por Manuel Baena
El vaso de agua que tiene,
en la barrera un torero,
sólo lo beben muy pocos,
muchos quisieran hacerlo.
..........Por las gradas de las plazas,
el arte, sube sediento
de gritos apasionados,
de apasionados silencios.
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El humo de los cigarros,
el azul claro del cielo,
los verdes pastos de España,
que se comió el toro muerto.
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Brillos de sol y de seda,
coplas, amor y dinero,
caricias de gloria y fama,
todo para un hombre entero.
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Todo para un gran torero
que viste el traje de luces,
con la sonrisa, ¡por fuera!,
las cicatrices ¡por dentro!
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¿Pero tú sabes, chaval ...
cómo comienza este sueño?
Ese duro aprendizaje
rodando de pueblo, en pueblo,
perdiendo la juventud,
curtiéndote como el cuero,
con mil soles, mil porrazos,
sudando entre fango y miedo.
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Un mercado de ilusiones,
con mercaderes siniestros,
paraíso de esperanzas,
que ofrece muy pocos premios.
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Esperar que la fortuna
Te sonría otro momento
Que cuando salga otro toro
le voy a hacer esto ¡Y esto!
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Soñar ¡tantos muletazos!
soñar ¡Tantos toros muertos!
Que se van sin las orejas ...
y, esperar un año nuevo.
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La suerte jugando al toro,
jugando con los toreros,
va repartiendo fortuna.
A éste quiero ... a éste no quiero.
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Los coches de las cuadrillas,
están tristes en invierno,
sin botijo en la baca,
sin tanta vida ¡por dentro!
..........
Esperando ¡como tú!
que esperas un año nuevo,
sufriendo de hielo y frío,
sufriendo siempre ¡por dentro!
..........
Soñando con ser ¡figura!
llegar a ser el primero
de esa fila interminable,
de mártires del toreo.
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Piénsatelo bien, chaval,
esto se llama ¡veneno!
veneno, que lentamente,
te va matando ¡por dentro!
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La suerte sigue jugando,
torea con los toreros,
torea todas las tardes,
y nunca torea en serio.
..........
El vaso de agua tiene,
en la barrera ¡un torero!
Sólo lo beben muy pocos,
¡muchos quisieran hacerlo!
