Con lleno absoluto en los tendidos de la plaza de toros de Mérida (México), se celebró este domingo 12 de febrero una corrida de toros que despertó una enorme expectación ante lo rematado del cartel. Se lidiaron 7 toros de Begoña, bien presentados, alguno muy serio, y que dieron un juego desigual, los mejores fueron segundo y tercero. La actuación de los toreros fue la siguiente: la rejoneadora Ana Batista, vuelta; Alejandro Talavante, oreja y silencio; Arturo Saldívar, palmas y leves pitos; y Diego Silveti, ovación y ovación tras petición de oreja. Al terminar la corrida, Silveti visitó el hospital para ser atendido de un fuerte varetazo y demás contusiones. A la espera de emitir esta nota de prensa se estaba pendiente de la valoración definitiva de los doctores.
No tuvo ninguna suerte durante toda la tarde Diego Silveti que, sin embargo, hizo un enorme esfuerzo por sacar lo poco claro que le ofrecieron sus toros. El primero de Begoña, muy rajado, desarrolló serias complicaciones. Diego se mostró por encima del animal, robándole tres meritorias series por el pitón derecho que llegaron al público. Nunca volvió la cara Silveti, pero el éxito se hizo muy difícil. Su segundo se partió un pitón, por lo que tuvo que lidiar un serio sobrero de la misma ganadería que, de salida, pareció tener problemas de visión. Malo el toro, con genio y aspereza, que supuso una dura prueba para Silveti. Otra vez muy valiente y decidido, intentó extraer muletazos con mucho mérito, siendo volteado de muy fea manera al prenderle el toro. Volvió a la cara, para desprenderse de él de un pinchazo, estocada y descabello. Hubo petición de oreja y recibió una fuerte ovación.
Abrió plaza la rejoneadora portuguesa Ana Batista con un toro de noble condición. Voluntariosa, colocó un par de banderillas de buena ejecución, para matar después de dos pinchazos antes de agarrar el rejón definitivo. Al recorrer el anillo hubo aficionados que le protestaron la vuelta.
Uno de los mejores toros del encierro le correspondió a Alejandro Talavante en segundo lugar, sobre todo por el pitón izquierdo, lado por donde el animal embistió muy bien. El extremeño cuajó naturales muy largos y templados, mostrándose muy bien con el toro, que, al final, fue premiado con la vuelta al ruedo. El diestro extremeño le cortó una oreja. Muy soso resultó el otro de su lote, por lo que lo intentó por ambos pitones sin que la faena pudiera llegar a romper con la fuerza que lo hizo la primera. Fue silenciado.
A Arturo Saldívar le correspondió en primer turno otro buen toro, que embistió muy bien por los dos pitones. Saldívar tiró de raza en una faena variada y de mucha voluntad. Mató de media caída y fue aplaudido. Más complicado fue el otro toro, con el que lo intentó sin posibilidad de sacar lucimiento.
