21 mayo 2013

PRÍNCIPE DIEGO

 CON PATAS  PARA REY

EN NIMES, DIEGO SILVETI CORTÓ UNA OREJA / en la tarde de su confirmación.

CLIC´ PARA VER MÁS FOTOS

EN LA TARDE DE SU CONFIRMACIÓN EN NIMES, DIEGO SILVETI CORTÓ UNA OREJA DEL SEXTO
Compartió cartel con El Juli y Alejandro Talavante, que también pasearon un trofeo

Después de un largo viaje con la satisfacción de haber triunfado en la feria de San Isidro el día anterior, Diego Silveti compareció esta tarde del 20 de mayo en el coliseo de Nimes, en la que fue la tarde de su confirmación de alternativa. Un acontecimiento que se vivió a plaza casi llena, pues Silveti estuvo acompañado en esta corrida tan importante de dos figuras del toreo: El Juli, que reapareció en esta corrida después de un mes de baja debido a la grave cornada que sufrió en la feria de Sevilla, y de Alejandro Talavante, que también se volvió a vestir de luces después de su encerrona el sábado pasado en Madrid, cuando se enfrentó a seis toros de Victorino Martín.
La expectación en este último festejo de la feria de Pentecostés fue máxima, lidiándose una corrida bien presentada de Victoriano del Río, detacando por su calidad el tercer toro de la tarde. El resultado de los toreros fue el siguiente: El Juli, oreja y ovación; Alejandro Talavante, oreja y ovación; y Diego Silveti, ovación y oreja. 
Toro con raza y nada fácil fue el primer ejemplar que lidió Diego Silveti, con el que confirmó su doctorado en Francia. Molestado por el viento en muchos pasajes de su labor, pronto demostró su disposición y sus ganas de repetir el triunfo del día anterior. Lo hizo manejando con firmeza el capote, especialmente en un gran quite por gaoneras, entrando en competencia con el maestro Juli, que quitó por chicuelinas. Respondió Silveti a la verónica. Muy entregado en todo momento el torero mexicano con este toro, primero al torearlo con gusto por los dos pitones, embistiendo con codicia el astado, para luego meterse más en corto y entre los pitones. En un péndulo el ejemplar de Victoriano del Río le pegó una fuerte voltereta, por fortuna, sin consecuencias. Se levantó sin mirarse y concluyó su labor con manoletinas. En el momento de entrar a matar recibió un fuerte pitonazo, rompiéndole el chaleco. El toro cayó rodado y Silveti saludó una fuerte ovación.
Sí le pudo cortar la oreja al sexto, animal de gran movilidad que vendió cara su lidia y su muerte. Volvió a mostrar su gran disposición en otro quite por gaoneras, de compás abierto y cargando la suerte. Comenzó su labor doblándose con el animal, para dominarlo primero. Silveti le dio mucha distancia y lo citó de lejos, siendo muy emotivas las series que ligó por el pitón derecho. Por el izquierdo también le robó muletazos de mérito, pues el toro embistió con fuerza, sufriendo un fuerte arreón que casi le cuesta una voltereta. No volvió nunca la cara Silveti, poniendo la plaza en pie en un final por bernadinas de mucho mérito y riesgo. Mató de estocada y descabello y paseó una merecida oreja. Con esta actuación, y después de su meritorio paso por Madrid, Silveti ha vuelto a mostrar su capacidad y el gran momento que atraviesa.
Fue emotivo volver a reencontrarse con El Juli, que salió a darlo todo en una tarde muy especial para él, pues el maestro volvía a vestirse de luces tras la cogida de Sevilla. Su primera faena, la que le valió una oreja, tuvo mucho mérito, pues con valor y enorme maestría El Juli metió en la muleta a un toro con raza y nada fácil. Le cortó un trofeo de mucho mérito. Por desgracia no pudo redondear con el cuarto, toro sin fuerza, que no le dio ninguna opción de triunfo.
Alejandro Talavante, por su parte, estuvo muy bien con el tercer toro de la tarde, del que también paseó un trofeo. Lo cuajó por ambos pitones, con temple y hondura, tras comenzar su labor con estatuarios. De no haber pinchado hubiese podido cortar el doble trofeo. Fue ovacionado tras despachar al quinto, un toro que soltó mucho la cara y tampoco dio muchas facilidades al torero extremeño. Talavante se esforzó en sacarle partido y lo mató de una buena estocada.

