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Atardecer en el campo (cortesía de El Batán)
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La modernidad ha hecho que las nuevas generaciones hayan perdido el contacto con el campo y sus circunstancias; en 1950 el 75% de la población en México vivía en el campo, el resto en las ciudades, hoy es al revés, se ha perdido para las nuevas generaciones la relación de los humanos con los animales en su forma natural y codependencia cotidiana. Los actuales chamacos en su gran mayoría desconocen el color del cielo al atrdecer, el olor del campo recién llovido y el calor del barbecho, no saben a que sabe la leche al pie de la vaca, no saben los jóvenes modernos ensillar y montar un cuaco ni arrear el ganado.
Hoy los niños ya no juegan a las corridas de toros en las calles, ahora juegan nintendo encerrados en 4 paredes y de sus personajes favoritos muchos son virtuales con características ajenas inclusive a los seres humanos; ya no son Silverio o Arruza ni Capetillo o Huerta sus modelos a seguir. Ya no van las familias a los toros, la sociedad inmersa en la modernidad se aleja cada vez más de sus orígenes, ritos y tradiciones no solamente de los toros.
Oscar MEJÍA
Oscar MEJÍA
