11 enero 2009

Así estuvo LA MÉXICO, corrida 13


Se cortaron dos orejas

En la México triunfos y cornada

Humberto Flores cortó oreja y cayó herido, Uriel Moreno "El Zapata" también triunfó.

20:40:00

GUSTAVO MARES

Humberto Flores y Uriel Moreno “El Zapata” cortaron sendas orejas ayer en la Plaza México, donde se vivió un emocionante festejo por el trapío de los toros de Santa María de Xalpa, que si bien no dieron el juego soñado, sí tuvieron una imponente presencia que le dio seriedad a todo lo que hicieron los tres diestros, incluido el madrileño Miguel Abellán, quien por ganas no paró.

Abrió plaza Flores quien enfrentó un burel de corto recorrido que lo cogió de fea manera sin alcanzar a herirlo. El astado poco se prestó para el lucimiento pese a que el tapatío le intentó por ambos lados.

Lo mejor llegó en el momento de la suerte suprema, pues Humberto fue marcando atinadamente todos los tiempos de la estocada y dejó un soberbio espadazo que le redituó en el corte de una oreja.

Su cornalón segundo tampoco fue un cúmulo de virtudes. En el segundo tercio se lució el banderillero Christian Adolfo Sánchez, quien se quedó en la cara del toro hasta colocarle los garapullos. Fue prendido de manera dramática, pero resultó ileso y pudo continuar en la brega.

Al igual que el primero, ese burel poco se prestó para el lucimiento y el torero en turno no tuvo otro remedio que tirarse a matar.

Fue ahí, con la toledana, que volvió a deletrear la suerte suprema, Humberto se tiró muy lento hasta sepultar completamente el acero pero en contraparte, el toro le pegó una cornada muy grande en la pierna derecha. Cayeron toro y torero, el primero herido de muerte; el segundo “con una cornada dantesca, muy grande que no interesó arterias ni venas importantes. Causó serias lesiones musculares. Es una cornada grande, pero no grave”, diría más adelante Rafael Vázquez Bayod, jefe de los servicios médicos.

Entre aplausos Flores fue trasladado a la enfermería.

“EL ZAPATA” REPITIÓ

El diestro tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata” ratificó por qué es una de las cartas fuertes de la torería mexicana. No obstante el pobre juego de sus dos toros, en todo momento demostró variedad y gusto en su quehacer taurino.

Con su primero estuvo esforzado y lucido desde que se abrió de capa hasta el último tercio. Por lo mismo, los aficionados le aplaudieron fuerte.

El quinto de la tarde, de corto recorrido, le obligó a demostrar sus dotes de buen lidiador y Uriel aprobó el examen. Cortó una merecida oreja gracias a la buena estocada con la que pasaportó a su enemigo.

Seguramente, por méritos propios, pronto volverá al coso grande. No dude que podría ser uno de los toreros contemplados para el 5 de febrero.

MIGUEL ABELLÁN

El español Miguel Abellán regresó al coso grande luego de diez años de ausencia. Al igual que sus alternantes no tuvo material a modo para lograr el triunfo apoteótico, pero aprovechó hasta el último resquicio para demostrar que es uno de los toreros importantes del Viejo Continente, prueba de ello fueron los naturales templados y mandones que pergeñó con el segundo de su lote. Si no cortó trofeo alguno fue porque no estuvo acertado con la espada, pero de que dejó un grato sabor de boca entre los aficionados, eso ni dudarlo.

La entrada mejoró bastante en comparación a los primeros doce festejos y seguramente aumentará considerablemente el próximo domingo, cuando se presente el madrileño José Tomás al lado de Arturo Macías y Octavio García “El Payo”, con toros de Teófilo Gómez.

OVACIONES

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Oreja a Humberto Flores y Cornadón, además de negarle otra Oreja.

