Esta tarde del domingo 13 de julio, en la plaza de Las Navas del Marqués, de la provincia de Ávila, el matador Diego Silveti ha retornado su presencia en la temporada europea, después de su paso por las ferias de Sevilla y Madrid. En esta ocasión Silveti ha cortado una oreja en lo que suponía su corrida número 100 después de que el 12 de agosto de 2011 José Tomás, en presencia de Alejandro Talavante le concediera la alternativa en la feria de Gijón.
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Con tres cuartos de entrada cubiertos, se ha lidiado una corrida de Los Bayones, bien presentados, pero que no terminaron de dar juego. El mejor fue el quinto. El resultado de los toreros fue el siguiente: El Zapata (que entró en la corrida a última hora como consecuencia de un ataque epiléptico que sufrió Rubén Pinar en el hotel) silencio y oreja; El Capea, silencio y oreja; y Diego Silveti, oreja y ovación.
Diego Silveti le cortó el trofeo a su primer toro, que no le dio demasiadas facilidades, pero con el que el diestro de dinastía estuvo valiente y tremendamente decidido. Bien con el capote, Silveti estuvo capaz y muy solvente con este toro, con el que tuvo que hacer un esfuerzo debido a la condición del toro. Muy centrado, fue capaz de instrumentar buenos muletazos por ambos pitones hasta terminar de cortarle una merecida oreja. El sexto apuntó buena condición de salida, por lo que hubo esperanzas de que Silveti pudiese abrir la puerta grande, sin embargo, nada más iniciar su faena de muleta el toro se fracturó una mano y ya no hubo más opciones que matarlo.
Silveti compartió cartel con el también mexicano El Zapata, que se encontraba en esta localidad para presenciar la corrida, por lo que se le ofreció la posibilidad de torear ante la inesperada baja de Rubén Pinar.
Su primer toro tuvo complicaciones y no le dio opciones, mientras que al cuarto le cortó una oreja después de mostrarse muy voluntarioso en todos los tercios.
Por su parte, El Capea no tuvo suerte con el segundo, pero sí con el quinto, el de mejor condición, lo que aprovechó el diestro salmantino para cuajar una buena faena, completa con ambos manos, lo que le valió también un trofeo.
