( 16 DE abril DE 2015)
Juan Antonio Ruiz “Espartaco”
- Por : Antonio Casanueva
En esta ocasión, deseamos dedicar nuestro espacio a una de las mas grandes e importantes figuras de la baraja española, Juan Antonio Ruiz “Espartaco”.
Debutó como en Camas, Sevilla cuando apenas contaba doce años de edad. Luego de triunfos especialmente destacados, llegó a sumar mas de 100 novilladas con éxitos relevantes, Tomó alternativa el 1 de agosto de 1979 en la plaza de Huelva, padrino nada menos que el afamado Manuel Benítez “El Cordobés”, siendo el testigo Manolo Cortéz con toros de la ganadería de don Carlos Núñez cortándole las dos orejas el toro de la ceremonia, poniendo punto final a esa primera temporada en la que participara como matador de alternativa con actuaciones novilleríles en número de 22 .
La ceremonia de Confirmación de alternativa, efectuada al año siguiente en la que fuera El diestro “Paquirri” quien le concediera el doctorado, cediéndole al toro de nombre “Frutero” procedente de la vacada de Matías Bernardós, faena con la cual iniciara verdaderamente su gran carrera dentro de tan arriesgada profesión.
Desde aquellos años, su fama como un buen torero y posteriormente como gran figura, se fue acrecentando ya que el público en general que asistía a las corridas en la que estaba anunciado, buscaba algo mas de lo que los restantes toreros solían ofrecerle y como dice el conocido refrán que “De raza le viene al galgo” y en nuestro caso, nada mas acertado, pues su padre, otro “Espartaco”, este de nombre Antonio Ruiz Rodríguez, logró que sus hijos amaran desde sus inicios, la Fiesta Brava , así como todo ese mundo de luces y sombras que la rodea.
La primera corrida en la que participó, tuvo lugar precisamente en la placita de Camas, el 19 de marzo de 1975. Posteriormente después de una brillante etapa novilleril, tomó la alternativa como se dijo antes, nada menos que de manos de”El Cordobés”.
Siendo nuestro personaje considerado como una auténtica primera figura del toreo español por un largo periodo comprendido desde los años de 1984 y hasta bien entrado el siguiente decenio de los noventa. Fueron esos años, los de sus mayores triunfos y si se me permite la expresión, de su auténtica consagración, en 1989 al torear en aquella temporada, hasta completar la cifra de 89 corridas, cortando 141 orejas, para ir ascendiendo paulatinamente en el número de festejos toreados y en particular por haber sufrido una lesión en la rodilla en 1995, de la cual no se recuperó totalmente, sino hasta 1999, teniendo un gran triunfo durante la tarde de la reinaguración de la plaza de Badajoz, en la que tuvo un gran triunfo, indultando dos toros en la misma tarde.
Tras de veinte y dos años de entrega total y absoluta a su profesión si se exceptúa aquel año en que estuvo sin vestir el terno de luces, motivado éste, por una fatal rotura de rodilla derecha, provocada en un partido de futbol, Espartaco dijo no a cortarse la coleta, pero si en cambio temporalmente hasta luego, poder recuperarse totalmente.
En el año de 2001 cuando su matrimonio con la Sra. Patricia Rato, hija del famoso banquero y sobrina del ministro del mismo apellido, había cumplido diez años de existencia, nuestro personaje se había convertido no solo en figura del toreo sino igualmente participando en la crema de la sociedad hispana con amplio reconocimiento mundial.
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Su exitosa carrera en el mundo de los toros, actuando como gran figura y distinguido profesional culminó el 5 de abril de este año de 2015, justamente durante la corrida celebrada el Domingo de Resurrección en la plaza de Sevilla saliendo por sexta vez en su carrera taurina por La Puerta del Príncipe, cortando los apéndices de ambos toros y dando la alternativa a Borja hímenes.
Tras veintidós años de entrega a su profesión (si exceptuamos los años que estuvo retirado por la lesión de rodilla arriba mencionada) Espartaco dijo un adiós definitivo, a su carrera taurina con la grandeza que lo caracterizó, ocupándole primer lugar definitivo y sin discusión alguna en el escalafón por mas de siete años.
En los diversos cosos de América Latina, pero muy especialmente en nuestro país “Espartaco” ocupó un indiscutible primer sitio desde la temporada de su presentación hasta bien entrado el nuevo siglo, habiendo sido tanto aquí como allá una figura notable del toreo.
Antonio Casanueva
