28 mayo 2009

Arturo Macías recibe trofeo"Fiesta Brava" ‏

El diestro de Aguascalientes recibió la noche de este miércoles el premio "Fiesta Brava" que otorga el programa del mismo nombre y que se transmite por Radio Acir

Arturo Macías fue premiado por el programa que conduce don Enrique Hernández por resultar trunfador de la Temporada 2008-2009 de la Plaza México.

Un buen número de amigos y colaboradores de la emisión se reunieron para dar testimonio de la entrega de un cuadro con el rostro del torero.


fotos EDMUNDO TOCA












las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA


NOVILLEROS CON LUZ


Todavía esta humeante la temporada que se dio en la Plaza de Toros, Los Ibelles y ya empiezan a nacer los ‘istas’ de esa dupla de chavales que son Jesús Chavarría y Rodrigo Ochoa, al grado de que están caldeando el ambiente y esto es algo que en parejas hacia años no se veía o tal vez ¿será una tercia? ¿o un póker? ¿o una quintilla? ¿estaremos ante los nuevos Mosqueteros y su D’ Artagnan ? ¡Ojala!, el hecho es que el toreo de Jesús Chavarría, sobrio, erguido, majestuoso, imperial, señorial de este ¿Mosquetero? que a decir de la afición merecía un rabo en Los Ibelles que la espada le birló, está obteniendo resonancia en los seguidores de Rodrigo Ochoa, quienes siguen asegurando que si este no se va con una cornada, otra sería la historia, la verdad es que este chaval fruto de la prosapia novilleril de aquel legendario ‘Caminante’, posee juventud, gracia torera que le permite subir con las telas, el aroma al tendido y ahí lo remata con valor asombroso, y anhelan demostrarle a Orlando Mirafuentes de Anda que el galardón de triunfador ‘Ibellino’ se lo van a pelear a capa y espada, cosa nada fácil porque el descendiente de la dinastía de los Herros es un torerazo que posee el frasco de las esencias y el valor sereno que lo hacen conectar rapidito con el graderío y que decir de Paulo Campero, ese torero de la legua romántico y desgarbado pero sobretodo sabedor de que la gloria en el toreo solo se logra con pasión y con entrega atributos estos que Paulo Campero trae como ‘avíos’ pa’jugarse la vida en cualquier plaza y como colofón esta César Ibelles el del toreo fresco y nítido, luminoso como arco iris que cuando aparece cautiva y es que César Ibelles es un nuevo amanecer de la novillearía ¡Ahí están los toreros! señores empresarios... ¿Dónde están los toros?


EL LIBRO DE PAQUIRRI

Hermanos Lora era aquel bar sevillano donde de una pared lapidaria pendía la cabeza del toro Avispado, ese marrajo de Sayalero y Bandres que en 1984, en la plaza de Pozoblanco le cobrara a Paquirri su valentía y lo pasaportara a la inmortalidad y diera pie para que el mas apasionado ‘Paquirrista’ Don Juan Carlos Lora se pasara años recabando información y todo aquello ligado con el majo torero oriundo de Zahara de los Atunes, provincia de Cádiz, para que a través de un libro retacado de historia le rinda homenaje a este torero, que el mundo vio inyectarle serenidad al galeno para pasaportar su propia muerte ¡Tranquilo doctor, la cornada es grande, usted haga lo que pueda! , ahora Don Juan Carlos Lora esta por concluir el libro y solicita que si algún aficionado tiene algún testimonio inédito o interesante como aquel cuando en la temporada del 1971, Manolo Martínez estaba atravesando por una avalancha de presiones y al saber que sería anunciado para enfrentar a Paquirri en la Plaza México, con esa su jerarquía de ‘Mandón’ al empresario que sacara del cartel al tercer espada y que entrara Mauro Liceaga, el mas grande banderillero de aquél momento, a quien Manolo solicitó, brindara su mejor tarde con los rehiletes para apagar en el segundo tercio a Paquirri y así evitar la presión que el español metía con los garapullos donde ejercía un espectáculo imponente, lo que lo hacia sacar ventaja frente a sus alternantes, así que aficionado si usted tiene algo que aportar en torno al torero palmado hace 25 años y que dejó viuda a la tonadillera Isabel Pantoja, hágalo dirigiéndose a