Alfredo FLOREZ

11/01/2009

Con esta estocada a vuela pies Humberto conquistó la primera Oreja de la tarde

Reinicio de la Temporada Grande en la Plaza México y nuevos triunfos de dos de los matadores mexicanos, imponiéndose a un encierro de "Santa María de Xalpa" de encaste español, que no dieron el juego esperado. El triunfador cortando la primera oreja fue el jalisciense Humberto Flores al cortar la primera oreja de la tarde y debiendo premiársele con otra oreja más que le negaron, se fue a la enfermería con una cornada grande que poco le importo al juez de plaza la fuerte petición que tuvo de la otra oreja bien ganada y mejor conseguida con valor y entrega del torero de Ocotlán. Igual en valiente y entregado Uriel Moreno “El Zapata” se llevó una oreja por gran estocada y jugándose la piel. El español Miguel Abellán bien pero sin suerte.

Tarde con ráfagas de viento fresco pero ambiente agradable y con casi menos de media plaza, se reinicio la Temporada Grande en el coso capitalino, donde los triunfadores fueron los dos matadores mexicanos Humberto Flores que corto una oreja a su primer toro y le negaron otra más que el público exigía al juez que la entregara, pero este y su asesor se hicieron remolones, sin escuchar al público que además es quien manda y paga, independientemente de que el reglamento así lo estipula. Y el matador Uriel Moreno “El zapata” también cortó una oreja por entregada labor coronada con la espada, mientras que el español Miguel Abellán solo tuvo destellos aislados en sus dos toros.

Fue tarde de drama y de intensos momentos que vivieron los toreros, al encontrarse con un encierro de "Santa María de Xalpa" que ahora no fueron como aquellos toros hermanos suyos, que tuvieron clase y recorrido, no, estos de este domingo fueron algo débiles de remos algunos y se quedaban en las suertes a medio embestir, además de dar arreones cuando de largo se iban a los capotes y muletas. Con ellos se la jugaron de verdad los tres matadores, pero con mayor entrega y ganas los mexicanos que volvieron a mostrar que hay materia de la buena en su quehacer taurino.

Humberto Flores se la jugó de verdad en sus dos enemigos, en su primero se llevo tremenda voltereta librándose del percance y le corto oreja al despacharle con gran volapié y en su segundo tuvo al filo de las butacas a los aficionados, hasta que al irse por uvas el toro se le quedó en la suerte suprema y le infirió grande cornada del que damos nota aparte de la misma pero que le atravesó la pierna derecha y el juez no atendió la fuerte petición de oreja que el público exigía.

Fue ingresado a la enfermería y de ahí al hospital para ser operado.

Uriel Moreno “El Zapata” igual estuvo en valiente y aunque su primer toro no duro mucho, le saco algo de partido en banderillas y muleta, pero se superó en su segundo con valor y sacándole pases a otro toro que se le quedaba en las suertes despachándole de una buena estocada que le valió el corte de la oreja.

Y el español Miguel Abellán se vio bien toreando de capa a su primero, pero con la muleta poco le duro su enemigo y le despacha de dos pinchazos y media. En su segundo salió decidido al recibirle de hinojos con dos largas y de pie verónicas y de muleta en el terreno de tablas le extrajo buenos pases pero asilados, sin redondear una faena ya que el toro se fue apagando aún teniendo calidad y Abellán le termina de estocada entera y descabello para recibir palmas.

El subalterno Christian Sánchez se llevó una voltereta y fuerte rayón en la pierna derecha al colocar un segundo par al toro cuarto de la tarde que le infirió la gran cornada a su matador Humberto Flores y el público le saco al tercio para aplaudirle. Y el banderillero Raúl Bacelis salió al tercio por dos buenos pares en el primer toro de la tarde.

PARTE MEDICO DEL MATADOR HUMBERTO FLORES El matador Humberto Flores sufrió una grave cornada al tirarse a matar en el cuarto toro en la 13ª corrida de la Temporada en la Plaza México. La cornada fue en la cara antero-interna y tercio medio del muslo derecho que le causó un desgarre y una lesión muy severa de la piel y una lesión también muy importante y severa de los músculos antero-externo del muslo con sección del musculo sartorio recto anterior y del vasto externo. Ameritó una plastia y colgajo de la piel y una reparación muscular, lo cual lo obliga a permanecer incapacitado de tres a cuatro semanas y estará internado de dos a tres días. Firma el Dr. Rafael Vázquez Bayod.

