UN RECUERDO AL CICLON - I
- Por: Antonio Casanueva
El jueves 20 de mayo se cumplirán 44 años del triste e inesperado fallecimiento del famoso "Ciclón Mexicano" Carlos Arruza, quien muriera víctima de un accidente automovilístico en el kilómetro 18 de la carretera México-Toluca, cuando regresaba de su ganadería Pastejé, que se encontraba ubicada a un costado de la vieja carretera al Distrito Federal.
Carlos, cuyo verdadero nombre era Carlos Ruiz Camino Arruza, ha sido sin duda alguna la mas grande figura representativa de la torería mexicana de los tiempos modernos y si se nos permite la comparación, diríamos que solo Carlos, ha estado a la altura los mas grandes de todos los tiempos; por decir Rodolfo Gaona o Fermín Espinosa "Armillita Chico", habiendo tenido la oportunidad de alternar y convivir en los ruedos, tan solo con este último -y quien por cierto- le otorgó la alternativa.
Arruza, no sólo fue un excelente torero tanto en México como en España, que la tarde de su retiro inmortalizó a "Peregrino" de Torrecillas, la emotiva e inolvidable tarde del 22 de Febrero de 1953 en la Plaza México cuando alternaba con el portugués Manolo dos Santos. Años mas tarde se convertiría en rejoneador destacando entre todos cuantos se encontraban en activo por esos años, haciéndose igualmente, ganadero de reses bravas al adquirir PASTEJE, la que había sido fundada en 1936 por Don Antonio Algara, con toros procedentes de San Diego de los Padres, que este conocido hombre de negocios taurinos tenía en su hacienda de “Jalpa” a la cual posteriormente se le agregaron varios sementales españoles procedentes de Morube y luego del Conde de la Corte.
Pastejé de cuya historia y toros inmortalizados por las grandes faenas, fue adquirida a su fundador, por Don Eduardo Iturbide la que fue vendida por sus herederos, precisamente a Carlos Arruza, quien se había retirado inesperadamente de la profesión de matador de toros.
Carlos Arruza, nació en la ciudad de México el 17 de febrero de 1920, participó al principio de su carrera en la escuela taurina que había formado Samuel Solís allá por los años treinta, toreando por primera ocasión en público en la plaza del antiguo "Toreo" que se encontraba ubicado en la colonia Condesa capitalina, el 8 de julio de 1934 en un festival, luego de haberse tirado de espontáneo varios domingos atrás.
Vistió por primera vez el terno de luces, en la placita de "Vista Alegre" que se encontraba ubicada igualmente en el Distrito Federal, alternando con "EL Calesero" y su hermano Manolo, quienes mataron una novillada tlaxcalteca procedente de la ganadería de Atlanga. Se presentó formalmente como novillero al año siguiente, el 5 de abril en El Toreo. A partir de ese debut siguió su preparación toreando en cuantas oportunidades se le presentaban hasta que un novillo de Ibarra, le infirió una grave cornada en Monterrey, N. L. el 20 de junio de 1938.
Luego de su recuperación física y aprovechando las relaciones con parientes y amigos en la madre Patria, se trasladó a España, toreando tan solo en Portugal, 13 novilladas ya que en España existía un conflicto con los toreros mexicanos por lo que regresó a México para finalmente tomar la alternativa en "El Toreo" el 1o. de diciembre de 1940, siendo precisamente padrino de la ceremonia el ya mencionado Fermín Espinosa "Armillita Chico" y testigo el queretano Francisco Gorráez con el toro "Oncito" de Piedra Negras, el que lo hirió gravemente en el muslo derecho al tirarse a matar.
Luego de su recuperación física, se fue nuevamente a Portugal en donde llegó a torear algunas corridas y al año siguiente, al restablecerse las relaciones taurinas Hispano-Mexicanas, alcanzó a torear 40 corridas de toros en ese país, confirmando la alternativa en Madrid, el 18 de julio de 1944, siendo su padrino Antonio Bienvenida y testigo "Morenito de Talavera", con un toro de don Vicente Muriel. Para que permaneciendo en España el invierno, alcanzara a torear 108 corridas la temporada siguiente la de 1945, mas que ningún otro torero de cualquier nacionalidad hasta tal año, las mas alternando con "Manolete" con quien llegara a hacer una temporada plena de éxitos y triunfos, pese a que a lo largo del año sufriera dos cornadas mas.