CENTAURO CON SOLERA

Guillermo Gamero se apasionó del Arte de Marialba, al grado que sería difícil recordar un caballero ungido matador de tricornio, cuando sobre su montura cabalgaban cincuenta años, su debut se dio al lado de Francisco Camino y Manuel Martínez, coronado con la oreja de ‘Gasparin’ y al terminar el festejo la musa que le había habilitado las ‘sajonas’ (chaparreras) se las retiro cuando la muina le gano al no ser brindada por el asolerado Gamero, ahí mismo en la plaza un subalterno le vendió por míseros cinco mil pesitos otras ‘cuereras’ de ‘El Cotiñal’ la talabartería mas famosa del mundo, Don Guillermo no salía del asombro que le causo aquella ganga, hasta que un día un taurino le dijo; oye Gamero las iníciales de tus ‘sajonas’ son las de Pedro Moya ‘El Niño de la Capea’ ¿te las regalo?... por si las ‘moscas’ el rejoneador las mando tapar, sin duda este personaje es un anecdotario viviente.


Picasso y los toros, unidos por el arte



Jueves, 28 de Mayo del 2009 | Guadalajara, Jalisco


Por: Fernando Barrera

La tauromaquia es arte por el simple hecho de ser inspiradora y creadora de otras manifestaciones artísticas. Ejemplos puede haber muchos, quizá hasta manidos, como el poema de García Lorca "A las cinco de la tarde", escrito con dolor ante la pérdida del torero amigo, Ignacio Sánchez Mejías, íntimo amigo del genio de Granada. O más allá de las fronteras del idioma castellano, con "Muerte en la tarde", de Ernest Hemingway.

La música, escultura y pintura, también han sido campos fértiles para la creación artística en torno a la tauromaquia.

Es quizá Pablo Ruiz Picasso uno de los grandes creadores de arte, estrechamente ligados a mundo del toreo, amén de ser uno de los artistas más representativos del extinto Siglo XX y que además de ser un referente de las corrientes artísticas, también fue un creador imaginativo del toreo.

La obra de Picasso es prolífica; aguafuertes, bodegones, cerámicas, dibujos, grabados, lienzos y hasta esculturas tienen como protagonista algún aspecto de la tauromaquia. Y no es casualidad. Picasso, desde su infancia, ya realizaba dibujos de corridas de toros, que según se dice, eran dedicados a su madre.

Uno de los trabajos más conocidos del artista malagueño es El Guernica, símbolo de la brutalidad de la Guerra Civil Española (1936-1939) y que viene a ser el pináculo de una serie de obras iniciadas en los años 20 y 30, que tienen como principio la mitología e historia antigua, relacionados con la intimidad del pensamiento picassiano.

Justamente a finales de la Guerra Civil, coincidente con la muerte de su madre, Picasso realiza una serie de bodegones con la presencia del toro, como “Cráneo de toro, fruta y jarrón”, en el cual, la cabeza del cornúpeta simboliza la guerra que se cernió sobre España o “Naturaleza muerta con cráneo de toro”, donde muestra una expresiva reacción tras el fallecimiento del escultor y amigo Julio González en 1942.

En ese año del 42 realiza una de sus piezas escultóricas, que rompe esquemas en la obra de Picasso, al ser un estilo distinto a lo acostumbrado en su colección, “Cabeza de toro”, creada con hierro, en los pitones y cuero, en el testuz, símbolos de dos fuerzas opuestas; la flexibilidad del cuero, junto a la rigidez del metal, al igual que la esencia del toreo.

