Foto: Jessika Kuhn
El novillero tlaxcalteca Jaime Ruíz sufrió un serio percance este lunes toreando a puerta cerrada un novillo en la finca de Muñoz, Tlaxcala propiedad del ganadero Daniel Muñoz, quien le obsequió un novillo con peso y trapío con miras a prepararse para su presentación en la actual temporada de novilladas de la plaza de toros Nuevo Progreso de Guadalajara, donde la empresa le ha confirmado su participación.
El percance sucedió en la faena de muleta, y es que desde capote el novillo se mostró pronto y con la cabeza suelta, condición que no corrigió con el par de puyazos que recibió y cuando parecía que Jaime se habia hecho de sus picosas embestidas luego de tres tandas llevandolo bien toreado, enseñandole a embestir de largo y aguantandole demás, sin embargo fue en la siguiente tanda que después de avisarle por pitón derecho que le echó mano pegandole una voltereta muy brusca de la que quedó a su merced resultando de esta un golpe en la cabeza que le dejó seminoqueado para posteriormente propinarle y un varetazo en el rostro muy cerca del ojo izquierdo que le provocó una importante abertura que a la postre se supo fue de 5 centímetros en línea horizontal y dos de profundidad, siendo atendido por un médico particular de Apizaco que suturó la herida y luego de valorar las radiografías que le fueron tomadas, descartó lesion craneal.
No obstante el desaguisado, aunque le fue prescrito el abstenerse de practicar entrenamiento físico por una semana, Jaime continuó hoy con un ensayo liger de toreo de salón en el rancho El Cristo bajo las órdenes de su apoderado y director artístico Ernesto Belmont, para iniciar con la eliminación de las secuelas psicológias que dejan los percances de este tipo y aunque tiene prescritos medicamentos para el dolor así como la inflamación y asepsia en la zona de la herida, podrá hacer su vida normal con el debido cuidado que se debe tener en los puntos de sutura, hasta en tanto se los retiren el fin de semana.
