconteció uno de los más importantes
sucesos de la mayor relevancia histórica para México, sin la menor
sensibilidad ya lo convirtieron en un híbrido horroroso. Y de esas un carro. Ahora por su cuenta botan la fiesta a la barranca.
En 2011 después de darle
de vueltas poniendo condiciones absurdas ahuyentaron a empresarios taurinamente
solventes, entre ellos a quien legítimamente
le correspondía y ponen la plaza en manos de un chufla quien a punto estuvo de ocasionar
negligente y criminalmente una tragedia.
Este año 2013 se le permite a uno
de esos “empresarios” aventureros montar 3 pichurrientas corridas y le llaman
feria, (Aguascalientes da 15 y 8 novilladas por referencia) Aprovechando que los españoles están de barata. Y bueno, también poner a su niñaco a torear que si no es por
papi no lo haría, con carteles ajenos a Puebla viene a ver si a costillas de los aficionados poblanos se hace rico.
De esos golondrinos ya conocimos de sobra durante el
ayuno forzado cuando El Toreo de Puebla fue derruido en 1974, hasta la
aparición de El Relicario.
Mañana dará principio el fin, no solamente de la Plaza de Toros El Relicario, también de la fiesta Brava en
nuestra ciudad.
Y los taurinos nomás mirando.