26 abril 2014

Puebla / Plaza de Toros “El Relicario“. 1a de feria.

Puebla. 25 de Abril del 2014.

Joselito Adame: Silencio tras aviso y dos orejas.
Arturo Saldívar: Ovación y vuelta.
Diego Silveti: Oreja con protestas y palmas 
  • Por Gilberto De Ita 
Ésta no pretende ser una crónica estadística de lo acontecido la noche de hoy en la primera corrida de feria, en la Plaza de Toros “El Relicario“, sino la visión de un aficionado poblano.

Lo de hoy ha sido a todas luces el espectáculo más contrastante que he visto en ésta plaza. Por un lado he visto una afición pobrísima, deseosa de entender y comprender lo que en el ruedo pasaba, pero que los años de espectáculos taurinos de ínfimo nivel han hecho mella en ellos. No entienden, no saben, no conocen un ápice de toros. He visto una empresa que intenta hacer las cosas, con un pensamiento tal vez distinto, tratando de hacer del marketing su principal herramienta y que hoy han salido “como las gallinas“.

Pero sobre todo he visto con tristeza la decadencia de la fiesta de toros en mi ciudad y en mi plaza. Dónde no hay reglamento, dónde no hay respeto, dónde hemos convertido el legado de el Toreo de Puebla en la decadencia del Relicario.

La corrida transcurrió en una noche de viento muy molesto y algunas gotas de lluvia ante un tercio de entrada. Toros de San José, que intentaron sustituir a los anunciados de Xajay, después de una versión poco creíble de algún accidente en la ganadería. Toros de presentación aceptable, de juego desigual, faltos de casta y raza. Exceptuando el sexto que en su condición general fue el mejor.

Joselito Adame, Arturo Saldívar y Diego Silveti estuvieron a la altura de las circunstancias. Adame, ante el primer toro de la corrida, un pedazo de carne inservible que no alcanzó para opacar la actitud de diva del de Aguascalientes. Mandó que le dieran un puyazo de mas, excesivo, que terminó por mandar el mensaje de que no quería saber nada de lo que en Puebla pasaba.

Pero Saldívar que tiene claro que para ser figura hay que torear todo lo que te echen, así sean los del “agarradero“, le picó la cresta con una buena faena al segundo, que desafortunadamente pinchó. 

Diego cortó una oreja al tercero, que no vale la pena ni mencionar. Un sombrero de La Punta que sustituyó a un paradisimo toro de San José que desafortunadamente se rompió una pata cuando Christian Sánchez lo bregaba.

Adame salió con mejor actitud ante el cuarto de la noche y le vendió de buena manera a la gente y al juez una faena de esas que sirven para que los villamelones digan que cortó dos orejas y que salió por la “puerta grande“. Fue una faena que tuvo pocos momentos de temple y claridad, ante un cárdeno que calamocheaba en demasía y no lo dejaba estar a gusto. Mató de estocada un tanto caída y trasera y blah blah blah,

Pero entonces cuando la noche parecía no pintar para nada apareció Arturo Saldívar, ante un toro receloso al que hizo embestir. ¡Que faena nos ha regalado Saldivar esta noche!. Templando, pasándose el toro por la faja, dominando con la muñeca y haciéndole entender al de cuatro patas quien mandaba en ese momento. Arturo Saldivar a estructurado una faena a base de poder torero, con una enorme inteligencia, entendiendo las condiciones del toro y sobre todo mandándole un mensaje a todos: “Para ser figura, hay que ser torero, siempre“ Quitó por Zapopinas, un quite que Adame hace mucho, nomás para que se enterara.
Pinchó dos veces y descabelló a la primera.

Lo importante  no era si cortaba o no las orejas. Transformó una plaza de pueblo, con borrachos gritando, en un espacio silencioso, pendiente de lo que pasaba, suspirando y sufriendo por el peligro, dándose cuenta que lo que en el ruedo ocurría consistía en un hombre jugandose la vida y creando arte al mismo tiempo. Ese quinto fue el único toro realmente toreado, el resto salió a lidiar y defenderse.

El sexto toro fue el que mas clase y raza tuvo, se apagó pronto y Diego Silveti no pudo concretar nada.

La corrida de esta noche me deja dos reflexiones. La primera es una pregunta: ¿En que momento acabamos con la afición en esta ciudad? y la segunda es, que tenemos en Arturo Saldivar a la futura figura del toreo mexicano. Lo que hoy he visto no implica que Diego, Adame, El Payo o Juan Pablo Sánchez no puedan serlo, todos llevan sus procesos. Pero la clase de Saldivar, es otra cosa.

deita.gilberto@gmail.com