- Por José A. Esparza ‘Euzkito’
En innumerables ocasiones, toreros de todas las categorías, han perdido la oportunidad del triunfo y del éxito, no porque ellos hayan fallado durante la lídia o, porque el astado no estuvo en condiciones de permitírselo. Sino que, por el contrario, ha sido una mala actuación del puntillero, quien así lo ha impedido. Pues, los momentos finales de la vida de un burel, puede alargarse, por este aspecto que, parece no tener demasiada importancia en la corrida, aunque en realidad, si lo tiene.Este es el puntillero colombiano que actuó en Quito
Durante la última feria de Quito, “Jesús del Gran Poder”, tuvimos la participación de un puntillero colombiano, cuyo nombre se me ha confundido entre papeles (le pido mil disculpas), que cumplió con su función en excelente forma. Tanto así que, cuando dejó la capital ecuatoriana, para viajar a su tierra querida, pudimos observar la diferencia con los puntilleros nacionales que, por falta de toros a quienes tenían que apuntillar, mantienen grandes errores al cumplir con su trabajo.
Revisando algunos escritos desde España y México, sobre el puntillero, he podido conocer que éste tenía antes importantes funciones. Por lo tanto, leamos los que señala, una información, a través del Internet:
“El puntillero es una figura dentro del organigrama de la cuadrilla que ha ido variando a través de las diferentes épocas del toreo. En los dos primeros tercios del siglo veinte, no dejaba de ser un personaje trascendental a la hora de atronar o rematar los toros, si bien, durante el último tercio de siglo, el puntillero deja de ser el hombre que está aparte de los lidiadores y se incorpora a la formación de la cuadrilla pasando a ser el tercer hombre de a pie. Pero ese cambio, como todos los observados en el toreo, no ha sido por azar, sino que ha sido fruto de una evolución nada casual.
Cuando se incorpora la figura del tercer hombre y conforme avanza el tiempo, algunas figuras no terminan de encontrar la horma para su zapato y siguen llevando un cuarto personaje, que solamente se encarga de rematar a los toros correspondientes, porque el puntillero es un hombre vital, pues en su herramienta se encuentra el triunfo o la desazón que genera marrar el cachetazo. A través del tiempo, la pieza única ha ido desapareciendo y, ha pasado a engrosar un género a extinguir, porque tan sólo quedan los puntilleros de plaza, y no son tantos”.
Por lo que se puede analizar, siempre se ha tratado de un elemento fundamental en la corrida de toros. Incluso se lo denomina como un tercer hombre de a pie, dentro de la cuadrilla. Pero, seguramente por el costo que este hombre adicional tiene, los toreros no pueden llevar uno propio dentro de su cuadrilla. Por lo tanto, son las empresas, quienes contratan a estos trabajadores de la fiesta brava que, pasan inadvertidos para la mayoría de los aficionados.
Por eso, rindo mi homenaje a todos ellos y, colocando la fotografía del puntillero colombiano, al que hice relación al comenzar la nota, como aficionado, siempre estaré pendiente de su actuación en todas las plazas donde tenga la oportunidad de mirar corridas de toros, para describir, como se comportan en tan importante misión.