En 1935 Picasso conoció, en el Museo del Prado de Madrid, la Tauromaquia de Goya, por la que se dejaría seducir hasta copiarle un dibujo, “toro corneando a un torero”, lo que fue el inicio de Minotauromaquia y que culmina con el célebre “El Guernica”.

Además, realizó una serie de litografías entre diciembre de 1945 y enero de 1946, en la que representa al toro, esencialmente, como figura dentro del estilo denominado primitivismo ibérico, que puede semejarse a las pinturas rupestres de Altamira y la tendencia mitológica que acompañó su obra durante varios periodos.

La pasión de Picasso por los toros y el mundo que de ellos emana, dieron como resultado la amistad, casi filial, con un torero de la posguerra, que marcó una época sobre todo por su personalidad fuera del ruedo, Luis Miguel González “Dominguín”.

Esa amistad, iniciada por los años 50 llega a trascender al grado que editaron al alimón el libro “Toros y Toreros”, una serie de cuentos de Dominguín, ilustrado por Picasso y con comentarios de George Boudaille. Es en esta obra donde radica la parte más significativa de la tauromaquia vista por Picasso.

Se cuenta que Miguel Bosé, hijo de Dominguín, cuando tenía 6 años, llegó una tarde contando que su padre le había cortado cuatro orejas a un toro. Picasso le respondió que aquello era imposible. Con aplastante lógica Bosé adujo que si las mujeres que pintaba tenían cuatro ojos Picasso, los toros que mataba su padre bien podrían tener cuatro orejas. De ahí nació "Taureau aux quatre oreilles", fechado en el año 1962.

En ese mismo año, el pintor incluso proyectó la construcción de una plaza de toros en Málaga con todo el estilo picassiano, sin embargo, nunca pudo ejecutarlo.

Pero esa relación de Picasso y los toros continuó de diversas maneras. En 1951, Picasso contribuye incluso al establecimiento de una temporada taurina en la provincia francesa de Vallauris, organizadas por el torero madrileño Paco Muñoz. Picasso el diseñó el cartel.

Pablo Picasso, aún en el exilio, no dejó de asistir a una corrida de toros. Eran parte de su vida.

En una de esas corridas, un picador le brindó el puyazo que iba a realizar y le lanzó su castoreño. Picasso se lo devolvió con un dibujo que había improvisado durante la lidia.

Años más tarde, se volvieron a encontrar y el picador le relató que gracias a la venta del sombrero había podido comprarse una casa.

La aportación de Pablo Picasso a la tauromaquia trascendió más allá de la pintura y escultura. Llegó, incluso, al diseño de vestidos de luces para su íntimo amigo Luis Miguel Dominguín.

Picasso diseñó un vestido de torear liviano, de poco peso, con aires goyescos y que por completo cambió el recamado bordado de los ternos al cambiar las flores, grecas, corazones o jarrones, por sencillos rosetones aislados por el frente de la chaquetilla y las franjas de la taleguilla. Vestidos similares utilizaron Curro Romero o Jesús Solórzano, en México, pero que no llegaron a ser del completo agrado del resto de los toreros.

Como antecedente, las corridas goyescas, tienen reminiscencias de la ropa utilizada entre los años 1780 a 1820, por lo que todos los participantes en esas corridas se visten a la usanza goyesca, constituyendo así un homenaje al pintor aragonés. Dentro de la Feria de Pedro Romero, en Ronda, se celebra la tradicional Corrida Goyesca en la Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, fecha clave para la torería mundial.

Pero así como se recuerda a Goya, la tauromaquia por iniciativa del Consejo de Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Málaga, el 11 de septiembre del año pasado, se realizó la primera Corrida Picassiana, en la que participaron Manuel Díaz “El Cordobés”, Francisco Rivera Ordóñez y el francés Sebastián Castella.

