31 mayo 2009

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manoletina submarina


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Actúan con seriedad en la Plaza México

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Herido... Manolo Mejía no se fue limpio: lo operaron de una cornada, no grave, en la cara.

Foto: Angel Guevara


Manolo Mejía y Federico Pizarro cortaron una oreja cada uno


Guillermo Leal


Ciudad de México (30 mayo 2009).- Además de que se pudo entregar un cheque de 150 mil pesos para ayudar a niños con cáncer, recursos que se reunieron con en el festival celebrado este sábado, la tarde resultó muy seria y estuvo a la altura.


Ganaderos, matadores, subalternos y todos los que tomaron parte, lograron que los casi seis mil asistentes disfrutaran de una tarde emocionante, de variedad y con instantes de buen toreo, en la que Manolo Mejía y Federico Pizarro cortaron una oreja cada uno.


Desde que los matadores recibieron un reconocimiento de los niños, lamentablemente enfermos, y les regalaron una montera con la que dieron la primera vuelta al ruedo; pasando por el homenaje póstumo al matador Manuel Capetillo, fallecido hace 26 días, hasta el cierre a cargo de Juan Pablo Llaguno, quien con 13 años y un buen becerro de San Martín mostró actitud y aptitudes, pese a la tormenta.


Los astados de Barralva, con edad de toros, que fueron bravos y cuatro de ellos con mucha clase, permitieron ver detalles de verdadero arte de Guillermo Capetillo; una faena con hondura y personalidad de Jerónimo, quien pinchó; los muletazos profundos de Christian Aparicio, quien mostró poco sitio, y hasta el extravío de Guillermo Martínez, presionado por el público.


Y con los dos malos vinieron los triunfos. El de Manolo Mejía, después de una faena de técnica y valor con un toro manso de que saltó al callejón, que lo hirió en la cara y tumbó a un picador, así como el de Pizarro, quien con paciencia y firmeza mostró que quiere retomar el sitio.

REFORMA




LUEVANO TRIUNFA, cortando dos orejas

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Spinola corto también dos orejas


Reseña
la corrida del Queso y el Vino en Tequisquiapan.

Toros de la punta muy bien presentados desiguales en juego.

Jose Maria luevano, en su primero emotiva faena a un torazo con
muletasos largos y templados, pinchazo y estoconazo para una oreja.

Fermin Spinola, una gran faena para dos orejas.

El Chihuahua, en su primero muy voluntarioso gran estocada, peticion
de oreja no concedida, vuelat al ruedo.

Jose Maria Luevano, en su segundo muy torera su faena a un toro
parado, estoconazo para una oreja.

Fermin Spinola, en su segundo salio del paso.

El Chihuahua, en su segundo, faena muy voluntarioso, con capote,
Banderillas y Muleta, para cortar una oreja.

Reporte de Katy Guzmán


Michelito Lagravere, dos orejas,

KINCHIL, Yuc.- Tres cuartos de entrada y erales de San Salvador, buenos. Michelito Lagravere, buena faena para estocada y dos orejas, siendo el triunfador del festejo. Su hermano Andrecito, oreja y Fernando Ávila, vuelta.


Dejaron el corazón en el ruedo

Federico Pizarro, en precioso muletazo al natural.
Foto: José Luis García/ESTO

31 de mayo de 2009


Los toreros se entregaron sin reserva


Miguel Ángel García


Una vez más la familia taurina se unió por una buena causa.


En esta ocasión la labor altruista ha sido dedicada con mucho amor y entrega para niños con cáncer, a lo cual los toreros respondieron dejando el corazón en el ruedo. Prueba de ello ha sido la gallardía del matador Manolo Mejía, que siendo de los más veteranos en el cartel, demostró una condición ejemplar para estar en el ruedo y pese a que el astado le propinó una severa paliza, Mejía se repuso y terminó por cortar una oreja, con fuerte petición de la segunda. El resto del cartel dejó pasajes más que interesantes y salvo Federico Pizarro, que también cortó una oreja, el resto se fue en blanco por pinchar con el acero, mas no por la falta de argumentos para conseguir los codiciados trofeos. De todos, el único que tuvo el santo de espaldas fue Guillermo Martínez, quien hasta escuchó gritos de "¡toro, toro!". Señal del público cuando se inclinan a favor del astado. Y, aunque el clima lluvioso estuvo presente, los aficionados que asistieron permanecieron hasta que todo terminó, lo cual es para aplaudir y aún más, porque fueron parte de esta noble labor.


