- Alejandro Escárcega
En la décima corrida de la Temporada Grande 2012-2013 en la Monumental Plaza de Toros México, ante una mala entrada y un clima apacible, se lidió un pésimo encierro de la ganadería de Carranco, soso, debil y descastado, con los cuales el jalisciense Alfredo Gutiérrez fue aplaudido en el que abrió plaza y le cortó una oreja al cuarto por un estocadón, el salmantino Eduardo Gallo, aplausos en el segundo y al tercio en el quinto y el tlaxcalteca Angelino de Arriaga, silencio en el tercero, aplausos en el sexto y regaló a Revolucionario de Jorge María al cual indultó y salió en hombros junto con el ganadero y empresario, el doctor Rafael Herrerías Olea.
Alfredo Gutiérrez (burdeos y azabache) con Zapatero, núnero 211, zaino y cornidelantero con 548 kilos, poco que comentar con el percal, solo una revolera en cámara lenta y nada con la pañosa a un toro que como todos sus hermanos, débiles. sosos y descastados; estocada caida para escuchar aplausos y pitos al toro.
A Payaso, zaino y cornidelantero con 495 kilos, siguió el festejo en el mismo tenor, pero a éste marrajo de Carranco, Alfredo lo mató de un estocadón para cortar una merecida oreja que le otorgó el juez Jesús Morales y su asesor Juan Vázquez.
Eduardo Gallo (azul rey yoro) con Fundador, negro bragado meano y cornivuelto con media tonelada de peso, verónicas rematadascon una media; llevó hacia el caballo por chicuelinas andantes. Brindó al escaso cónclave capitalino para hacer una faena con muletazos por ambos pitones al único toro que embistió de Carranco, pero con la espada perdió la oreja que ya tenía en la espuerta: pinchazo, estocada delantera y caida, tres descabellos con un aviso entreverado para todo quedar en palmas.
Con Revenido, negro bragado meano y cornidelantero con 495 kilos, chicuelinas con el percal. Le brindó al contador Juan Castañeda,para dar unos muletazos a regañadientes al descastado burel y al cual finiquitó de feo bajonazo para inexplicablemente ser aplaudido en el tercio.
Angelino de Arriaga (pistache y oro) con Gondolero, número 206, negro bragado meano y cornivuelto con 477 kilos, larga cambiada de hinojos y de pie, mandíles rematados con una revolera; quitó por entreveradas: valentina, gaonera, chicuelina y revolera. Brindó a todos, para muletearlo del tercio a los medios y ahí, muletazos a media altura en la querencia para que el toro no rodara por la arena, lo foniquitó de media estocada para escuchar silencio.
A Joyero, zaino y cornivuelto con 534 kilos, larga cambiada de hinojos en tablas y excelentemente lo bregó del tercio a la boca de riego; quitó por chicuelinas y por enésima ocasión se desmonteró en el tercio el banderillero de lujo Christian Sánchez. Sin brindar, porque el tlaxcalteca sabía que el toro no traía nada, muletazos por la cara y estocada para escuchar palmas y regaló a un toro que estuvo semanas en los corrales de la Plaza México, Revolucionario de la ganadería de Jorge María, número 902, cárdeno obscuro y cornidelantero con 540 kilos, verónicas y chicuelinas a un toro que se comía el capote y que fue bien picado por Moises López al cual terminó tumbando. Brindó a todos para hacer un trasteo en el cual hubo más toro que torero, en una faena larga, dejando lapsos de tiempo muy largos entre tanda y tanda a un toro bravo, noble y fijo que fue indultado tras la petición mayoritaria del cónclave capitalino, el cual regresó por si solo a los corrales deLa México y Arriaga y Herrerías salieron en hombros de los aficionados.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento