20 diciembre 2008

RINCON TAUURINO ( 18/XII/08)


"EL REY DEL TEMPLE"

Por Antonio Casanueva

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Un domingo 25 años, el 24 de Septiembre de 1983, a unos minutos de iniciarse la novillada de esa tarde en La Plaza México, murió quien en vida fuera llamado "El Rey del Temple" Jesús Solórzano Dávalos, cuando contaba con 75 años de vida y 34 de haberse retirado de los ruedos. Gran artista de los ruedos, especialista en el toreo a la verónica y en general del toreo de capa,

Jesús Solórzano figura memorable del ayer, de aquellos años en que el llamado "BOICOT DEL MIEDO" obligara a un puñado de mexicanos a permanecer en su país, sosteniendo la fiesta sin el concurso de toreros extranjeros y llenando de bote en bote las plazas de toros de toda la republica.

Hermano de Eduardo del mismo apellido, aquel al que recuerda la historia por el gran triunfo de la tarde de su despedida en El Toreo de la capital, alternandocon Manuel Rodríguez "Manolete" en la tarde de su confirmación de alternativa en nuestro paìs..

Chucho, como se le llamaba familiarmente había nacido en Morelia, Mich. el 10 de enero de 1908 debutando en El Toreo con un novillo de La Laguna, como final de fiesta de la corrida celebrada el 28 de febrero de 1926, para torear en diversas plazas del bajío con éxitos relevantes durante los años de 1927 y 28, haciéndose merecedor del trofeo llamado de "La Oreja de Plata", en el mismo Toreo en una tarde de 1929, tras cortar ambas orejas a un novillo de la ganadería de Santín hasta que tomara por primera ocasión la alternativa de matador de manos de Félix Rodríguez quien le cedió el toro "Cubano", de Piedras negras el 15 de diciembre de 1929.

Luego de este suceso, una vez re-establecidas las relaciones taurinas Hispano-mexicanas. En el año 1930 marchó a España en donde hubo de torear nuevamente de novillero por algo así como 20 tardes, presentándose como novillero en Madrid el 20 de julio y tomar una segunda alternativa en la plaza de Sevilla el 28 de Septiembre de manos nada menos que Marcial Lalanda, siendo el testigo Cayetano Ordoñez "Niño de la Palma" con un toro de la ganadería de Pallarés Hnos. llamado "Niquelado".

Confirmó la alternativa en Madrid, de manos de Nicanor Villalta con un toro llamado "Espartero" el 6 de abril de 1930. Cabe agregar que por esos años, Solórzano tuvo en España éxitos relevantes en particular en la plaza de Madrid, completando una temporada con mas de 30 actuaciones, volviendo posteriormente año con año a España hasta 1935. Cabe mencionar que con frecuencia el maestro don Pepe Alameda lo recordaba en sus crónicas y sabrosas columnas periodísticas, primero en el diario Excelsior llamadas "Brindis" y posteriormente en el desparecido Heraldo; “Signos y Contrastes”,

Aquí en México, en el año de 1937, durante una temporada que resultara memorable y de la que con detalle da cuenta el escritor taurino Guillermo E. Padilla, en sus libro de sucesos relevantes en la Plaza de El Toreo capitalino, Chucho instrumentó un quite por verónicas al toro "Redactor" de La Laguna las que por años fueron consideradas por la afición, como las mejores verónicas jamás realizadas, en una tarde en la que toreaba mano a mano con el regiomontano Lorenzo Garza, por las que la autoridad le concedió la oreja.

Un año después, Jesús Solórzano inmortalizó al toro "Tortolito" de la ganadería de San Mateo, al que toreo igualmente sin mácula por verónicas, pero agregando dos quites mas; uno por Chicuelinas y el otro Gaoneras que resultaron de ensueño y por lo que se le dio el sobrenombre de " El Rey del Temple".

Solórzano permaneció por años a la cabeza de los matadores mexicanos repitiendo con frecuencia sus grandes triunfos basándose muy especialmente en la pureza y calidad de su toreo con la capa, hasta que el diez de abril de 1949, en la plaza México decidió dar por terminada su carrera, cortándose definitivamente el añadido.

Recientemente, el domingo 7 de este mes de diciembre, en la misma Plaza México otro torero moreliano, pero con mucho, muchísima menos gente en los tendidos, Alfredo Ochoa, luego de singulares triunfos en la provincia mexicana destacando los obtenidos en Guadalajara recientemente, ha triunfado al indultar a un toro de la ganadería queretana de Xajay con el singular nombre de "Pa' Enero" con el que su criador, el Arq. Javier Sordo Bringas había querido significar que se trataba de un toro que, por su calidad, era para torearse durante las corridas de el próximo mes de enero cuando vengan las figuras españolas.

Fernando Ochoa quien desde el principio entendió y lidio excelentemente a “Pa’Enero”, al sonar el cambio de tercio y tomar la muleta y el estoque, le realizo una bella faena con muletazos en redondo, largos y templados en series que parecían eternas, tanto por la magnitud de las mismas como por la duración de cada uno de los muletazos, logrando entusiasmar al escaso público que se encontraba presente en el coso de Insurgentes, el que al término de la faena, brillante y completa como pocas realizadas en esa plaza durante los últimos años, pidió el indulto del toro, que fue concedido por la autoridad.

Un gran triunfoque ha servido para que tanto Fernando Ochoa como el ganadero Arq. Sordo, dieran interminables vueltas al ruedo entre la algarabía de quienes se encontraban en el coso capitalino ¡La Enhorabuena!

Antonio Casanueva


las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA


LA MEXICO SE DESPINTO

Como el domingo pasado el Estadio Azul o mas bien sus moradores en casa ajena pegaron uno mas de los petardos con que tienen acostumbrada a su afición, pues su hermanita La Plaza México, no se quedo atrás y en franca solidaridad, se les corto la mezcla, se debilito el ganado, los maestros en tauromaquia agarraron el “Puente Guadalupano” y ni se dejaron ver, los feligreses se fueron a chulear a la Morenita, total que aquello fue un desastre en que a los futboleros les pusieron el cuerno y a los toreadores les fue de la patada, pero como ya estamos en el “Guadalupe Reyes” que ¡Que viva la jarra! y ya que de baranda hemos tocado el ocaso de la temporada oficial, bien cabría la pregunta si es que los españoles se dignan venir a vacacionar algunos fines de semana ¿quiénes le van a hacer los honores? los toreros que la empresa anuncio en el elenco y que no torearon que se pueden considerar los ases bajo la manga, los caballos negros como Alejandro Amaya, Miguel Ortas, Alberto Huerta, puede ser que así lo piense la empresa, aunque se me hacen muy ojones pa´ palomas y haber si la “Furia Española” no se pandea… pero de la risa.

FRAY PANA

Pues si algo le faltaba a la novelesca vida del “Chaman de Apizaco” ya el guión se completo, pues todo indica que el hermano Rodolfo Rodríguez González, éstas fiestas de la Natividad las pasará entregado a purgar sus pecados, en un retiro espiritual, que para mi le permitirá seguirle echando leña a la hoguera, buscando calentar el fogón, para que un dominguín ya cercano del año nuevo, aparezca por la grande o de perdida se anexe al trío de charritos montaperros de “Los Brodys Reyes”, lo que no hay que descartar pues uno de mis Dumbos me ha susurrado que en el tinacal cuernavaqueño donde está meditando a sus anchas, en función de tahonero, pues hasta le tienen puesto su horno para chamuscar sus cuernos, por cierto si algún empresario desea contratar al Pana para la temporada de Pastorelas, buscar a su apoderado Salvador Solórzano en el Club de Polo de Careyes, donde anda rifándosela en la rayuela y el rentoy.

PUNTILLERO DE ORO

Hoy más que nunca la fiesta como escribiera el tapatío Gonzalo Curiel, suspira por sus “Caminos de ayer, pasado de un romance que fue” y que hace indispensable vivir la torería, aunque sea del recuerdo de sus tardes de gloria y pedirle al maestro Cantoral “Que el reloj detenga su camino porque la fiesta se acaba”, pero mientras eso sucede, que mejor que sacar a los medios a Luis Adolfo del Pozo Márquez “El Puntillero de oro”, quien en este mes decembrino pero del año 1964 en una tarde como estas, de duro cierzo invernal, roció el albero mayúsculo con el perfume de las rosas guadalupanas, cuando en tarde de inauguración de temporada se vistió de sobria seda y oro, en punta de cruz, al mas puro estilo Garcista, para partir plaza y elevar con ello al rango de majo y maestro, a los hombres del estilete que en la fiesta son determinantes, que de ellos depende una tarde de gloria o de penura, mas quien iba a decir que desde el momento que el maestro Luis del Pozo hizo el paseíllo, se apodero del escenario enarbolando con gallardía el mástil de “Figura del toreo”.

Mas no vayamos a creer que la gesta se quedó en la percha distinguida de “El Puntillero de oro”, el que ya nos había asombrado al apuntillar a La Ballestilla, ¡que va! esa tarde del Pozo salió decidido a consagrarse y la hazaña no se hizo esperar, salto a la arena el toro “Chamacón” de la cabaña brava de Zamarrero, con el que confirmaría su alternativa Óscar Realme de manos de Jaime Bolaños, hasta ahí todo entre “azul y buenas noches”, pero cuando el burel de astifinas astas asienta su bravura sobre los cuartos traseros y aun majestuoso y retador alza el testuz engallándose con la muerte, es el momento en que se desprende de la tronera del burladero la figura imperial del torero de oro, que armella las zapatillas a la arena, yergue el dorso, inclina la montera y apuntilla con diestra acerada plena de destreza, elegancia y firmeza cual Ariel de la torería que exclama “Se fini” mientras el tendido albea en su honor y los manguillos de marfil y puntillas de platino de Pepe Alameda y Juan de Marchena, escribirían con largueza en letras de oro, el nombre de una figura sedeña, Luis del Pozo.