RECONOCIMIENTOS Y HOMENAJE PÓSTUMO

Algo así como un cuarto de entrada se registró ayer en la Plaza México para presenciar el festival taurino benéfico, el cual estuvo a cargo el juez de plaza Ricardo Balderas. Previo al paseíllo, un grupo de niños entregó reconocimientos a los toreros actuantes; luego, la Porra Libre dio una vuelta al ruedo llevando un retrato con la imagen del matador Manuel Capetillo, como homenaje póstumo, y que al final obsequiaron a uno de sus hijos, Guillermo Capetillo, ahí presente para torear.


LOS DE BARRALVA, BIEN PRESENTADOS

Se lidió un encierro de Barralva, bien presentados y que se dejaron meter mano; aunque algunos con sus complicaciones, en general han permitido grandes emociones en el ruedo y desatado las pasiones en el tendido, como fue con los lances que logró el matador Jerónimo y que provocaron los olés más fuertes de la tarde. También se lidió un astado de Garfias, para rejones, justo de presencia, no obstante, codicioso para los caballos del rejoneador.


LUCIERON REJONEADOR Y FORCADOS

Y se abrió la puerta de toriles para dar paso al primer ejemplar de la tarde, el de Garfias, para el rejoneador Jorge Hernández, quien tuvo la suerte de lidiar con un morito ambicioso, que se dejó meter mano. Le clavó dos rejones de castigo seguido de dos banderillas, todos en buen sitio y dejándose ver; vendría la actuación de los forcados mazatlecos, quienes comandados por su cabo René Tirado, lograron una fabulosa pega que la romería agradeció con una sonora ovación y sacaron al tercio a Tirado. Regresaría el caballista para colocar banderillas a dos manos y luego el rejón de muerte, lástima que lo dejó trasero y caído, por lo que se retiró en silencio.


DETALLES BONITOS

A pie, por delante, salió Guillermo Capetillo, quien tuvo momentos sublimes con el capote e hilvanó pases por ambos lados, aunque sin terminar de redondear su trasteo. Pinchó antes de terminar con la vida del toro y se retiró entre aplausos.


EL GRAN MANOLO

Vendría la intervención de Manolo Mejía. Su astado, que salió al ruedo con muchas patas, saltó al callejón para sembrar el terror, afortunadamente nada qué lamentar. Una vez que el toro regresó del callejón y también a sacar de órbita al picador, por el tumbo que consiguió el de Barralva, Manolo Mejía sacó de su bolsa su maestría y se plantó para apaciguar el genio de su enemigo y extraer pases de mucho mérito. Todo iba de maravilla, no obstante, cuando Manolo quiso cambiar de terreno al toro, éste hizo por él y hay que ver la tremenda golpiza que el astado le propinó al torero de Tacuba. Fueron momentos de angustia y de milagro el percance no fue mayor; no obstante, Mejía terminó con la boca rota y su pantalón de corto destrozado. Pero no hay nada que amilane al gran Manolo, ya que se repuso y regresó al ruedo para conseguir más tandas de primera, hasta que su socio se rajó. Mejía mató bien y le fue concedida una oreja, con petición de otra que el juez se negó a conceder.


MUY DISPUESTO

El segundo espada en cortar una oreja fue Federico Pizarro, quien lució a la usanza charra. El diestro lanceó por chicuelinas y en este astado saludó en los tercios del anillo al subalterno Gustavo Campos, por sendo par de banderillas. Con la muleta, Federico tuvo momentos de mucha relevancia, sobre todo por los terrenos de toriles; logró naturales de muy buena factura, amén de las dosantinas que ejecutó. Muy dispuesto ha estado el torero y tras una estocada cortó una oreja.