twitter: @DiegoSilveti
@PrensaSilveti

CARTELERA SEMANAL


JORNADA TAURINA:
Sábado 25
Puruándiro, Mich.- Toros de Montserrat para Arturo Macías, Jorge Sotelo y César Ibelles.
Saltillo, Coah.- Primer cartel del cuarto serial de vacadas.  Paco Ortiz de la escuela taurina de Torreón Coahuila; Uriel Padilla de la escuela taurina Potosina;Gerardo Aguilar de la escuela taurina de Ojuelos Jalisco; Julio Ricauter de la escuela taurina de Triana; Héctor Gabriel Aquino del Centro Formación Taurina Uriel Moreno “El Zapata” Apizaco Tlaxcala; Rafael López de la escuela taurina de Salamanca; Rodolfo Martínez del grupo Juventud Taurina Zacatecas; Paco Valdés de la escuela taurina de Saltillo con 8 vacas de El Vergel.
Domingo 26:
Tijuana, B. C. Plaza Monumental Las Plays 2ª corrida de la temporada. Toros de Begoña para  Rodolfo Rodríguez “El Pana”, Uriel Moreno “El Zapata” y Joselito Adame.
San Juan del Río, Jal.- Toros de la Cardenilla para Antonio García “El Chihuahua”, Víctor Mora y Ernesto Javier Calita.
Tenancingo, Estado de México.- corrida benéfica. Toros de diversas ganaderías para Francisco Dóddoli mano a mano con Guillermo Ibarra.

Ocho con Ocho - !Bendita lluvia¡


20 de mayo de 2013

  • Luis Ramón Carazo

En el tercer toro de la tarde de la décima corrida de la Feria de San
Isidro, undécimo festejo si tomamos en cuenta una insulsa novillada del
17 de mayo, los presagios no eran halagüeños, la lluvia con gran fuerza
se hizo presente acompañada con rayos, centellas y granizo.

Madrid cubierto por un cielo entoldado, descargaba agua y hielo al unísono. En Las Ventas, el público como pudimos nos cubríamos de las inclemencias del clima mientras en el ruedo, gallardamente el torero mexicano de cuatro generaciones de matadores de toros, Diego Silveti, acometía a los nobles y bien presentados toros de Fermín Bohórquez con la convicción y el hambre de ser figura del toreo. Desde el segundo, con un gran quite por delantales, al toro correspondiente a Juan del Álamo, sabíamos que Diego no venía a ver si podía sino porque podía, venía.

Así lo aquilató la cátedra madrileña, entendiendo que torear bajo la lluvia es un riesgo tremendo en el enfrentamiento con un toro de lidia, los vítores y los aplausos se escuchaban a pesar de los granizos. Cuando Diego tomó en sus manos el capote y se lo echó a la espalda para instrumentar escalofriantes gaoneras al noble Orador, que se desplazaba por el ruedo anegado con fijeza y metía la cabeza al embestir con nobleza, empezamos a pensar en que por fin pudiera igualar al Zotoluco, quién el 22 de mayo de 2000, nos dio la alegría de poner en el marcador de una oreja. La salida en hombros para un matador mexicano sigue pendiente después de más de cuarenta años que lo hiciera Eloy Cavazos.

No fue tarea sencilla, afirmo sin temor a equivocarme, que Diego le puso sello a la tarde, con la muleta en la mano izquierda y la montera en la derecha brindó a los ateridos aficionados y con gran disposición se fue al centro del ruedo para citar con la muleta en la espalda para ejecutar un péndulo con una arrancada alegre del toro murubeño. De ahí en adelante, tanto con la mano derecha como con la izquierda, bajo una granizada, con la muleta seguramente muy pesada por el agua, nos puso a vibrar el nieto del Tigrillo de quién había estado hablando con su compañero de lides minutos antes de empezar la corrida, Don Pablo Lozano, recordando la grandes hazañas de hace más de cincuenta años de Juan Silveti Reynoso y Rovira en el mismo ruedo.