Toriles.com

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Se entrega Humberto Flores en la México


Sufrió un cornadón, aunque no fue de gravedad

G
uillermo Leal


Ciudad de México (11 enero 2009).-


Pese a que ya había cortado una oreja en la cabalística corrida 13 en la Plaza México, el jalisciense Humberto Flores se entregó como los hombres al entrar a matar a su segundo, muy astifino, que le dio un cornadón que no reviste tanta gravedad al no interesar vasos y órganos importantes del muslo derecho.

Junto al triunfo de Flores también está el de Uriel Moreno "El Zapata" quien cortó una oreja del quinto gracias a un estoconazo que puede ser considerado, hasta ahora, como el mejor de la tarde, y eso que prevalecieron las buenas ejecuciones con la espada.

La segunda parte de la campaña inició con buenos augurios en cuanto al público.

Cerca de 14 mil espectadores se dieron cita para observar el cartel que confeccionó Rafael Herrerías quien tras casi tres años de ausencia volvió a ocupar el palco de la empresa en el callejón.

Los que fallaron fueron los toros de Santa María de Xalpa, todos ejemplarmente presentados, pero con poca fuerza, algunos sosos y sin la transmisión y el recorrido del anterior encierro, incluyendo al 178 que era hermano del t
oro indultado el 19 de octubre.

Los ganaderos no mintieron: las intenciones eran buenas, pero los toros no tienen palabra de honor.

Humberto, a quien no habían tratado bien los aficionados en su primera tarde en la temporada, pese a que fue triunfador de la anterior campaña, se mostró con gran voluntad en su primero al que mató excepcionalmente ganándose, por la estocada, una oreja.

Luego con el cuarto, que revolcó al banderillero triunfador Christian Sánchez, Flores fue muy valiente ante un astado soso y deslucido. Los cuernos del animal eran astifinos y muy largos. Poco le importó al tapatío que se fue en corto y por derecho, como los meros machos, dejando un estoconazo, pero llevándose una enorme herida. Hubo petición de oreja que no concedió el juez.

Con dos toros sosos, Uriel Moreno "El Zapata" reafirmó su variedad y buen gusto al torear, saliendo al tercio en su primero y cortando una merecida oreja de su segundo.


Tras diez años de ausencia reapareció en la México el español Miguel Abellán y lo hizo con técnica, buen oficio y mucha voluntad. Lástima que sus toros no le embistieron, aunque el público entendió al joven hispano y por ello, merecidamente, lo ovacionó.

REFORMA


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El pundonor es una cosa muy seria

Domingo, 11 de Enero del 2009 | México, D.F.

Por: Juan Antonio de Labra


Humberto Flores se miró el muslo derecho destrozado, pues el pitón del toro le había lacerado las carnes al entrar a matar, en una estocada dramática porque él sabía que en la punta de la espada tenía la puerta grande de La México.

Y fue una pena que el juez de plaza Eduardo Delgado no hubiera tenido la sensibilidad de entregarle la oreja al torero, que estaba calado en la enfermería porque el toro dobló de la estocada, nunca mejor dicho “a toma y daca”. Está claro que el pundonor es una cosa muy seria, y en este espectáculo tiene un valor añadido cuando un hombre saca la casta y se juega la vida de esa manera.

Así de impredecible es la Fiesta, y a veces también muy caprichosa y hasta paradójica, ya que ese mismo ejemplar, corrido en cuarto lugar, había cogido aparatosamente al banderillero Christian Sánchez cuando clavó el tercer par de forma por demás riesgosa y torera. Vamos, al relance, para no pasarle en falso otra vez, asomándose al balcón y echándole tipo ante la descompuesta embestida.

El público se puso en pie a tributar una ovación de gala a Christian, que se hacía un tanto remolón en recogerla en el tercio, y minutos más tarde, el propio Humberto, con mucha inteligencia del instante que se había vivido, le brindó la muerte de aquel toro que sabía muy bien para qué traía los pitones.