DESBORDÓ SENTIMIENTO

También vestido a la usanza charra, como es su costumbre en tientas y festivales, salió el matador Jerónimo y para luego se despatarró y ligó las verónicas de la tarde, las más sentidas, armoniosas y artísticas, las que calaron hasta la médula en la afición y claro, los olés no se hicieron esperar, los más fuertes y que seguramente retumbaron más allá de lo posible. Jerónimo concluiría su participación con la capa con una serie de chicuelinas y le salieron pintadas, ya que bajó mucho las manos, lo cual hizo de la suerte una postal. Con la muleta inició su trasteo al filo de las tablas y realizó una especie de péndulo. Prosiguió su labor con series largas, con profundidad y bien ceñido al toro, lástima que malogró su labor con un pinchazo, previas manoletinas y se retiró entre aplausos.


GRATA SORPRESA

Le llegó el turno a Cristian Aparicio, quien se mostró en otra faceta y resultó una grata sorpresa; el diestro se nota con mayor seguridad, con más entrega y pasión por su labor en el ruedo. De inicio recibió al toro con dos largas cambiadas de rodillas y con la muleta consiguió una faena asentada. Lamentablemente comenzó a llover y la gente perdió detalle por buscar un lugar donde refugiarse. Sin embargo, el mérito de Aparicio ya había sido aprobado. Dejó un pinchazo y se retiró aplaudido.


CON EL SANTO DE ESPALDAS

El de Jalisco, Guillermo Martínez, que quizás pudo arriesgar un poco más, cumplió con capa -contra estilo de él- y con la muleta no consiguió acoplarse, claro, el toro tuvo su punto de complicación, pero nada que no se pudiera resolver. Faena de altibajos y gritos de "¡Toro, toro!" por parte de algún sector. Para malas, el diestro dejó dos pinchazos y una estocada, retirándose entre división de opiniones.


JUAN PABLO LLAGUNO

Al final del festejo, el niño torero Juan Pablo Llaguno lidió un eral de San Martín; fue ovacionado de capa y muleta y no se salvó de que le echara mano el astado. Al final simuló la estocada y dio vuelta al ruedo.

ESTO



De Toros y Toreros desde Aguascalientes


LA PLAZA MÉXICO ABRE EL DOMINGO.

A la vista el arranque de las novilladas en el coso máximo, la enorme plaza México abre sus puertas exactamente dentro de ocho días... Hasta el momento de escribir esta nota no hay cartel oficial, rumores, especulaciones, deseos de muchos por ser tomados en cuenta y nada más.

Sabemos que son muchos los llamados y muy pocos los escogidos y todavía dentro de ese grupo... “son muchos los llamados y muy pocos los escogidos”. Se menciona a Hilda Tenorio, a “El Canelo”, a “Montoyita”, principalmente, pero dudo mucho ese sea el cartel definitivo, el bueno, el inicial deberemos de conocerlo a mas tardar antes de 48 horas, novilleros y ganadería...

Con toda seguridad vamos a ver varias presentaciones de muchachos que se dejan ver por la provincia, no me animo a dar nombres pero así será... Y no tardé muchos con la duda, me avisa Rafael Rosas Quiroz, corresponsal desde el Distrito Federal de www.noticierotaurino.com, portal hermano de esta columna, que la torera michoacana queda fuera de la tarde inaugural y se presenta Santiago Fausto con “Campo Real”, con los ya mencionados “Montoyita”, que se despide de novillero, y “El Canelo”... Y la parte final de la madrileña feria de “San Isidro” esta dejando mucho que desear.

La etapa “torista”, la de las corridas llamadas “duras”, no acaba de convencer por las dificultades presentadas por los encierros. Ayer los ejemplares de “Victorino Martín” han sido todo un jeroglífico que no permitió a la tercia lucimiento alguno. Me gustó la actitud de los matadores, Diego Urdiales, Manuel de Jesús, “El Cid”, e Iván Fandiño que mostraron lo que todos sabemos, lo que conocemos, que Madrid es una guerra, que nadie da un paso atrás a costa de lo que sea, donde se cambian las cornadas solamente por mostrar actitud, eso es ya una ganancia, es mejor irse al sanatorio que la indiferencia de los públicos...