Cerró Diego con escalofriantes bernardinas y joselillinas para poner piel de gallina al ver a milímetros de su cuerpo al buen toro jerezano, después de un pinchazo en lo alto y tres cuartos en buen sitio, la muerte del toro fue de bravo para que se exigiera la oreja que fue concedida por usía.
No me extiendo más, pues desafortunadamente el sexto de la tarde, un toro de Bohórquez fuera de tipo y exagerado de peso, se quedó prácticamente parado y ya no pudo Diego tener la gloria de la salida en hombros, pero si el orgullo de haber catapultado la tarde en que sus compañeros encelados por el carácter de Silveti, dieron una tarde vibrante con el corte cada uno de una oreja.

Más allá de los trofeos, los toreros a la cabeza Diego, nos abrieron la caja de Pandora del toreo en una tarde en la que salimos de la plaza ateridos pero felices de la vida, cantando como Gene Kelly I am singing, just singing in the rain. Recordando a los amantes de los mastodontes en Madrid, que el trapío es musculatura y no gordura y que una corrida como la del domingo 19 de mayo en su peso ideal, fija y con recorrido, es de las que nos hacen salir de la plaza toreando y deseando volver a los toros al festejo siguiente, sin olvidar que el cuarto de la tarde para Juan Bautista fue de Carmen Segovia.

Así las cosas, mientras en el ruedo se den las cosas como ayer, que San Isidro no haga su chamba de pedirle a Dios que meta el agua y ponga el sol y aleluya por los toreros valientes.

! Que viva Tláloc dios de la lluvia de los mexica tenochcas!

Asi vio la prensa española la actuación de Diego Silveti en Las Ventas.

20130519-190448.jpg

  • Por Luis Cuesta 
  • para De SOL y SOMBRA.
Así vieron algunas de las plumas mas importantes de la prensa española, la actuación y el triunfo del mexicano Diego Silveti en Las Ventas de Madrid:

El Mundo: Una granizada de fuerza cinco. Bestial. Silleto el murube de Bohorquez. Bueno el saludo del mexicano a la verónica. Truenos y relámpagos. Lloviendo piedras. Las gaoneras del biznieto del Tigre de Guanajuato, nieto del Tigrillo, hijo de David, con la suerte cargada, fueron superiores. No importó que el ruedo se hubiera convertido en una laguna. A los medios se fue Silveti a brindar y a clavarse en los péndulos de su tío Alejandro. Pesaba la muleta. No importó. Por la derecha Diego corrió la mano. El toro no terminaba de humillar. Pero valía para estar con esa determinación. Por el izquierdo humilló menos. Empezó a caer el fondo del noble de Bohórquez. Las bernadinas, una de ellas cambiada, emotivas de verdad. Caía la mundial. Ni se inmutó Silveti. Pinchazo y media estocada en todo lo alto. Oreja meritísima (Zabala de la Serna).

La Razon: Profeta en su tierra, Diego Silveti buscó en Madrid darle ambiente a su periplo europeo. No contaba el azteca es con la furia de los elementos. Espectacular la granizada durante la completa lidia de su toro. Lejos de amedrentarse, Silveti fue a por todas. Quitó por ajustadísimas gaoneras y, presto, se fue a los medios para brindar al público. Atornilló las zapatillas y le pegó dos pases cambiados por la espalda, que metieron de inmediato al público en caliente. Continuó su labor Silveti sobre el derecho. Buenos muletazos, con el enorme mérito de resistir sobre un piso cada vez más resbaladizo y lleno de charcos. Las postreras bernadinas, con ese sello tan personal citando muy en largo, convencieron del todo a un público ya para entonces entregado. Pese al pinchazo inicial, el tendido comprendió el titánico esfuerzo de Silveti y le pidió con fuerza una justa oreja. Poco o nada pudo hacer con el sexto, el más deslucido del encierro. Parado y agarrado al piso, Silveti lo intentó en la corta distancia, pero era imposible (Ismael del Prado).

ABC: Diego Silveti, doctorado hace un par de años, ha crecido artísticamente en la campaña invernal americana. La granizada no le arredra, en el tercero. Derrocha valor en verónicas y gaoneras. Con la muleta se muestra muy decidido, firme, seguro: en esta circunstancias, parece imposible. Se gana al público y corta la primera oreja de la tarde. El sexto embiste cruzado, pone en apuros a los banderilleros, se para en la muleta. Diego está digno: no cabe más (Andrés Amorós).