Quién iba a decir en ese fraternal abrazo que Humberto se iría al hule herido. Esa fue la historia de una corrida nada fácil por descastada, que obligó a la terna a emplear recursos y reflejos.

La primera faena de la tarde no mantuvo el mismo nivel quizá porque Humberto tardó en encontrarle el pulso al toro más toreable del encierro de Santa María de Xalpa. Y fue con la mano derecha con la que enmendó un poco la plana, antes de ejecutar una aseadas manoletinas y una estocada de efectos fulminantes lo que le puso en las manos la primera oreja concedida a lo largo del festejo.

Así que con el cuarto sabía que era preciso acelerar a fondo y salió decidido a jugársela con el toro más complicado del encierro. No hubo limpieza en las series, aunque sí entrega y emoción porque el de Santa María de Xalpa desarrolló sentido en una faena breve que terminó de la manera más amarga, con el torero herido y la falta de sensibilidad del palco para premiar la entrega.

El Zapata entendió a cabalidad las embestidas del segundo, un toro al que era preciso esperar y consentir, tocar a tiempo con los vuelos y llevar despacito para incitarlo a terminar el recorrido. Y así lo hizo con la muleta en la diestra hasta que se paró y anunció: “Hasta aquí llegué, amigo”. Aunque breve, la faena tuvo inteligencia y estructura, y la rubricó de un excelente volapié.

El quinto era el toro mejor criado y más reunido de todos, y embistió con mucha alegría desde su salida. Otra vez no atinó el tlaxcalteca a comprenderlo con el capote, como había ocurrido con el anterior, y le banderilleó de manera irregular, todavía sin encontrar los terrenos idóneos.

La faena mantuvo ese mismo tono de incomprensión, toreando sin alma y en contra de la distracción del público que estaba observando al novillero Jorge Hilder, sentado en una barrera, al borde del desmayo. Este hecho alejó la atención del ruedo, mientras El Zapata intentaba eslabonar los pases sin conectar con la gente.

Una vez más le ayudó su solvencia estoqueadora, ya que colocó una buena estocada y así fue como le entregaron un apéndice que fue protestado, si acaso porque su labor había carecido de alma.

Miguel Abellán justificó plenamente su inclusión en el cartel, no obstante las preguntas de algunos aficionados extrañados en torno a su presencia aquí, tras una larga década sin torear en La México.

La faena de mayor contenido técnico la realizó el madrileño delante del tercero, un toro muy complicado que puso a prueba su capacidad. Y lo más interesante fueron los terrenos que pisó Miguel para poderle. Casi en la media distancia, se plantó con firmeza sobre la arena y fue desengañando al toro poco a poco, a base de temple y colocación, en series con la derecha que resultaron de magnífico acabado.

Lo que pudo haber sido la concesión de una oreja se diluyó con la espada, pues mató de dos pinchazos y media estocada tendenciosa. Debió amargarle porque ya había hecho lo más difícil.

En el sexto, un toro sin remate, estuvo valiente en una faena que no llegó a redondear porque el de Santa María de Xalpa era manso y embistió de cualquier manera, y hacia el final de la lidia se puso gazapón y deslució todo cuanto quiso hacerle el madrileño.

Ficha

Unas diez mil personas en tarde fresca y con viento. 6 Toros de Santa María de Xalpa, disparejos de hechuras y descastados en su conjunto. Pesos: 468, 490, 493, 498, 479 y 459 kilos. Humberto Flores (grana y oro): Oreja y cornada con fuerte petición. El Zapata (azul y oro con remates negros): Ovación tras petición y oreja con protestas. Miguel Abellán (blanco y plata): Silencio en su lote. Destacaron en banderillas Christian Sánchez y Raúl Bacélis, que saludaron. Al finalizar el paseíllo se tributó un minuto de aplausos a la memoria de Manuel Gameros, que fuera ganadero y juez de plaza.

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