LA PLAZA SE LLENO
Aunque usted amigo no lo crea la plaza se lleno y más aún desde mucho antes que diera principio el festejo, aquello era un río de aficionados por doquier las sonrisas y los parabienes surcaban el espacio ¡La va a hacer!, ¡Siempre fue mi gallo!, ¡Este es el bueno!, ¡Está comprometido con México! y con ese padrinazo, pa’ que quiere más, pues ya se sabe que desde hace varias temporadas ‘Su Majestad’ Enrique sabe por quién apuesta, pues es un ‘Mandón’ así que ¿Alguien cree que se va a equivocar a la hora de escoger? eso que se lo graben, bien los que mendigan una migaja de PAN donde no acompletan ni un bolillo, o para los que todavía creen en el ‘Santa Claus amarillo’ que apesta a ‘Pejelagarto’ total que la tarde prometía y cumplió ¿Y como no iba a ser así? si al que le dieron la alternativa y que se la van a confirmar en julio es vecino y ‘cuaderno’ del Obispo Torero Onésimo Cepeda el que seguro oró por el milagrito, eso si, ojala lo cuiden de ‘Aventureras’ como ‘La Dinosaurio de la Salinas’ obvio, la de Coahuila que además de mitotera es paisana del jerarca del ‘PRIcolor’ el que pa´ la bailada es rete chido y ya le dicen ‘El 620’ por aquello de ‘La Música que llegó para quedarse’ pues después de que su poderdante triunfe en ‘Mexicalpan’ se va a dedicar a hacer figura nacional a ‘Quique el guapo’ y luego a ‘disfrutar’ en el Palacio de Cobián allá por donde estuvo la Plaza de Toros de Bucareli que coincidentemente fue un ruedo, propiedad de un mexiquense con la diferencia que no provenía del ‘Grupo Atlacomulco’ sino de Atenco y que se llamaba Ponciano Díaz.
Conforme se iba uno acercando a la plaza monumental en donde los tres grandes compartirían palmas, los colores rojo muleta, blanco albo y verde esperanza, relucían por doquier, las matracas a todo lo que daban, el confeti por toneladas y los vivas más estridentes que nunca, hasta llegar a la locura cuando se escucho el clarín ¡Ahí vienen, ya están aquí, son ellos, Enrique, ¿Enrique Ponce? no hombre ¡Enrique Peña Nieto!, Humberto, ¿Humberto Flores? ¡Claro que no! ¡Humberto Moreira Valdés! y el ahijado ¿Entonces quien es? pues quién si no ¡Eruviel Ávila Villegas! futuro manda más del Estado de México y que con su sola percha el día de su presentación llenó el recinto oficial hasta la bandera y como ‘Niño Héroe’ exclamó ‘¡No les Fallare! ¿Y como lo logró? pues apoyado en un principio básico y elemental para montar eventos que aspiren a ser bendecidos por las fuerzas vivas y que se llama ‘Mercadotecnia y Publicidad’ algo casi ausente en la Industria Taurina.
Y ya que de baranda me referí a materias académicas como la ‘Merca y la Publi’ seria bueno que la Universidad del Toro ahora que enderece el barco porque según me entere por medio de una de las pocas crónicas creíbles, serias, objetivas, respetadas y centradas que fue la del joven maestro Rodolfo Ramírez publicada en Toro es Toro la primera presentación fue fallida, bueno el caso es que la espléndida taurina y catedrática Doña Gabriela García Padilla quién además es autora del libro ‘Piedras Negras, bravura con abolengo’ tiene puesta una conferencia que se denomina ‘La Crónica Taurina Pagada’ la cual es verdaderamente digna de escucharse pues imaginemos lo que es saber cómo los toreros han sido extorsionados y quienes en su momento pagaban por que de ellos se escribiera bien o se ocultaran los fracasos, practica extensiva a ganaderos y empresas, en dicha cátedra se da a conocer ese lado oscuro de la fiesta en el que por unos pesos alguna plumas, cámaras y micrófonos, cayeron tan bajo hasta denigrarse a través del chantaje e hipotecar la opinión, cabe señalar que la lista de nombres y apellidos es sorprendente y después de escucharla se comprenderá el porque se han registrado triunfos inexistentes, se han disminuido estrepitosos fracasos, se ha alabado el trapío guajiro, se ha dado fe de entradones que no se dieron, ojala la Rectora de la Universidad del Toro Adriana Sánchez se aboque a conseguir esta cátedra inmaculada, denunciante, valerosa, ética, que solo la ‘Juana de Arco’ del toreo sería capaz de dictar, ¡Ay nanita! ¡Ahora si, a remojar las barbas!
