28 octubre 2010

TENANCINGO

las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA


ADIÓS RAFAELILLO

Ahí les dejo mi percha...
Ahora sí que la torería esta ceñida de tristeza  y es que de sus tres hijos gitanos  ‘El Pana’, ‘El Brecó’ y  ‘Rafaelillo’ uno se nos va pues ‘Rafaelillo’ le meterá guadaña al añadido y se pirara de los alberos dejando como legado el más puro aroma a torero chipen, que emana de su maja figura, cual vara de nardo erguida y aromática siempre entallada en la cinturilla avispada por la faja torera, que en  colorada armonía a diario  engarzo con su infaltable paliacate del cual ni pa’bañarse de sol se desprendía del pescuezo, ni menos para engalanar la tertulia la cual por siempre fue el remate gitano a una vida que en que Rafael Gil ‘Rafaelillo’ nacía día a día, allá en sus Viveros de Coyoacán, que fueron la sacristía que precedía al templo de arena, sol y sombra, donde por más de cuarenta años predicó la liturgia torera alcanzando los dinteles del embrujo gitano y es que éste torero  todo lo hizo mágico, pues solo así se puede entender que para ser ungido rey gitano en tauromaquia, lo validaran en potosino estado ‘El Mandón’ y ‘Paquirri’ luego fuera a Madrid a confirmar y regresara a reconfirmar a México, desde donde exporto su gitanería fuera y dentro del ruedo hasta que en una gitanada el último día del mes de las lunas hermosas allá en la tierra que lo pario, la tijuanense, puerta del cuerno de la abundancia, se despida, rogándole al Cristo del Sacro Monte que es el patrón de los de su estirpe lo traiga hasta la metrópoli para que a medio ruedo entre Revoleras y Naturales nos diga ¡Ahí les dejo mi percha, para que las generaciones recuerden lo que es un TORERO!

LA OREJA, ES LA OREJA

 Le comentaba a un ‘Galafate’ a quién mientan ‘El Marino’ que a los toreros siempre  les hace falta cortar una oreja, a lo que el susodicho por respuesta escupió  ‘A mi torero le da igual cortar una oreja que no cortarla pues de todas maneras siempre esta bien’ por lo que   me pregunte ¿Que sucedería, como paso, si el novillero lidia venturosamente y se tira a matar con el corazón por delante, para de un estoconazo, despachar al novillo y a ley se gana una  oreja? ¿Habría que decir que da igual el que haya cortado la oreja? ¡No! una oreja es una oreja y le vale a  César Ibelles para estar en las novilladas de triunfadores tanto de Arroyo como de Ibelles, donde tendrá que asegundar y más que eso, deberá cimbrar el graderío pues en estos dos compromisos que le esperan ‘los tigres’ van andar sueltos y no se van a conformar con nada que no sea el triunfo rotundo.

 BAM  BAM, BYE BYE

 Confieso que nunca he sido ducho para eso de las religiones,  ni para las unas, ni pa´las otras, por eso  no abrevo de ninguna, aunque eso no obsta para que siempre recuerde a mi entrañable  Juan García ‘Mondeño’ quién terminó enfundado en una sotana por esas cosas de las que un día me explicó, que el inmenso escritor español Enrique Jardiel Poncela,  definía con aquello que decía ‘Cuando un ser humano entrega su alma a Dios, es porque ya no podía con su alma’ y esto me viene a fastidiar mi ilusión por la vida torera, pues ya estaba rete emocionado porque en la tercera corrida de la Temporada Grande iba a gozar de un figurón Armando Ramírez ‘El Bam Bam’ nada más que al canijo se le ocurrió mandar al carajo a la Fiesta Brava y se fue a meter al  Monasterio de San Nachito de Loyola, allá en la Patagonia Argentina ¡Me cachi la mar salaá! por lo que solo me queda desearle a ese torerazo que lo fue el ‘Bam Bam’ que la suerte lo acompañe y pedirle que en sus oraciones ruegue porque la pureza nunca falte en la Fiesta y que los infiernos alcancen a los que se sienten toreros sin serlo, a los que engañan con corderos despuntados, a los que creen que ser taurinos es fumarse un puro de chocolate, desde luego a los que lucran con su opinión y a los que sin que se la pidan, la dan, haciendo de la crónica una verdulería   ¡Fuera de la Fiesta fariseos!