Me gustó el detalle de la novia de Fandiño, a la hora que el torero rodaba bajo las patas del mal “Victorino” ella, a medias del primer tendido, se refugiaba al hombro de su señor padre, cuando las mulas lo arrastraban al toro, cambiaba el panorama, perdía la compostura y metiendo los dedos entre los labios era quien mas silbaba el rechazo a la infumable corrida...

Para terminar un dato curioso... El 10 de abril de 1972, Joaquín Camacho se casó con Carmen Ruiz en El Puerto de San Lorenzo, bodas a diario se dan, aparentemente esto es lo menor, lo anecdótico sale porque la iglesia no fue otra que la capilla del coso y el banquete en pleno ruedo y el final fue con todo y salida en hombros al terminar la fiesta... Se permitió lo anterior ya que Joaquín era el guardaplaza del coso y pasa a la historia como un suceso único en los anales de la fiesta...

Para terminar... Prendí la televisión para ver a Jerónimo en el festival de la plaza México de hoy sábado, algo por Guillermo Capetillo, la apague quedándome con la esperanza de que el apellido Llaguno no se acaba, ojo con ese niño, Juan Pablo, ojo, esperamos que Dios lo cuide... de tanto sabio que lo que mas hacen es perderlos, su papá fue matador de toros y eso debe de ser muy positivo en el futuro de este jovencito de 13 años... Nos Vemos.



Aburrido cierre isidril


Victorino, otro petardo

Aburrido cierre isidril, con una pésima corrida de Victorino, desigualmente presentada y muy descastada · Urdiales, El Cid y Fandiño, voluntariosos


Luis Nieto


Actualizado 31.05.2009 - 05:00


Iván Fandiño se libra de milagro de una cornada, tras ser cogido por su primer toro.

El matador de toros vasco Iván Fandiño, con el peor lote, fue el torero más destacado con la pésima corrida de Victorino Martín, desigualmente presentada y bajísima en casta, muy cerca del petardo con el que ya nos deleitó en Sevilla. Es muy preocupante el momento por el que atraviesa esta ganadería señera.

Iván Fandiño destacó fundamentalmente porque se entregó con más decisión que sus compañeros y ello le costó dos palizas enormes, escapándose por tablas de ser herido por partida doble. El primer toro, en una zancadilla, lo derribó y le buscó con saña en la arena, sin conseguir herirle, afortunadamente. Con el sexto, una alimaña, el diestro de Orduña volvió a entregarse y en otra zancadilla cayó y volvió a recibir un palizón. El astado llegó a pisotearle.

Diego Urdiales y Manuel Jesús El Cid se mostraron porfiones en sus lotes. Urdiales pasó sin pena ni gloria. Contó con un primer toro noble y que humillaba, con un buen pitón derecho, con el que concretó una labor deslavazada y al que mató mal. Con el manso cuarto, que sólo admitía un muletazo y luego salía con la cara alta, hizo un esfuerzo muy dilatado sin fruto alguno. El banderillero Víctor García El Víctor fue volteado por el astado, que le empaló por la pantorrilla izquierda en un par.

El Cid tampoco logró cotas altas. Al segundo, noble, encastado y que fue a menos, lo toreó muy bien a la verónica. Con la muleta, trasteo pobre, con una tanda con la diestra entonada, algún desarme intercalado y un estocada desprendida, una labor por la que fue aplaudido, entre tanto despedían al toro con una fuerte ovación en el arrastre. El sevillano, muy atento durante toda la lidia, hizo un quite oportunísimo a su picador, Manuel Jesús Ruiz, caído en la arena tras un derribo y a punto de ser cogido por un toro al que prendió dos buenos pares de banderillas Alcalareño. El público, cuando llegó el ecuadro de la corrida estaba hastiado y protestó al quinto toro desde que pisó la arena venteña. El animal resultó descastado y gazapón y el saltereño no tuvo opción al lucimiento.

La corrida postrera de San Isidro fue un suplicio para los espectadores, sumidos en un aburrimiento descomunal gracias en gran medida a la ganadería de Victorino Martín, que dio otro petardo, sin las dimensiones del de la pasada Feria de Abril.