Cultoro: Igual que un Silveti feliz por la oreja madrileña ganada en la tarde más seria y gallarda que le vio Madrid. No fue tanto el toreo, con dos toros de escaso fondo pero gran nobleza a los que tuvo que poner chile el mexicano para hacer que le valiera. Lo logró con el primero, en el que llegó el granizo cuando el cielo lloró a Pepe Luis y le envió el maestro voluntad de hierro, conchavado con su padre. Puso Diego la emoción y el granizo la importancia para asentar en el barro la voluntad de ganar, en la media altura la forma de conseguirlo y en espadazo certero el moquero presidencial. No hubo más en el sexto para abrir la otra hoja de la puerta de la gloria. Papá David y el maestro ya habían hecho bastante (Marco A. Hierro)

Marca: Otra vez se demuestra que en Madrid hay que contar con la sorpresa en cualquier fecha de la larga isidrada. Los carteles de lujo resultan engañosos, como ocurrió con las tardes de los dias 16 y 18. Tardes del clavel y del fracaso. Un cartel de domingo, ha sido, de momento, la tarde más torera y más redonda. La primera para el mexicano Silveti quien en medio de la tormenta se la jugó en una faena vibrante (Carlos Ilián).

Torosodos.com: Al asomar el tercero se puso a granizar. Granizada de un cuarto de hora. Llovían piedras. Un bohórquez muy alto de agujas que iba a salir bueno y noble. Los elementos: enfangado el ruedo pese al buen drenaje de las Ventas; diáspora de clientes de tendido. Soberbio Silveti en un quite capote a la espalda. De valor. Juan Bautista no perdonó su quite. Por chicuelinas, que no son novedad en esta feria de 2013. Trabajo heroico de Silveti: piso resbaladizo, golpes de viento y pedrisco. Dio lo mismo. Se puso, buscó toro y lo encontró, se templó, cuajó una última tanda en redondo muy bella. Una estocada casi perfecta. Volcada la gente. Reconocimiento. Tuvo sabor a gesta la cosa (Barquerito).

Aplausos: Diego Silveti cortó una oreja del tercero. Toreó bien a la verónica en el saludo capotero y gustó en un brillante quite por gaoneras cargando la suerte y adelantando la pierna de salida en cada capotazo. Comenzó a granizar con tremenda fuerza pero no importó al torero y tampoco al público, que no abandonó sus localidades y siguió una interesante faena, en la que el mexicano evidenció haber madurado como torero en notables series sobre ambas manos. Pinchó en una ocasión antes de la estocada definitiva. Deslucido y parado el sexto, Silveti no tuvo opciones con él. Estuvo pulcro el mexicano que remató de estocada entera.
20130519-190458.jpgLa faena de Diego Silveti al tercero de la tarde, en medio de una tormenta wagneriana con gran aparato eléctrico, truenos y una torrencial lluvia de granizo que no dejó de caer durante toda la lidia, tuvo carácter heroico. Con el ruedo inundado y la muleta embarrada hasta el extremo de que apenas se le podía adivinar el color, el bisnieto del Tigre de Guanajuato se la jugó sin trampa ni cartón frente al de Bohórquez. La gente se refugió como pudo de la inclemencia del tiempo para no perderse el acontecimiento. Acertó con un espadazo al segundo intento y la plaza fue un clamor tal, pidiendo trofeos para el manito, que la presidencia no tuvo más remedio que ceder a la exigencia del público. Antes, con el capote, el joven Silveti ya rayó a una altura muy estimable. Hacía trece años que un torero mexicano no había cortado una oreja en Madrid por San Isidro (Paco Mora).

El País: Silveti quitó por gaoneras y Bautista por chicuelinas cuando arreciaba la tormenta en ese tercer toro. Y el mexicano brindó al empapado respetable, citó por un pase cambiado por la espalda, y mientras la granizada era una cortina de pedruscos, el torero, muy entregado, consiguió algunas tandas airosas que fueron muy jaleadas. Cuando mató de pinchazo y una estocada casi entera le concedieron un generoso trofeo que supo más a recompensa por su entereza y decisión que por el buen toreo (Antonio Lorca).
Twitter: @LuisCuesta_

Compártelo