La corrida tuvo como elementos evocativos jarrones mezclados con banderillas y pinceles, paletas y capotes picassianos pitados sobre la arena de La Malagueta y los toreros salieron con ternos hechos para la ocasión.

A diferencia de El Cordobés y Rivera Ordóñez, quienes vistieron trajes más goyescos que picasianos, Castella supo encontrar el equilibrio perfecto en un terno inspirado en el “Arlequín” y el capote de paseo de las “Damas de Avignon”.

El diseño y confección corrió a cargo de Antonio López, hermano y continuador de la célebre sastrería de toreros "Fermín", donde mezcló elementos tradicionales del terno con pintura en lugar de hilos y canutillos, creando así un nuevo estilo en la ropa de torear.

Así, aún después de 36 años de su desaparición, Pablo Ruiz Picasso sigue relacionado al mágico mundo de los toros.

Balcón Taurino

“HABLEMOS DE TOROS” 28-MAYO-09


Por: Ing. Elesban Solano Trujillo


La semana pasada, me permití hablar del Matador Fernando de los Reyes “El Callao”, uno de los grandes Toreros Mexicanos, que si no llegó a la cima que merecía, fue por miopía de los empresarios y por su mala administración. Comentaba que asistí a su despedida en el año de 1974 en la PlazaLa Taurina” de su tierra Huamantla, Tlax., alternando con; Manolo Martínez y Antonio Lomelí, con toros de “Don Manuel de Haro”, los tres matadores y ganadero ya desaparecidos, se había comentado previo a esta corrida, que Manolo Martínez ayudaría al “Callao” a despedirse en las plazas más importantes del país, poniéndolo en sus carteles. Esa tarde Fernando bordo el TOREO y le dio un “baño” a sus alternante con su estilo místico lleno de plástica, arte y sentimiento, que me hace recordar el comentario que hace el periodista Pepe Malasombra en su libro, “Los Nuestros” diciendo que….Cuando el silencio conmociona la realidad se trastoca… y dice de Fernando…”El Callao” llega y se va de los toros callado, pero su estruendoso paso lo aprovecha para encumbrarlo mejor de sus profundidades. ¿Como definir, entonces, el silencio de Fernando de los Reyes?... Moreno, triste, lánguido, con un mar de melancolía cubriéndole el alma, el silencio del “Callao”, y continua…Sin embargo, no es explosivo, por el contrario es una desgarradura lenta, dolorosa, casi eterna y absolutamente bella, como un templado y largísimo natural que pareciera no tener fin. Y si así es su expresión, su toreo profundo, mas que profundo, hondísimo, es un grito que va ascendiendo, ascendiendo hasta ese sitio en donde no existe explicación alguna. Este comentario también me hace recordar el lema de mi gran amigo también desaparecido, Adiel Bolio.. “El toreo es el grito de angustia, ahogado por el suspiro del arte”.



Cuenta Pepe Malasombra un detalle poco conocido en el medio, respecto a que Fernando cuando decidió ir a España (1953), demostrando allá también su carácter un tanto abúlico y despreocupado, sucedió en una plaza de pueblo donde intervenía, se le acerco su apoderado y le pidió que le brindara uno de sus novillos, a un pintor que se encontraba en una barrera, “El Callao” accede sin hacer comentarios, toma su muleta con la que era capas de embrujar a cualquier aficionado, el pintor realizaba unos sencillos apuntes, ese novillo le pega una cornada y ya en el sanatorio es visitado por el pintor que le regala los apuntes realizados, Fernando arrumba los dibujos en el buró y los olvida. Cuando sana, su apoderado le pregunta por los apuntes y Fernando se da cuenta que han desaparecido, que alguien se los robó. El apoderado entonces le dice que el pintor al que le brindara se apellidaba PICASSO y que aquellos apuntes valían mucho dinero, Fernando solo se encoge de hombros.



