06 febrero 2010

EN RIESGO LA ACTUACIÓN DE JUAN CHÁVEZ EN LA PLAZA MÉXICO.

  • Pedro Julio Jimenez Villaseñor 
(pedrojuliojmzv@hotmail.com)

Preparándose para su actuación de mañana domingo 7 en la plaza “México”, el matador Juan Chávez ha sufrido un golpe que pone en duda su participación en la 15ava corrida de la temporada al lado de José María Luévano y Pedro Gutiérrez con una corrida de “La Punta

El diestro michoacano esta ingresado en un hospital de Morelia y este es el parte expedido por la lesión:
“Contusión en el pie derecho, hematoma en el dorso de este pie de aproximadamente 16 centímetros, también excoriaciones en el dorso de este pie  y una inflamación importante. El pronóstico es bueno, en las radiografías no tiene  ningún problema de tipo osteoarticular” fue lo que comentó el galeno Abel Flores Lorenzana.

“La recomendación es de que este en reposo absoluto unas 2 ó 3 semanas, por que los tendones del dorso del pie derecho están seriamente afectados y le van a imposibilitar moverse. No tiene nuestra anuencia para  torear, ni siquiera tener  actividad, todo lo que haga  será bajo su responsabilidad”.

En las próximas horas deberá de conocerse que es lo que se decide y se los estaremos informando.






Nuevo faenón de Castella

Viernes, 05 de Febrero del 2010 | México, D.F.
Pese a todo, surgió el arte de Castella 
  • Por: Jorge Raúl Nacif
La corrida del 64 aniversario de La México no fue nada fácil por las diversas circunstancias que se suscitaron, y cuando todo estaba cuesta arriba, Sebastián Castella bordó una faena sensacional con el toro que cerró plaza, aunque perdió los máximos trofeos con la espada.

Y es que el tercero del lote del francés tuvo que ser devuelto pues, saliendo del puyazo, dio una vuelta de campana y se lesionó, quedando descoordinado y con una pata fracturada.

El sobrero, de Los Ébanos, fue duramente protestado por falta de trapío; el juez se negó a cambiarlo, Castella se enfadó y no quería continuar con la lidia hasta que anunció el regalo de un toro, tras lo cual, finalmente el burel regresó a los corrales y salió otro sobrero, éste de la ganadería titular, Los Encinos; vaya alboroto que se formó, viviéndose momentos de gran confusión.

Este astado, de nombre "Piri", fue un estupendo colaborador para Castella, un toro noble y con gran recorrido que fue aprovechado al máximo en tandas muy profundas, siempre templadas y llenas de arte. El momento más emotivo fue cuando ligó dos dosantinas, para continuar toreando en redondo y cuajar un muletazo circular con la sarga en la derecha, tomada por la cara contraria.

Algunos estusiastas comenzaban a pedir el indulto cuando Sebastián y "Piri" se fundieron en excelsos trazos naturales, cadenciosos e igualmente largos, instantes de arte que duraron toda una eternidad y que han confirmado a este gran torero francés como uno de los consentidos de esta afición.

Pero de nueva cuenta apreció la espada, esa que le ha quitado varios triunfos rotundos en este magno escenario, pues el pinchazo y los tres descabellos le arrebataron la gloria que pudo ser de orejas y rabo. Todo quedó en una cerrada ovación para el torero, mientras que al noble toro se le tributó un merecido arrastre lento.

Con su primero, un astado con un puntito de violencia, logró destellos de buen arte, sobre todo con la muleta en la derecha, sometiendo y logrando que el de Los Encinos se entregara a su poderío. De no haber pinchado, pasea la oreja.

Si segundo fue devuelto al ser protestado, pues el público lo consideró pequeño. El que salió en su lugar se dejó meter mano, y de nueva cuenta Castella nos brindó instantes hicieron vibrar a la afición. Pero para no variar no estuvo certero con la tizona, pues terminó su labor de un bajonazo, recibiendo algunos pitos.

La tarde para Rafael Ortega fue bastante complicada. Su primero tenía calidad en la embestida, pero muy poquita fuerza. El tlaxcalteca le supo dar su lidia adecuada, y así, sin forzarlo, consiguió muy buenos trazos e, incluso, torear en redondo. El público, un tanto frío con él durante toda la tarde, sólo lo despidió con palmas aunque terminó de buen espadazo.

Esforzado volvió a estar con su segundo, aunque poco pudo hacer y prefirió abreviar ante la impaciencia que comenzab a manifestar la afición.

El quinto de la tarde fue un toro que tenía mucha transmisión hacia el tendido, situación que Ortega aprovechó para un emocionante inicio de faena, seguido de tres tandas con la diestra que le fueron coreadas con fuerza. Sin embargo, su labor vino a menos y un sector del público comenzó a tomar partido por el toro, derivado de un par de muletazos destemplados.

En un descuido, el toro le propinó tremenda voltereta, después de la cual pasó a la enfermería unos segundos, siendo vendado del muslo derecho.  Regresó para terminar de buena estocada y se retiró entre división de opiniones para ser atendido de este percance, una herida que ameritó ser trasladado al hospital Mocel.

Vaya que hubo de todo esta tarde en La México, menos orejas. Pero cuando se torea tan bien como Castella lo consiguió, las "peludas" vienen siendo lo de menos.


Ficha
Plaza México, corrida del 64 aniversario. Unos 26 mil aficionados, en noche agradable. 8 toros de Los Encinos, uno devuelto por se protestado y otro por lesión, sobresaliendo el que cerró plaza, que mereció arrastre lento. 1 de Los Ébanos, devuelto por chico. Pesos: 480, 488, 512, 485, 493, 525, 540, 451 y 472. Rafael Ortega (grana y oro): Palmas, palmas y división de opiniones tras petición de un sector. Sebastián Castella (lila y oro): Palmas, división de opiniones y ovación.


MundotoroMéxico

PLAZA MEXICO corrida de ANIVERSARIO

ORTEGA AL HULE -CASTELLA ABRONCADO

En blanco...

...se fue la corrida del 64 aniversario. El clima mejoró mucho en comparación a la amenazante víspera, Dios es taurino. Nutrida la entrada en numerados, posiblemente 25mil personas en la plaza. Funcionó el marketing del francés. Ese es el camino, para que la gente vaya a misa tiene que enterarse que hay misa, por eso se suena la campana.
    
Público de dulce que disfrutó su autentica democracia, increpó, fustigó, celebró, exigió y consiguió que se hiciera, durante el festejo, su voluntad. Lo mismo abucheos, cojines y chiflidos para los dos toreros; que ovaciones y ¡torero, torero!  para ellos, en los momentos de catarsis emocional que en esta corrida hubo bastantes.

No hubo orejas que vayan a la estadística, pero la plaza vibró en su cumpleaños con dos personajes que se dieron a la tarea de emocionarles. 

 óscar Mejía