Para el año siguiente, 1946 rodeado de triunfos apoteóticos, se limitó a torear 22 corridas con lo que alcanzó la cifra que él personalmente se había propuesto, de 170 corridas toreadas en España. Toreó como la gran figura del Toreo tanto de aquí como de allá, alternado y triunfando nada menos que con Manuel Rodríguez "Manolete".
Y vino una nueva ruptura del convenio Hispano-Mexicano y el toro "Islero" de Muira mató a "Manolete" en una placita de mediana, por no decir mínima importancia, Linares. Lo que cambió totalmente el sentido del toreo mundial y Carlos se refugió en México para retirarse por primera vez de su profesión, el 22 de febrero de 1948, en El Toreo" pero ya en su nueva ubicación en Cuatro Caminos, en los límites entre el D.F. y el Estado de México. Reapareciendo en el llamado "Nuevo Circo" de Caracas, en Venezuela, alternando en un mano a mano con el portugués Manolo Dos Santos, en una tarde en que se dijo que ambos habían cobrado la máxima cifra jamás pagada en Plaza de toros, alguna.
Terminado esa campaña en plazas sudamericanas volvió a España, Francia y Portugal, pero toreando tan solo en muy especiales corridas en fechas de gran importancia y con alternantes de suma categoría, obviamente las mas con Manolo Dos Santos, quien era manejado por el mismo apoderado Don Andrés Gago y regresó a México para realizar grandes faenas e inolvidables actuaciones , las que todavía a mas de cincuenta años de distancia, se recuerdan por quienes tuvimos oportunidad de verlas.
Quien esto escribe, conserva increibles vivencias personales de aquellos años, los que vivió taurinamente hablando, con la máxima intensidad, ya que solía asistir a programas taurinos, de cada viernes y sábado por la noche a concursar en radiodifusoras cono CRC, XEQ y por supuesto la W, en donde Malgesto, Pepe Alameda y otros cronistas entrevistaban a los toreros que actuarían el siguiente domingo, en la Plaza México, donde además de poder compartir inolvidables MOMENTOS tanto con periodistas como con los mismos toreros; nos ganábamos concursando, los boletos para ingresar gratis a la corrida el domingo y por tanto el premio era doble; se vivía intensamente La Fiesta Brava y se podía entrar para entrar gratis la plaza, el domingo.
Ahí los conocí a ellos, a casi todos. Gracias a eso, tiempo después, recordándolo, Pepe Alameda me obsequió la foto que hoy engalana este artículo. “A usted le gusta guardar estas cosas” me dijo y sacándola del bolsillo de su saco me la entregó. Años antes, el propio Arruza nos había invitado a conocer la ganadería allá a Pastejé, en un día de "pinta escolar" donde Javier Cerrillo, su peón de confianza y amigo personal de siempre del "Ciclón", nos atendió personalmente e invitó a recorrer la ganadería, comimos con peones y caporales, mientras escuchábamos historias increíbles, con las que se pudieran llenar libros enteros.
Arruza fue un gran tipo de recio carácter, fuerte personalidad y gran valor. Como se dijera aquí mismo, al principio; La Gran Figura del Toreo Mexicano de todos los tiempos; activo, dinámico y polifacético; figuras grande, en sus múltiples facetas; torero, ganadero y rejoneador, así como un inolvidable ser humano que encontrara la muerte, a unos metros de la ganadería de Pastejé -lamentablemente hoy un centro fabril- cuando se dirigía a casa, conduciendo su propio automóvil, el 20 de mayo de 1966. Descanse en Paz y como solía decir un comentarista deportivo a quien escuché por mas de 30 años; Pedro"El Mago" Septién, ".....Si es que su propia Gloria, lo deja descansar".
(Continuará)