Regresando a lo que sucedió en la despedida de Fernando en Huamantla, comentare que uno de sus toros se lo brindó a Don Jaime de Haro, famoso empresario y hermano de Don Manuel, esa tarde quedó para la historia con el toreo de otro mundo de Fernando y que hizo pensar muy bien a Manolo después de “jabón” recibido y no lo volvió a poner en ningún cartel, para que no hubiera comparaciones.


“El Callao” volvió a vestirse de torero, el que esto escribe lo entrevistó después de una actuación el la Plaza de Toros “La Aurora”, invitándolo a ver sus actuaciones filmadas, él acepto gustoso y nació una gran amistad hasta sus últimos días.



Recuerdo el cartel de un Festival por demás interesante, en la “Florecita”; “El Callao”, Marcos Ortega, el español Ángel Majano y Rodolfo Rodríguez “El Pana” con un encierro de “Ayala” que salió muy malo y que solo dejo ver pellizcos de los alternantes. Posteriormente lo vi. porque me invitaba a varios Festivales en Texcoco, Ecatepec, Etc., En un festival en la placita “La Seguidilla” de mi amigo Ing, Antonio Macias, a mi hijo Elesban Jaime le brindó la muerte de un toro.

A Fernando la Peña Taurina Rodolfo Rodríguez “El Pana” lo invitó junto con don Renato Leduc, a develar la placa de bronce ( 1.60m x 0.80m) en alto relieve, obra del escultor Raymundo Cobo que colocamos en una de las entradas de la Monumental Plaza México el día 18 de marzo de 1979, día en que tomó la Alternativa el “Emisario del Pasado”, de manos de Mariano Ramos y de testigo “Curro Leal” con toros de “Campo Alegre”, abriendo plaza en centauro potosino, Gastón Santos. La semana que entre terminaré con este relato.



“EL TOREO ES LA DESTREZA Y EL VALOR, CONVERTIDOS EN ARTE”



RINCON TAURINO (28/V/09)


"La muerte de Manuel Capetillo III"



(Conclusión)

Antonio Casanueva


Habremos de terminar esta serie de artículos en homenaje a quien fuera llamado "El mejor muletero del Mundo" Manuel Capetillo fallecido recientemente a la edad de 83 años. Gran figura del toreo, que para quien esto escribe, ha provocado mayor admiración que ningún otro torero. En ocasiones se me ha cuestionado en quien o a quien pudo haber continuado tan gran admiración sentida tanto por la persona de Capetillo como por su toreo, a lo que reflexionando sobre lo que sería una utópica respuesta tal vez podría haber sido J. Rubén Arroyo, siempre y cuando los toros le hubieran respetado y partiendo de ello, se hubiera consolidado como la gran figura que llevaba adentro. Estando sin embargo, la palabra hubiera, resulta fácil caer en la cuenta que -hubiera sido- equivale simplemente a un deseo personal o mera suposición.

Volviendo a Manuel Capetillo y su historia hemos de comentar que allá por el año

De 1956, vino a México para actuar en la primera Feria Guadalupana, en la hoy derruida Plaza de “El Toreo” de Cuatro Caminos, el español Antonio Ordóñez, quien por esos años fuera considerado como el Mejor Muletero Español. Cabe aclarar que Ordóñez, al torear en la referida de El Toreo, hizo honor a su mote, realizando una bellísima faena en esa plaza, la tarde del 9 de diciembre alternando con Joselito Huerta y Miguel Baez "Litri" al toro Casacabel de San Mateo cortándole las orejas y el rabo, enloqueciendo al público que llenaba el hoy desaparecido coso .


Basándose en esa pre
misa, el conocido periodista “Ojo”, director del semanario especializado El Redondel y luego de alguna de las grandes faenas de Manuel, no dudó en bautizarle como "El Mejor muletero del mundo", dado que según don Alfonso de Icaza, que tal era el nombre de "Ojo", Capetillo superaba y con mucho a Ordóñez, incluso en su faena al pupilo de San Mateo a que nos hemos referido, indicando que el toreo de Manuel tenía mas hondura, mas verdad y por supuesto mucho mayor dimensión que el realizado en aquella tarde por el artista español.

No dudando -por supuesto- el apasionamiento de aquel crítico, quien sin duda lo era, y quien fue mas conocido precisamente por los istmos de sus fulgurantes crónicas, sino que en general, el toreo de nuestro personaje era mas templado, mas largo y por tanto, mucho mas poderoso.


En la carrera de Manuel se repitieron las grandes faenas, de la mayoría de las
cuales ya hemos hablado en los capítulos previos de este trabajo y solo nos faltaría agregar aquellas de Chulín y Sireno de Torrecilla, Parroquiano de Zacatepec, Heraldo de Tequisquiapan o Cordobés y Flor de mayo de don Reyes Huerta, entre las mas destacadas.


Especialmente aquella del 3 de febrero de 1957, en lo que sería el onceavo aniversario de la inauguración de la Plaza México, fecha que por prematura -La plaza era todavía muy joven- no se anunciara como tal. Alternó en esa tarde con Capetillo, Miguel Baez "Litri", en la que pudo considerarse como su mejor actuación en México así como Jorge "El Ranchero" Aguilar, matando una corrida de toros de Piedras Negras, en la que tarde Capetillo realizó una gran faena al toro Recluta , para muchos, su mejor feaena, aunado al hecho de que esa tarde ambos, Capetillo y "Litri" estuvieron grandiosos en La México.


No obstante esa y otras opiniones al respecto, la gran faena de su vida, Manuel se la realizó al toro Tabachín de
Valpariso el 17 de febrero de 1963, en la Monumental plaza México, alternando nada menos con el llamado "Niño sabio de Camas" Paco Camino, durante la tarde de alternativa de Víctor Huerta, hermano de Joselito el de Tetela. En aquella inolvidable tarde, Manuel pinchó en dos ocasiones por lo que la autoridad -ante la insistencia del respetable- tan solo le concedió una oreja, a lo que el público para compensarlo por tal desagravio, le hizo dar seis vueltas al ruedo, en un homenaje sin precedente, que se prolongó por mas de media hora.



Durante la temporada de 1968, nuestro personaje tan apasionado como polifacético como era, luego de ciertas difi
cultades con el llamado "Gallego" Ángel Vázquez quien por esos años estaba convertido en todopoderoso y autoritario empresario de la plaza capitalina, decidió retirarse de los toros, despidiéndose en la plaza México el 25 de febrero de 1968, en una encerrona con toros de Valparaiso, siendo Pelón el toro de la despedida. Posteriormente, concluyo carrera en Guadalajara, por aquel entonces en la llamada "Plaza Monumental de Jalisco" el 10 de marzo la cual había estado anunciada para el domingo anterior, pero se tuvo que retrazar por razones tanto atmosféricas como logísticas y de la que presentamos el programa de seda correspondiente a esa inolvidable fecha.



Dos años mas tarde Capetillo volvió a los ruedos, por lo que nosotros como la también recientemente desaparecida Conchita Cintrón podríamos preguntarnos ¿Porque vuelven los toreros? . Capetillo por su parte, lo hizo pretextando que deseaba estar cerca a las carreras de sus hijos Manuel y Guillermo, a quienes alternativó y llegó a torear con ellos en varias ocasiones destacando una sensacional tarde celebrada el la plaza Fermín Rivera - El Paseo de San Luís Potosí, en que alternando los tres, triunfaron ampliamente y si la memoria no me engaña, saliendo los tres a hombros de la plaza .

Fin.


Antonio Casanueva



Hace 39 años Lomelín confirmó en Madrid


Puso en alto el nombre de México


El maestro Rafael Romero, apoderado de Antonio Lomelín, revive la confirmación del torero en España.

18:29:00


POR: RAFAEL ROMERO

En la década de los setenta, la presencia de los toreros mexicanos que confirmaron su alternativa en Madrid, fue prolífica donde destaco la del carismático y valiente diestro guerrerense Antonio Lomelin.

El 28 de mayo de 1970 el maestro Antonio Lomelin, confirmo en las Ventas de Madrid, su alternativa de manos de Andrés Vázquez y de testigo José Manuel Inchausti “Tinin” quienes lidiaron toros de Don Alonso Moreno de la coba.

A Montillano No. 17 con 573 kilos toro de la ceremonia le corta una oreja, y a su segundo le corta las dos, para salir por la puerta grande, ante el reconocimiento del exigente publico madrileño.

El carisma, valor y entrega aunado a su capacidad de lidiador, convencen a tan exigentes sinodales. Como resultado de este triunfo, suma veinte actuaciones en esa temporada. La presencia de Antonio Lomelin en cosos de península ibérica, se inicio el 25 de julio de 1969 en Barcelona, en donde alterno con: Adolfo Ávila “El Paquiro” y Pablo Gómez Terrón con toros de Sánchez Cobaleda esa tarde le corto una oreja a su segundo toro. Ocho tardes actuó esa temporada sumando triunfos significativos.

En 1971 torea en Madrid los días 15 y 22 de mayo, en la primera alterna con el matador portugués José Falcón y “Curro” Vázquez con toros Alonso Moreno de la Coba , cortando una oreja a cada uno de sus toros, y así conseguir su segunda puerta grande en el coso venteño.

En la segunda corrida alterno con: Victoriano Valencia y José Luis Parada, lidiando la histórica corrida de toros mexicana de San Miguel de Mimiahuapan, cortándole una oreja a su primer toro. Triunfando el matador y el ganadero mexicano Don Luis Barroso Barona, un acontecimiento para los anales del toreo, diez corridas toreo ese año el matador , esto como resultado que viajo a la ciudad de México para estar presente en el nacimiento de su hijo primogénito .

Aprovechando su presencia en México, le contratan para actuar en la plaza de Tijuana BC. El 1º de agosto donde alterno con Jesús Solórzano Y Arturo Ruiz Loredo lidiando toros de Mimiahuapan , el matador Solórzano lo invito a banderillear y al hacerlo, le pegan una cornada partiéndole el hígado, quizás esta fue la mas grave de las cuarenta cornadas que recibió durante su trayectoria.

Sin estar totalmente recuperado, de la cornada de Tijuana, regreso a continuar su temporada en España. Reapareció en Almería el 26 de agosto sumando otra tarde en Peñaranda el 29 de agosto, mas las fuertes molestias en la zona hepática le impidieron continuar, cortando su temporada y dejando muchos contratos pendientes.

En España actuó 38 tardes, logrando dos puertas grandes en Madrid y cortando sesenta y dos orejas y seis rabos. Antonio Lomelin murió el 8 de marzo de 2005, pero la dinastía Lomelin tiene un continuador.....

A esta fecha en la escuela taurina de Arganda del Rey de la fundación “El Juli”, de Madrid se encuentra entre sus alumnos, un joven aspirante a novillero al cual después de previo examen lo consideran con actitud y aptitud para aspirar a ser torero, él es Antonio Lomelin hijo quien, se encuentra desde hace dos meses asimilando las enseñanzas, que le imparten los maestros y acudiendo a tentaderos. Con el apoyo del maestro Julián López el “Juli”el joven Lomelin a estado en las ganaderías de: Victoriano del Rió tres veces, Jiménez Pascuan, Vicente Ruiz, El Ventorrillo, El Pilar, El Torreón, Torrenueva, Calavache.

El 7 de junio participara en una tienta publica, en la plaza de Captieux Francia, un mes mas permanecerá en España, bajo la supervisión y apoyo de la escuela de Arganda del Rey Fundación "El Juli".


OVACIONES